Representantes de grupos humanitarios en Honduras anunciaron hoy la reanudación en enero la búsqueda de los cadáveres de dos desaparecidos políticos en los años 80.
Bertha Oliva, del Comité de Familiares Detenidos-Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), dijo que contaba con indicios sobre el lugar donde se encontrarían los restos del sacerdote estadounidense Guadalupe Carney y del médico izquierdista hondureño José María Reyes Matta, ambos desaparecidos en 1982.
Se detectaron cementerios clandestinos donde "creemos que pueden estar las osamentas de estas dos personas, víctimas de la represión político-militar que vivió el país y que nosotros no estamos dispuestos a permitir que quede en la impunidad", manifestó Oliva.
Según Cofadeh, existen en Honduras una veintena de cementerios clandestinos, de los que sólo se han localizado seis. En uno de ellos se encontraron los restos de Gustavo Morales, el único de los 184 desaparecidos por motivos políticos que ha sido plenamente identificado.
En el caso de Carney y de Reyes Matta, informes extraoficiales manifiestan que ambos fueron asesinados por grupos paramilitares cuando acompañaban a una columna guerrillera hondureña procedente de Nicaragua.
No obstante, otras versiones apuntan a que el sacerdote estadounidense fue muerto cuando oficiaba una misa campesina en una de las comunidades del nororiental departamento de Olancho, cerca de la frontera con Nicaragua.
"Las versiones sobre la muerte de estos dos amigos son confusas, pero tenemos indicios para dar con su paradero, casi hemos identificado a sus asesinos y vamos a enjuiciarlos", dijo Oliva.
Los familiares de Reyes Matta, quien en el momento de su muerte brindaba asistencia médica a los sandinistas nicaragüenses, anunciaron que presentarán una denuncia contra seis miembros de las Fuerzas Armadas de Honduras, tres de ellos en actividad, señalados como responsables de su muerte.
A fines de noviembre, los familiares de Carney realizaron una demostración pacífica frente a la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa, para demandar el esclarecimiento de las circunstancias de su muerte.
Según grupos humanitarios hondureños, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos tuvo responsabilidads en la muerte del sacerdote.
Carney organizó las primeras cooperativas agrarias en Honduras y formó algunos líderes que después conformaron la Democracia Cristiana y hoy integran los partidos Liberal, en el gobierno, y el Nacional, segunda fuerza política del país.
En Honduras en la década pasada se produjo la desaparición forzada de 184 personas. Hace hace cuatro años, el gobierno, a través de la Fiscalía, reabrió estos casos y comenzó a enjuiciar a los responsables, especialmente militares.
Estos militares se encuentran prófugos y, según los grupos de derechos humanos y los fiscales, el sistema judicial constituye el principal obstáculo para cumplir la ley, debido a la afinidad que existe entre algunos jueces con el ejército.
Oliva advirtió que el tema de los desaparecidos puede ser eliminado de la agenda en los próximos cuatro años, si el presidente electo, Carlos Flores, quien asume el 27 de enero, "sigue su política de soslayar estos aspectos y no abordarlos ni en su plan de gobierno ni en sus declaraciones de prensa".
"Pero nosotros, lucharemos para que no nos borren de esa agenda de poder, porque la impunidad no puede triunfar y los avances de la sociedad civil retroceder, por intereses político- partidarios", dijo la representante de Cofadeh. (FIN/IPS/tm/ag/ip- hd/97