"El Papa es y será bienvenido", puede leerse en letras amarillas sobre una de las fotos más publicadas el pasado año: Juan Pablo II y Fidel Castro II se despiden tomados de las manos.
Las imágenes comenzaron a ser vendidas en previsión de la visita del Papa a La Habana, prevista para desarrollarse entre el 21 y el 25 deenero.
Tras las fotos del Papa y del presidente cubano se levantan unas columnas que lo mismo podrían ser del Vaticano o del casco histórico de La Habana Vieja.
En el borde inferior, la bandera amarilla y blanca del Vaticano bajo la imagen de Castro, y el estandarte cubano, con sus listas zules y blancas y triángulo rojo con estrella, debajo del Papa.
"Sólo cuatro dólares", parecen decir los compradores que no salen de su sorpresa al ver el cartel, la misma imagen en forma de postal y una pegatina con el mapa cubano y el mensaje "Visita del Papa a Cuba".
El cartel, la postal y la pegatina fueron producidos por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y puestos a la venta en la papelería más cara de La Habana, junto a bolígrafos de 300 dólares y muñecos navideños, de 40 o 50 dólares.
En Cuba, un país donde el salario medio ronda los 200 pesos y la entrada en divisas proviene fundamentalmente de remesas desde el exterior, el dólar se cotiza a 23 pesos cubanos en las casas de cambio.
La Oficina del Historiador es una institución vinculada al gobierno que recibió del Consejo de Estado poderes extraordinarios para garantizar el desarrollo y conservación de la parte más antigua de la capital cubana.
En las puertas de algunas casas o apartamentos de La Habanna puede verse, desde hace unas semanas, un afiche de Juan Pablo II, pero ese, como toda la propaganda realizada hasta ahora de la visita papal, fue distribuido por la Iglesia Católica.
La nueva oferta de la Oficina del Historiador puede catalogarse como la primera acción de su tipo por parte del gobierno cubano para promocionar la visita de Juan Pablo II.
También esta semana empezó a circular el último número de Bohemia, revista que sale quincenalmente y tiene alcance nacional, con un reportaje titulado "En imágenes: perfil del Vaticano".
La televisión estatal retransmitió en noviembre un documental sobre la visita de Castro a Roma en ocasión del primer aniversario del su encuentro con el Papa Juan Pablo II.
Pero la información a la población por parte de los medios de comunnicación masiva, monopolizados por el Estado, sobre quién es el Papa que visitará a Cuba es considerada por las autoridades eclesiáticas como insuficiente.
El acceso a la radio, la televisión y la prensa sigue siendo una de las grandes insatisfacciones de la Iglesia Católica en Cuba.
El cardenal Jaime Ortega reconoció este martes no saber aún cuándo aprovechará "la única oportunidad de su vida" de aparecer en televisión, que podría ser en enero o diciembre.
Como parte de los preparativos de la visita del Papa, Ortega fue autorizado a comparecer en uno de los dos canales de la televisión estatal que transmiten hacia todo el territorio nacional.
Ortega aseguró que hasta ahora no está claro si la televisión transmitirá alguno de los materiales sobre el Papa entregados por la Iglesia Católica. Tampoco hay indicios de respuestas a una petición papal sobre el reestablecimiento del feriado navideño.
Las navidades desaparecieron del calendario de fiestas e este país socialista en 1970, cuando el gobierno estaba enfrascado en una zafra azucarera que movilizó todos los recursos materiales y humanos posibles para intentar producir 10 millones de toneladas de azúcar.
Aunque el 25 de diciembre sigue considerándose un día de trabajo normal no pocas personas empezaron a festejar las navidades con mucho entusiasmo a inicios de esta década, cuando el gobierno dio sus primeros pasos hacia la tolerancia religiosa.
"Ha habido actitudes favorables, abiertas, de menos rigidez hacia el mundo religioso", dijo Ortega un día antes de que la Oficina del Historiador de La Habana pusiera sus nuevos productos a la venta. (FIN/IPS/da/dg/ip-cr/97
