Venezuela volvió a sufrir este año una epidemia de dengue, con más de 20.000 casos, en la región el mayor número después de Brasil, en parte debido al "ascenso social" del pertinaz mosquito transmisor, Aedes aegypti.
"El comportamiento de la enfermedad es de epidemia. Venezuela ocupa el segundo lugar en la región, con 18.700 casos registrados y 34 defunciones por dengue hasta el 8 de noviembre", dijo el ministro de Salud, Félix Oletta. Unos 4.000 casos son de dengue hemorrágico.
Brasil, que tiene siete veces más habitantes que Venezuela y 10 veces su territorio, ha registrado 120.000 casos, recordó Oletta.
"Es un fenómeno continental, desde Estados Unidos hasta Uruguay, incluyendo Cuba, que se preciaba de no tener casos y ha reportado 900', comentó'.
Desde la década de 1980 regresan a Venezuela enfermedades como dengue, cólera, encefalitis equina, leptospirosis y paludismo, "lo que obedece a un problema estructural, que es el descuido de las condiciones de saneamiento básico", registran informes de la Organización Panamericana de Salud (OPS).
Se trata de un trago amargo para Venezuela, que en los años 40 erradicó el paludismo, que durante los 70 y 80 recibió ingresos petroleros anuales entre 12.000 y 18.000 millones de dólares, y cuya democracia se ufanaba de haber masificado los servicios de educación y de salud.
Oletta dijo que en noviembre el número de casos creció hasta 1.600 semanales, frente a 400 o 500 presentados en el resto del semestre, lo que confirma para la enfermedad su carácter de epidemia.
Pero además existe el subregistro, recordó la epidemióloga Iris Villalobos.
"Mientras en el Ministerio de Salud registramos todas las cifras, se nos escapan las de clínicas y consultorios privados, y servicios asistenciales de maestros, centros de la seguridad social y hospitales militares", señaló.
Ese subregistro es reflejo de una migración de la enfermedad dentro de la pirámide social, afectando a individuos y comunidades de clase media y media-alta en las principales ciudades, mientras que en el pasado azotó casi exclusivamente a los sectores rurales y urbanos más desposeídos.
"El hábitat del Aedes se ha modificado, migrando desde medios rurales o suburbanos al urbano y de contacto intradomiciliario", dijo a IPS Francisco Araoz, director de epidemiología del Ministerio de Salud. "Ahora tenemos un mosquito más democrático", bromeó.
En 1995 enfermaron con dengue más de 16.000 personas -las cifras bajaron en 1996-, unas 3.000 con la variedad hemorrágica y se registraron 15 muertes. La epidemia calzó con otra de encefalitis equina (otra enfermedad febril) que afectó unas 10.000 personas, con 29 decesos.
Las zonas más afectadas fueron planicies del noroeste donde lluvias inusualmente abundantes ese año crearon charcas y lagunas donde prosperaron los agentes transmisores, afectando sobre todo a comunidades indígenas, rurales y marginales urbanas.
"La diferencia entre esta epidemia y la de 1995 puede estar en que se hayan marginado del mal áreas rurales y urbanas pobres que disponen de agua corriente y no necesitan recogerla en envases y estanques, mientras el mosquito busca criaderos en zonas urbanas consolidadas", observó Araoz.
Nueve de las 23 entidades regionales del país, con un tercio del territorio y dos tercios de la población, se encuentran afectadas. La epidemia incluye Caracas, el petrolero estado de Zulia (oeste) y los industriales del centro-norte, como Aragua, Carabobo y Miranda.
Oletta y Araoz informaron que un plan de lucha anti-dengue fue activado, con 2,5 millones de dólares. Se trata de dotar a hospitales, desarrollar una campaña para que la población elimine los depósitos de agua que son criaderos, y remoción de basuras y escombros junto con autoridades regionales y municipales.
Médicos en el estado de Aragua han establecido que atender un caso de dengue en un hospital público cuesta 180 dólares, pero si el paciente no obtiene "cupo" u opta por la medicina privada debería desembolsar unos 2.000 dólares por cinco días de atención en una clínica.
El dengue o "fiebre rompehuesos", es caracterizado por fiebre, cefalea, dolor retroocular, en las articulaciones, y a menudo erupciones o hemorragias.
Se atribuye su nombre a la voz swahili "Ki-denga-pepo", o ataque convulsivo violento causado por espíritus malignos.
En América Latina, durante la segunda mitad de este siglo, ha dejado de ser una enfermedad hipoendémica para convertirse en hiprendémica y, según la OPS, ese es precisamente el caso de Venezuela.
Desde 1950 hasta 1988 se registraron 37.956 casos, con 34 defunciones. Pero desde 1989 la enfermedad se ha tornado en endemia, al extremo de que este año, con más de 20.000 casos, se produjo la misma cantidad de muestes que durante las casi cuatro décadas del período 1950-1988.
De los cuatro serotipos de dengue, tres están presentes en Venezuela. Los mosquitos que actúan como vectores han afianzado sus bases en todo el norte del país, la zona más poblada, aunque disminuye la proporción de dengue hemorrágico sobre el clásico.
Según estimados de la OPS, cuando termine 1997 Venezuela, de 22 millones de habitantes, habrá registrado, desde que la enfermedad se tornó endémica en 1989 unos 100.000 casos de dengue, con 25.000 enfermos del tipo hemorrágico y 270 defunciones. (FIN/IPS/hm/dg/he- pr/97