Las medidas económicas anunciadas por el gobierno de Ecuador para enfrentar los desastres causados por el fenómeno del Niño, que entrarán en vigencia hoy, son insuficientes, estimaron diversos analistas.
Tras haber barajado posibilidades como la eliminación de los subsidios al gas de uso doméstico y la aplicación de un impuesto especial de solidaridad con los damnificados por las inundaciones, el presidente Fabián Alarcón anunció una pequeña alza a las gasolinas.
"No hay medidas, ni nuevos tributos, ni impuestos especiales, ni contribución forzosa de ningún día de salario", comentó el mandatario al explicar su decisióm.
Según Alarcón, el gobierno recibió varias sugerencias, por ejemplo del Fondo Monetario Internacional, para realizar drásticas alzas en el precio de los combustibles (18 por ciento) y eliminar el subsidio al gas licuado, pero decidió "proteger la economía doméstica de los ecuatorianos".
Alarcón pidió también las contribuciones voluntarias "de todos los ciudadanos que deseen solidarizarse con sus compatriotas en desgracia".
Hasta el momento, las pérdidas materiales por el fenómeno del Niño ascienden a 300 millones de dólares, que equivalen a 1,5 por ciento del producto interno bruto (PIB), y el gobierno ha desembolsado 200 millones para atender a los 30.000 damnificados de las cuatro provincias de la costa.
Según Alarcón, "estos costos rebasan a los de la guerra del Cenepa", que Ecuador libró con a Perú en 1995 por un diferendo territorial.
La medida adoptada "debe entenderse como netamente política, y no va de acuerdo con las exigencias del mercado", consideró Walter Spurrier, editorialista de la revista especializada Análisis Semanal.
Según Spurrier, hubiese sido preferible eliminar el subsidio al gas de uso doméstico, que tiene un precio congelado, pues al elevar el precio de los combustibles "sube el costo de todo, se provoca inflación y no se soluciona el problema".
El Fenómeno del Niño es una corriente de agua cálida proveniente del Pacífico sur, que se presenta con menor o mayor intensidad cada año.
Este año, el fenómeno se adelantó unos meses y llegó con mayor intensidad, provocando un período de fuertes lluvias en varios países de América Latina.
Según Alarcón, uno de los sectores más afectados por el fenómeno es el de la agricultura, "con la destrucción de miles de hectáreas de cultivos, por lo que se tendrá que importar varios productos de primera necesidad".
"Alarcón ha preferido mantener con tranquilidad su corto período presidencial -que concluye el 10 de agosto de 1998- saliendo al paso del problema, y dejando la carga al próximo gobierno", estimó el analista económico Carlos Cortez.
Francisco Swett, ex ministro de Finanzas, comentó a IPS que "el paquetito no servirá ni para cubrir el uno por ciento del déficit".
Según Swett, la próxima administración tendrá que encarar el problema de la brecha fiscal "aplicando medidas que no se tomaron hoy con decisión y que para entonces tal vez sea demasiado tarde".
Con la elevación de las gasolinas, el gobierno espera obtener unos 200 millones de dólares (uno por ciento del PIB), en 1998.(FIN/IPS/mg/dg/if-ip//97