La tensión entre israelíes y palestinos por el control de Jerusalén aumentó hoy con el ataque contra dos seminaristas judíos dentro de la amurallada Ciudad Vieja, supuestamente perpetrado por militantes palestinos.
La emboscada nocturna, que dejó como saldo un joven muerto y el otro herido, incrementó la tirantez ya exacerbada por los planes de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de realizar un censo de población árabe en la mitad oriental de la ciudad sagrada.
Además, un acuerdo del gobierno israelí con el Vaticano que coloca a los sitios católicos romanos de Jerusalén bajo el gobierno de Israel provocó la indignación de los palestinos.
Ambos estudiantes caminaban desde un seminario religioso judío ubicado en un barrio árabe hacia sus dormitorios en un barrio cristiano cuando fueron emboscados por desconocidos que les dispararon a quemarropa poco después de la medianoche de este jueves, informó la policía.
Aparentemente, los asaltantes habían estado esperando ocultos para atacar estudiantes que cada noche caminan por los estrechos callejones de la Ciudad Vieja después de sus estudios.
Uno de los estudiantes, Gabriel Hirschberg, de 26 años, recibió balazos en el pecho y murió instantáneamente. El otro, Benny Deal, de 18, fue herido pero logró llegar hasta la residencia del ministro de Infraestructura, Ariel Sharon, custodiada día y noche por paramilitares de frontera.
Ambos jóvenes estudiaban en un seminario afiliado a Ateret Cohanim, una organización ultranacionalista financiada parcialmente por el millonario judío Irving Mozkovitz, radicado en Miami.
Cohanim se dedica a establecer judíos en los barrios árabes de la Ciudad Vieja y otras partes de Jerusalén oriental para impedir que los palestinos tengan el control de la mitad oriental de la ciudad, a la que reclaman como capital de su futuro estado palestino.
Líderes de Cohanim exhortaron este jueves al gobierno a dar una "respuesta sionista" al asesinato incrementando la presencia judía en Jerusalén oriental.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, criticó al gobierno del presidente palestino Yasser Arafat por no poner freno a los radicales islámicos, a los que culpó por el ataque, y dijo que éste fue "muy grave e intolerable". Hasta ahora no se realizaron detenciones, según la portavoz policial Linda Menuhem.
El gabinete de Netanyahu realizó este jueves una reunión de emergencia para discutir formas de responder al atentado. El alcalde de Jerusalén, Ehud Olmert, dijo que los palestinos hicieron muy poco por prevenir los ataques.
"Se trata de personas con armas automáticas, organizadas en células, que tienen rutas de escape y cuentan con ayuda logística para ocultarse", señaló Olmert.
El ataque ocurrió horas después del anuncio de renuncia de la ANP a sus planes de realizar un censo de población en la mitad árabe de Jerusalén.
Israel arguyó que el censo sería violatorio de los acuerdos preliminares de paz negociados en Oslo, y el ministro israelí de Seguridad Interna, Avigdor Kahalani, advirtió que constituiría "un golpe a la soberanía de Israel sobre Jerusalén".
El censo, el primero instrumentado por el gobierno palestino, se realizará del 10 al 24 de diciembre y cubrirá Gaza y Cisjordania. Los resultados se conocerán a comienzos de enero.
La disputa culminó el mismo día en que el patriarca latino Michel Sabbah aseguró a Arafat que el cambio del estatuto jurídico de los sitios católicos en Jerusalén no alteraría la postura del Vaticano, que no reconoce la soberanía de Israel sobre toda la ciudad.
El atentado coincidió también con un momento de creciente presión de Washington sobre Israel para que retire sus tropas de varias ciudades de Cisjordania y defina el alcance de un cronograma para detener la construcción de barrios judíos en zonas árabes.
Netanyahu intentó vincular el cronograma con concesiones palestinas que permitirían a Israel posponer el retiro de tropas, previsto para este mes. Anunció además que no habrá repliegue alguno hasta que Arafat se muestre más dispuesto a reprimir a los extremistas islámicos.
Sin embargo, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright, advirtió al primer ministro israelí que el repliegue debe producirse antes de una cumbre entre Netanyahu y el presidente estadounidense Bill Clinton, prevista para el mes próximo, según el períodico israelí Ha'aretz. (FIN/IPS/tra- en/dho/mom/rj/ml/ip/97