SUDAN: Sanciones de EE.UU. no afectarían al gobierno islámico

Las sanciones económicas que impuso Estados Unidos a Sudán no afectarán demasiado al gobierno de Jartum y sólo alentarán en forma marginal a los insurgentes que luchan por el poder en el sur, predijeron analistas británicos.

Los 650 millones de dólares de ayuda humanitaria que Washington envía por año a Jartum no serán alterados por las sanciones. La economía tambaleante de Sudán sentirá la presión y no el gobierno, según los expertos.

"La gente común ya siente las consecuencias y es difícil encontrar productos básicos, incluso en la capital", dijo Peter Verney, director de la revista londinense Sudan Update.

"Las sanciones no agravarán la situación en forma palpable, pero afectarán más a la comunidad empresarial. Es una bofetada en público al rostro del gobierno sudanés, pero no creo que esto modifique su actitud", opinó.

"Las medidas punitivas elevarán la moral de la oposición en general", aventuró Verney.

Las sanciones son una advertencia a las empresas de que se está endureciendo la posición contra Sudán, afirmó Peter Woodward, especialista sobre ese país en la Universidad de Reading.

"Las compañías petroleras mostraron interés en Sudán y el gobierno de Jartum espera beneficiarse de la bonanza de petróleo en el futuro, si puede mantener el poder", comentó.

Por su parte, Washington sostiene que las sanciones anunciadas el martes (que congelaron los fondos de Sudán en Estados Unidos y prohibieron el comercio y las transacciones financieras entre los dos países) aumentarán la presión sobre Jartum para que gestione el fin de la guerra civil, que ya lleva 14 años.

En Nairobi se están llevando a cabo negociaciones de paz entre el canciller sudanés Ali Osman Mohamed Taha y el segundo en jerarquía del Ejército Popular de Liberación de Sudán (SPLA), Salva Kiir.

Se calcula que el conflicto entre los sureños, de mayoría cristiana y animista, y el gobierno islámico del norte, tuvo un costo de un millón de vidas.

"Si fracasan las conversaciones, podría haber una violenta reacción popular", advirtió Woodward. "La vida es sombría para la gente común y, en los últimos dos años, se intensificó el debate sobre la posibilidad de un levantamiento".

El SPLA realizó importantes avances militares durante una ofensiva de 10 meses en el sur y la moral de sus combatientes es elevada.

La prensa de Sudán aseguró el miércoles que las sanciones forman parte de un plan de Washington para socavar las negociaciones de Nairobi.

"Al diablo con Estados Unidos, Sudán debe atraer el apoyo económico de Asia", expresó el título de un periódico, mientras el diario Akhbar al-Ayoum acusó a Washington de impulsar el conflicto civil para desestabilizar el Cuerno de Africa.

Pero Verney opinó que las sanciones, cuyo anuncio se efectuó en medio de las negociaciones, podrían implicar que Estados Unidos no mantiene grandes esperanzas sobre las conversaciones.

El volumen del comercio entre Sudán y Washington ascendió a 70 millones de dólares en 1996, según Sudan Update. De ese total, Washington exportó 50 millones mientras que Jartum exportó 20, la mitad de los cuales correspondieron a la venta de goma arábiga.

Sudán es una de las fuentes principales de goma arábiga, sustancia viscosa que se extrae de la acacia y se utiliza en la producción de alimentos, bebidas sin alcohol y fármacos.

Las empresas estadounidenses que utilizan goma arábiga, y que ahora quizá deban recurrir a fuentes europeas y japonesas de mayor costo, intentaron que Washington excluyera a la sustancia de las sanciones, explicó Verney.

Aunque las sanciones detendrán las inversiones estadounidenses en la industria petrolera de Sudán, otros países pronto llenarán el vacío. Firmas de Austria, Canadá, China, Francia, Malasia, Rusia y varios países árabes ya invierten con fuerza en proyectos de energía en el país africano.

Las sanciones no agregarán presión al gobierno de Sudán porque, en la práctica, el régimen ya está aislado en el ámbito diplomático, especialmente con respecto a Europa y Estados Unidos, opinó Yasin Miheisi, de la Organización de Derechos Humanos de Sudán, con sede en Londres.

"En la Organización de las Naciones Unidas se sugirió la aplicación de un embargo para impedir el suministro de armas a Sudán. Esta sería la única forma efectiva de evitar que el gobierno haga la guerra", dijo.

Los esfuerzos de Sudán de reprimir a los presuntos terroristas que operarían en el territorio nacional también fueron puestos en duda.

Jartum "es culpable de terrorismo y de violar los derechos humanos. Muchos crímenes (del gobierno) se excusaron para aliviar el sufrimiento del pueblo", sostuvo Alex De Waal, de la organización Derechos Africanos, de Londres, quien afirmó que las sanciones son "merecidas".

Pero algunos señalaron que Sudán expulsó a terroristas conocidos a nivel internacional como Saudi Osama Bin Laden, relacionado con atentados con bombas contra objetivos estadounidenses en Sudán y Arabia Saudita, y el venezolano Ilyich "Carlos el Chacal" Ramírez Sánchez.

Aunque Estados Unidos y Egipto acusaron a Sudán de brindar su apoyo a los hombres que en 1995 intentaron asesinar al presidente egipcio Hosni Mubarak en Etiopía, El Cairo mantuvo intercambios diplomáticos de alto nivel con Sudán.

"Washington es el mayor perdedor con esta decisión", declaró el miércoles el ministro de la cancillería sudanesa Mustafa Osman Ismail. "Se trata de una extensión del apoyo que Estados Unidos brinda a países vecinos en su agresión contra Sudán".

"Se trata de una de las injusticias que Estados Unidos impone a los países que no se someten a su poder y toman sus propias decisiones", añadió.

Algunos sudaneses discreparon con las declaraciones de Osman Ismail. "El embargo brinda apoyo político y moral a las campañas sudanesas por la democracia", dijo a IPA un taximetrista en Jartum. "Hemos sufrido y estamos preparados para sufrir más, pero lo más importante es que este gobierno debe retirarse".

Mientras, en Londres, incluso los detractores más acérrimos de Sudán esperaban que la situación se resolviera pronto.

"Espero que estas sanciones puedan levantarse rápidamente una vez que se establezca cierto tipo de democracia y el respeto por los derechos humanos" en Jartum, señaló De Waal. (FIN/IPS/tra-en/aq/mom/rj/aq-ml/ip/97

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