PALESTINA: Israel demuele tres casas por semana en Cisjordania

El gobierno de Israel ha ejecutado cada semana en lo que va de 1997 la demolición de tres viviendas de palestinos en la Cisjordania ocupada. Varios cientos de edificaciones más tienen los días contados.

Se trata de casas que, aunque construidas en predios que son propiedad de sus habitantes, se ubican en zonas aun bajo control militar israelí.

Subhi Fanoun, un palestino de 22 años, escuchó hace pocas semanas desde su casa el rugido de la aplanadora que destruía viviendas en construcción en Nahalin, pequeño poblado de la zona de Cisjordania aún bajo control israelí, a dieciséis kilómetros de Jerusalén.

Los soldados impidieron que los residentes contemplaran la demolición. Cuando pudieron salir de sus hogares después del mediodía, dos de las seis construcciones a medio hacer se habían convertido en escombro.

La casa que la familia de Fanoun estaba construyendo era una de las que se mantenía en pie. El joven respiró con alivio. Pero su vecino Ahmed Ibrahim no tuvo tanta suerte.

El techo de la vivienda de Ibrahim, por la que había pagado 30.000 dólares, yacía en el suelo con el resto de la estructura, como si un gigante lo hubiera pisado.

La secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Madeleine Albright, reclamó en septiembre a Israel que detuviera las demoliciones. Las portadas de los periódicos palestinos muestran a diario imágenes de mujeres y niños que lloran frente a las viviendas destruidas.

El gobierno de Benjamín Netanyahu argumenta que dispone la demolición de las casas que está demasiado cerca de algún asentamiento judío o de alguno de los caminos que utilizan los colonos para eludir las áreas de mayoría palestina.

Las viviendas de palestinos involucrados en ataques terroristas, incluso aquellas donde vivían los suicidas, son también borradas del mapa como advertencia.

Pero la mayoría de las demoliciones se debe a que fueron construidas sin permiso de la Administración Civil de Israel, autoridad militar en Cisjordania.

"Mientras seamos responsables del área, cumpliremos con la ley. Y la ley establece que se necesita un permiso para construir", dijo Peter Lerner, portavoz de la Administración Civil.

La demografía es lo que determina el control del territorio en Cisjordania. Los palestinos acusan a Israel de demoler con fines políticos.

"Están trabando el cumplimiento de las legítimas aspiraciones de los palestinos", dijo Salah Taamari, miembro del Comité de Tierras del Consejo Legislativo Palestino.

"Los palestinos construyen para satisfacer sus necesidades y los israelíes demuelen. Ellos dicen que no tienen permiso, pero ellos lo solicitan y nunca lo obtienen. Es un círculo vicioso", agregó Taamari.

Mientras limita las construcciones de los palestinos a la jurisdicción de sus localidades, Israel permite que muchos de los 144 asentamientos judíos en territorios ocupados de Cisjordania se expandan de acuerdo con su "crecimiento natural".

Dos calles circulares fueron excavadas en una colina junto al asentamiento de Betar Illit, una comunidad judía ortodoxa al sur de Jerusalén, donde se prepara un predio para construir.

Sobre otra colina a unos seis kilómetros, el asentamiento de Neve Daniel tiene media docena de viviendas en construcción. Allende la carretera, otro asentamiento, el Efrat, construye cientos de viviendas.

Si Israel accede al pedido de Estados Unidos, estas y otras construcciones serán suspendidas.

Pero, hasta ahora, el gobierno de Netanyahu rechazó todas las propuestas, y las condiciona a que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) deje de reclamar el retiro de tropas desplegadas en las áreas de Cisjordania aún bajo control israelí.

Israel ha vacilado en entregar más tierras a la ANP hasta que el gobierno de Yasser Arafat muestre mayor ahínco en abatir a la oposición armada.

El acuerdo de 1995 convierte Cisjordania en un rompecabezas de zonas controladas por Israel y la ANP. Ocho ciudades y cientos de poblados, que representan casi 30 por ciento del territorio cisjordano, están hoy gobernados por palestinos total o parcialmente.

En la mayoría del área controlada por la ANP, la construcción está en auge, en especial las zonas cercanas a Jerusalén, donde los palestinos esperan instalar la capital de su estado.

Pero la jurisdicción de la ANP termina con frecuencia en la última casa, en particular en los poblados cercanos a la capital o a lo largo de la "línea verde", como se conoce a la "frontera" que los separa de Israel.

Los predios circundantes, muchas veces propiedad de los propios palestinos, están bajo control israelí y en ellos son las autoridades israelíes las que determinan quiénes pueden construir.

Fanoun y otros tres propietarios esperan que una corte militar israelí decida sus peticiones de detener la demolición de sus casas. Si gana, podrá mudarse a su nueva vivienda. Y podrá casarse, porque, según las tradiciones palestinas, sólo puede hacerlo si cuenta con un hogar.

En cambio, Ahmed Ibrahim cesó sus reclamos y no reanudará la construcción. Ahora, construye una subdivisión en la casa de tres habitaciones donde vive con 16 familiares. El legislador Taamari comprende sus vacilaciones.

"Debería verlos, mirar los ojos de esos jóvenes mientras los israelíes demuelen sus casas. Es demasiado cruel, es miserable", dijo. (FIN/IPS/tra-en/dho/rj/mj/ip pr/97

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe