IRAQ-ONU: Retroceso de Hussein deja interrogantes para EEUU

El anuncio hoy de Iraq para el retorno de los supervisores de armas de la ONU, incluyendo ciudadanos estadounidenses, ofreció una salida al tenso bloqueo militar con Estados Unidos, pero presionaría a Washington a aceptar un acuerdo sobre las sanciones contra Bagdad.

Diplomáticos de Estados Unidos se apresuraron a subrayar que no ofrecieron nada a Bagdad a cambio de lo que autoridades iraquíes y rusas acordaron que sería "un regreso incondicional de la Comisión Especial de las Naciones Unidas (UNSCOM)".

Este jueves el embajador iraquí Nizar Hamdoon informó al Consejo de Seguridad de la ONU la decisión de Bagadad de que UNSCOM, incluyendo sus integrantes estadounidenses, podría reanudar su trabajo. "La crisis terminó", dijo Hamdoon.

Algunos elementos del acuerdo propuesto por el canciller de Rusia, Yevgeny Primakov, no obstante, se hicieron evidentes.

Este viernes, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá en Nueva York para discutir "formas de hacer más efectivo el trabajo de UNSCOM", según una declaración conjunta acordada en Ginebra por los cancilleres de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia, y un funcionario chino.

La declaración respaldó la iniciativa diplomática de Primakov, lo cual podría considerarse una retirada de Estados Unidos, que exhortó a que no haya negociaciones con Bagdad tras su decisión del 29 de octubre de prohibir a ciudadanos estadounidenses de UNSCOM el trabajo en Iraq, dijeron observadores.

En su primer comentario sobre los hechos, el presidente Bill Clinton dijo este jueves que Estados Unidos permanecerá en guardia durante los próximos días, mientras "esperamos y vemos si (el presidente iraquí) Saddam Hussein cumple en verdad con la voluntad de la comunidad internacional".

Clinton dijo en Washington que Estados Unidos "mantendrá la resolución sobre nuestra determinación a evitar que amenace a sus vecinos, o el mundo, con armas nucleares, químicas y biológicas".

Observadores de la ONU creen que podría haber otros términos para la iniciativa de Primakov.

El canciller ruso indicó que el Consejo de Seguridad debe demostrar que cumplirá su promesa de levantar el embargo de siete años de la ONU contra Bagdad una vez que UNSCOM haya verificado la destrucción de las armas biológicas, químicas, nucleares y los misiles de largo alcance de Iraq.

Iraq también quiere una eliminación gradual de las sanciones, y un cambio en la composición de UNSCOM que reduzca la proporción de estadounidenses. Las discusiones para mejorar UNSCOM alcanzarían la meta final añadiendo más inspectores de Francia, Rusia y otras naciones con que Bagdad tiene mejores relaciones.

Estados Unidos, sin embargo, alega que ninguno de esos pactos se sellará.

"La iniciativa ruso-iraquí no es vinculante para Estados Unidos o el Consejo de Seguridad. ¿Por qué debería Iraq ser recompensado por haber vuelto atrás tras haber cometido un acto ilegal? El cumplimiento no debe ser recompensado con zanahorias", dijo Bill Richarson, embajador de Estados Unidos ante la ONU.

Aún así, analistas creen que el bloqueo por Iraq avergonzó a Estados Unidos, que no logró el respaldo, incluso de aliados árabes como Kuwait y Arabia Saudita, para una acción militar contra Bagdad.

El prolongado embargo y el colapso del proceso de paz entre Israel y Palestina también aisló a Estados Unidos en la región, como pudo comprobar la secretaria de Estado estadounidense, Madeleine Albright, durante una visita a Medio Oriente la semana pasada con el fin de estimular la unidad contra Bagdad.

En las Naciones Unidas, los diplomáticos han estado ansiosos por aceptar una solución pacífica a la crisis, de casi un mes. "Creo que es estimulante, pero debemos esperar a que lleguen los inspectores de la ONU para ver qué pasa", dijo este jueves el secretario general del foro, Kofi Annan.

Pero si Iraq permite que UNSCOM reanude el control de armas, Annan sugirió que Bagdad tiene derecho a "una audiencia clara" sobre sus problemas con las sanciones en el Consejo de Seguridad.

El acuerdo "alimentos por petróleo" del Consejo, que permite a Iraq vender 1.000 millones de dólares de petróleo cada 90 días para pagar materiales humanitarios, puede ser fortalecido y funcionar mejor, dijo Annan.

Iraq se ha quejado de que las provisiones humanitarias llegan con demasiada lentitud, y Albright admitió que el sistema, fuertemente supervisado por el Consejo de Seguridad, puede ser mejorado.

Por su parte, Richardson subrayó que Washington "no está listo para levantar las sanciones" y está dispuesto a vetar cualquier levantamiento en el Consejo si cree que Iraq no cumple su parte.

Autoridades iraquíes sostienen que el gobierno de Estados Unidos está determinado a mantener las sanciones, más allá del cumplimiento con las armas, hasta que Saddam Hussein esté fuera del gobierno o muerto.

También hay interrogantes sobre hasta qué punto el Consejo puede apoyarse en UNSCOM.

Alrededor de 14 por ciento de más de 100 inspectores y personal de UNSCOM son estadounidenses, y aunque su peso proporcional puede diluirse si la fuerza de supervisión se expande, como quiere Iraq, el presidente de UNSCOM, Richard Butler, se resiste a hacer cambios en su equipo sobre la base de la nacionalidad.

"No hay forma de que la exclusión arbitraria de cualquier nacionalidad no afecte a UNSCOM en algún punto", alegó Butler, de nacionalidad australiana, quien tampoco siente que el fin de la misión de las inspecciones de armamento esté cerca.

Aunque Iraq asumió la destrucción de casi todos sus misiles Scud y gran partes de sus arsenales de armas químicas, UNSCOM aún está preocupada sobre el potencial iraquí de armas biológicas, e insiste en un control de largo plazo para evitar la reconstrucción del arsenal. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/lp/ip/97

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