El cólera ya cobró 17 muertes en la costa de Kenia, en Africa oriental, lo que amenaza con disminuir drásticamente la corriente turística hacia la zona, ya afectada por la violencia entre grupos étnicos.
Informes de prensa añaden que 40 personas más fueron hospitalizadas. Tanto la isla de Mombasa como la ciudad de Malindi, populares centros turísticos al sudeste del país, fueron afectados por la enfermedad.
El brote causó pánico en la industria del turismo, que aún no se recuperó de las pérdidas ocasionadas por las cancelaciones en masa de reservas hoteleras durante la violencia étnica de agosto en Likoni, en la continental Mombasa del Norte.
Los primeros informes sobre la enfermedad surgieron la semana pasada en una hacienda de la continental Mombasa Occidental, donde mató a cinco personas.
"No vendimos pasajes para Mombasa esta semana", se lamentó un agente de turismo, quien agregó que, en esta época del año, los turistas por lo general acuden a sus oficinas para reservar sitio en hoteles de la zona.
Mombasa, principal puerto marítimo de Kenia y segunda ciudad del país después de Nairobi, es el principal destino de los turistas que visitan Africa oriental, debido a sus valiosos sitios históricos.
Junto con Malindi, que comparte una historia similar de exposición a las culturas portuguesa y árabe, las dos ciudades generan cerca de 70 por ciento de los ingresos turísticos del país.
Según cifras del Ministerio de Turismo y Vida Salvaje, el turismo genera 375 millones de dólares por año. Pero el sector perdió unos 10 millones de dólares por mes desde que la violencia surgió en la zona, y se espera que la cifra aumente si el brote de cólera no se controla rápidamente.
Muchos países industrializados advirtieron a sus ciudadanos que no viajaran a la provincia costera de Kenia luego que la violencia étnica arrasara al territorio en agosto, con un saldo de 40 muertos.
La conflictividad afectó a la industria turística que representa más de 10 por ciento del producto interno bruto del país y da trabajo a más de 350.000 personas.
Preocupados agentes turísticos solicitaron la intervención del gobierno para detener la expansión del cólera porque, sostienen, el mal ya está afectando el flujo de turistas a la zona, de por sí desierta.
Pero representantes de la industria turística reconocen que la situación en la zona ya había comenzado a deteriorarse antes de la violencia y la aparición del cólera. La mala situación de la infraestructura, en especial de las carreteras y el suministro de agua, es preocupante, según los operadores turísticos.
"No es como en los buenos tiempos cuando Mombasa era el destino principal de los safaris internacionales en Africa", dijo Juliet Ndunge, empleada de una agencia de turismo de la ciudad.
Los operadores y los hoteles están obligados a reducir drásticamente los precios de los paquetes turísticos para intentar atraer de nuevo a los visitantes.
"Prevemos una gran caída de ingresos en la temporada navideña debido a las cancelaciones en masa de reservas", explicó Fedor Guske, gerente de International Tourist Services, con sede en Alemania. Guske informó que su firma rebajó 40 por ciento el precio de los paquetes de viaje a Kenia.
El médico Swaleh Shariff, autoridad de salud pública de la costa, atribuyó el brote de cólera a la contaminación del agua potable con aguas servidas durante las fuertes lluvias que inundaron la zona en las últimas semanas.
Shariff indicó que el gobierno envió personal médico y fármacos para paliar la situación. El galeno exhortó a los residentes de la zona que hiervan el agua antes de tomarla y ordenó la clausura de lugares de comida con falta de higiene y puestos gastronómicos sin autorización.
"Esta enfermedad se puede contener con facilidad mediante sencillas medidas de higiene", aseguró Shariff.
El cólera es una enfermedad infecciosa causada por bacterias que atacan el estómago y los intestinos, lo que provoca diarrea grave. El mal se contrae a través de agua y alimentos contaminados y el enfermo puede morir si no recibe tratamiento.
Los pacientes sufren de severa deshidratación causada por la diarrea y calambres musculares. El tratamiento consiste en el reemplazo intravenoso de los fluidos y sales perdidos, junto con dosis de antibióticos.
El primer caso de cólera en Kenia se denunció en junio, en la provincia occidental de Nyanza, junto a la frontera con Uganda y Tanzania. Al menos 400 personas murieron en la zona y los hospitales trataron a unas 3.000 personas afectadas.
En la vecina Tanzania, el cólera mató al menos a 922 personas este año, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cerca de la mitad de las muertes ocurrieron entre el 1 de julio y el 18 de septiembre.
La epidemia, que comenzó en la zona noroccidental de Kigoma, se expandió a 17 de las 20 regiones de Tanzania, añadió el informe de la OMS.
El brote de cólera hizo que la vecina Uganda, que comparte el lago Victoria con Kenia y Tanzania, reforzara la vigilancia en su frontera con Kenia. (FIN/IPS/tra-en/ja/pm/aq-lp/he/97