Los países de América Central están dedicados a la ejecución de un plan que procura fortalecer la competitividad de la región en materia de turismo, aduanas, infraestructura y agroindustria, entre otras áreas.
De acuerdo con la definición de "ventajas comparativas" planteada por nuevos gurúes de la economía mundial como Michael Porter y Jeffrey Sachs, los países del istmo deben mejorar su desempeño en estas áreas en un plazo de cinco a siete años.
El programa "Agenda Centroamericana para el Siglo XXI", creado a instancia de los presidentes de América Central, está a cargo del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae), el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Harvard Institute for International Development.
Enmarcado dentro de la Alianza Centraomericana para el Desarrollo Sostenible y financiado por el BCIE y la Fundación Acción por la Vida y la Naturaleza, el plan logró avances en la promoción de inversiones y en las reformas aduanera, portuaria, aeroportuaria y de infraestrctura del transporte terrestre.
También se ha iniciado un proceso de fortalecimiento de sectores productivos con potencial competitivo, como el turismo y la agroindustria no tradicional, en Costa Rica y Guatemala, y los textiles en Honduras y El Salvador.
"La motivación de la agenda es que el problema de la pobreza sigue siendo una realidad y la región no tiene mecanismos para generar riqueza ni es competitiva en mercados internacionales", explicó Roberto Artavia, director del Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible de Incae.
El programa surgió en 1995 cuando la región buscaba un esquema para el desarrollo sustentable basado en el progreso de la empresa privada, en un momento en que la ayuda bilateral y multilateral estaba en franca reducción.
Este programa toma en cuenta el modelo de desarrollo de los países asiáticos pero lo nos considera un paradigma. "No estamos agarrando un paquete, sino estudiando las mejores prácticas donde corresponde", indicó Artavia.
El experto enfatizó que no hay un modelo correcto, sino que se trae a la región lo mejor del pensamiento en cada campo, poniéndolo a disposición de los que toman decisiones.
El centro de competitividad que dirige Artavia es un canal de comunicación entre las prácticas consideradas mejores en el mundo y los que toman decisiones en la región, y hacer que sus directivas sean posibles de implementar.
Luego que se acuerdan las políticas alrededor de un modelo de cambio, el programa promueve comisiones mixtas, integradas por el sector público y privado, para llevarlas a cabo. El centro se constituye entonces en mecanismo de evaluación y control para la continuidad del proceso.
El trabajo en turismo, agroindustria, maquila, aduanas y mejora de infraestructuras es respaldado por un esfuerzo en la estabilización macroeconómica, reforma del Estado, legislación y monitoreo ambiental y desarrollo social.
"Hemos logrado formar un grupo con figuras de clase mundial que están pensando en este proceso, junto con los centroamericanos", dijo Artavia.
Entre otros se encuentra Stephan Scmidtheiny, líder en el campo del desarrollo sustentable, Michael Porter, en el área de la competitividad, Jeffrey Sachs, en macroeconomía, Theodor Panayotou, en balance ambiental, y la asesoría en reforma del Estado de un equipo de la Universidad de Harvard.
En la actualidad algunos de estos expertos internacionales y otros de la región trabajan en un nuevo convenio aduanero centroamericano que se divulgará a través de Internet.
La reforma aduanera ha dado sus primeros pasos en Costa Rica, El Salvador y Guatemala con un nuevo sistema informático, cambios en los horarios de atención y un mejoramiento de los niveles de personal.
En transportes, los expertos toman como ejemplo de desarrollo de infraestructura vial a las autopistas de Francia y lo hecho por Chile últimamente. La carretera transístmica ya se construyó en Honduras y en abril de 1998 se concluirá el tramo de Guatemala.
En turismo se estudia a países líderes en ese campo como Francia, Italia, España y Estados Unidos, especialmente lo realizado en Hawaii.
En este rubro se "requiere de un trabajo en conjunto de los sectores de la salud, transporte, seguridad y educación", con la participación del Estado y el sector privado, comentó Mauricio Ventura, presidente de la Cámara de Turismo de Costa Rica.
Este país lanzó una agresiva campaña de promoción en Estados Unidos enfocada a segmentos específicos como el el ecoturismo, el de aventura y de las playas.
También Guatemala, Nicaragua y El Salvador y, en menor medida, Honduras, cuentan con nuevas estrategias turísticas. Se trabaja en un proyecto de imagen y promoción que permita alargar la estadía de los turistas en la región.
En el área agroindustrial, se destaca el programa hondureño de exportación de productos derivados de madera que se propone pasar de los 800 mil metros cúbicos actuales a tres millones de metros cúbicos, en un plazo de cinco años, mediante la explotación sustentable de bosques.
A pesar del entusiasmo que muchos demuestran por este nuevo modelo de desarrollo para Centraomérica, hay quienes tienen sus reservas.
Adriana Prado, coordinadora del Proyecto de Gobernabilidad Democrática en Centroamérica, subraya que uno de los grandes problemas que presenta el plan es que se reduce al grupo que conoce y maneja información al respecto. "Ni siquiera los líderes políticos y sociales lo conocen a fondo', afirmó.
Albino Vargas, dirigente sindical costarricense, coincidió con Prado en que no se tiene información sobre el programa más allá de lo que apareció en la prensa, "que es superficial y poco clara". (FIN/IPS/mso/dam/if/97