Los españoles todavía se confunden a la hora de nombrar a los países americanos de habla castellana y portuguesa, con denominaciones que evidencian tendencias ideológicas.
Un ejemplo se tuvo en la III Conferencia de Tribunales Supremos de Justicia de Iberoamérica, Portugal y España, que se clausuró el viernes 31.
En la denominación de la conferencia se utiliza "Iberoamérica" como sinónimo de "América Latina". Pero al mismo tiempo, sus convocantes señalan que se realiza en el marco de la VII Conferencia Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que se celebrará el 8 y 9 de noviembre en Isla Margarita, Venezuela.
En esta última participan los jefes de Estado y de gobierno de España y Portugal junto a los 19 presidentes de los países americanos de habla española y portuguesa. Se la denomina "iberoamericana" por incluir a países de Europa y América y, por lo tanto, excede el marco específico de América Latina.
También hay instituciones, como la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), de la que son miembros plenos España y los países latinoamericanos.
El diputado socialista Enrique Barón, ex presidente del Parlamento Europeo, afirma que los países del otro lado del Atlántico de habla española y portuguesa deben ser llamados latinoamericanos, porque "sus habitantes se denominan así, y a la gente, para tratarla con respeto, hay que reconocerle su propio nombre".
Porque así se denominan el Sistema Económico Latinoamericano, el Parlamento Latinoamericano, la Federación Latinoamericana de Periodistas y cientos de instituciones, públicas y privadas.
Los españoles de derechas insisten en el uso de Iberoamérica como sinónimo de América Latina, y argumentan que aceptar esta última expresión sería admitir un triunfo francés.
Pero el historiador y escritor chileno Miguel Rojas Mix señala que el origen no es francés. El chileno Francisco Bilbao fue el primero en usar esa denominación y el gentilicio latinoamericano en 1856, en contraposición a Estados Unidos que, decía, "cree en su imperio como Roma creyó en el suyo".
Hay otras denominaciones que, o bien no prosperaron, como Indoamérica y Afroamérica, o que señalan otros fenómenos más limitados. Así, Hispanoamérica es aceptada para definir al conjunto de países que reconocen al español como su propia lengua.
Por lo que se puede hablar de una literatura hispanoamericana para todo lo escrito en español, sin menoscabo de que existan también la literatura latinoamericana, la española, argentina, brasileña, mexicana o de cualquier otra nación.
La denominación Iberoamérica fue un producto de la guerra de Cuba (1898) y sus defensores la utilizaron a partir de 1904 como opuesta a Latinoamérica. Desde entonces la usan con ese criterio quienes tienen una concepción hegemónica de España sobre América Latina.
No obstante, en la última década, se dio nuevo contenido al término Iberoamérica, al compás de la gestación y consolidación de la Conferencia o Cumbre Iberoamericana y para señalar una realidad distinta.
Esa conferencia, en su última edición, realizada el año último en Santiago de Chile, en la declaración final llegó a hablar de una Comunidad Iberoamericana de Naciones, integrada por los países de habla española y portuguesa de Europa y América.
Es así, aunque algunos, como los organizadores de la Conferencia de Tribunales Supremos, todavía no se enterasen y sigan aplicando la anticuada y hegemonista acepción de principios de siglo.
Rojas Mix sostiene que a los latinoamericanos les queda todavía la posibilidad de recuperar el uso del nombre de América, sin más agregados, para designarse a si mismos.
Algo que todavía es difícil, ya que los poderosos vecinos del Norte se denominan americanos y éstos, para diferenciarse de sus vecinos del sur deberían inventarse un nuevo gentilicio, quizás el de "usamericanos".
Mientras, vale recordar el "Nuestra América", como la llamó el cubano José Martí, y admitir que, hoy por hoy, el nombre reconocido por los propios interesados es el de América Latina. Con el agregado de "y el Caribe", cuando se incluye también a los países no hispano ni lusoparlantes. (FIN/IPS/td/ff/cr ip/97