La VII Cumbre Iberoamericana tendrá como objetivo de fondo "la formación de una conciencia que identifique a sus 21 países como una porción diferente del mundo, que tiene su propio proyecto y su comunidad", dijo hoy el canciler de Venezuela Miguel Angel Burelli.
Según el ministro de Relaciones Exteriores del país anfitrión del encuentro, esa identificación colectiva evitará que "la globalización que nos viene a atropellar desdibuje nuestro ser, nuestra historia y nuestra cultura común".
La VII Cumbre anual de los 19 países latinoamericanos, España y Portugal se realizará el sábado y el domingo en la isla de Margarita, en la caribeña costa de Venezuela, y tendrá por tema central el fortalecimiento de los valores éticos de la democracia como vía para recuperar la credibilidad en la política.
Los 23 jefes de Estado y de gobierno pasarán también revista a problemas que van desde el terrorismo, el narcotráfico, la pobreza, la paz en Colombia, el ambiente o las minas antipersonales a la promoción de una Internet iberoamericana que impida un ciberespacio dominado por el inglés.
En entrevista con IPS, Burelli pasó revista a los puntos que gravitarán en la Cumbre, estén o no contenidos en la Declaración de Margarita, cuyo proyecto llega a la isla sin "corchetes" (observaciones) después de que Cuba levantó los que quedaban al texto pactado en sucesivas reuniones desde abril.
"Ya no hay corchetes", explicó en lo que fue obra de un corto encuentro sostenido aquí la semana pasada con su colega cubano Roberto Robaina, del que el canciller venezolano no quiso dar muchos detalles.
Pero sí admitió que fue una reunión "muy provechosa y se logró eliminar ciertas diferencias de percepción", sobre el texto del proyecto de declaración, que pasará a recibir su última afinación este miércoles por los coordinadores de la Cumbre y será revisado el viernes por los 21 cancilleres.
En teoría, los coordinadores sólo deberían limpiar de la declaración las palabras o frases que no tuvieran consenso, lo que quedó superado con la reunión Burelli-Robaina.
Pero el canciller venezolano es consciente que el punto del derecho a la información veraz, como uno de los seis subtemas en que se decidió analizar la cuestión de una democracia sustentada en la ética, ha levantado tales ronchas entre los editores de medios del continente que más de un gobierno lo reabrirá.
El presidente Rafael Caldera de Venezuela y Burelli han insistido en que detrás de la inclusión de este principio como un valor democrático no hay un intento de regular o normar la información.
Pero la poderosa Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) opina lo contrario y promueve que el asunto sea eliminado de la Cumbre.
Burelli dijo que el texto consensuado es "claro y esclarecedor sobre la falta de dobles intenciones", pero reflexionó que la campaña lanzada por la SIP ha sido "muy dura y los gobiernos más impresionables" probablemente reabran la discusión.
El canciller también admitió que más de un gobernante va a sacar el tema de Cuba, el único país que no está regido por la democracia dentro de la comunidad iberoamericana, e intentar presiones de diferente tipo para que su presidente Fidel Castro asuma compromisos de una apertura política.
"Si se plantea el tema de Cuba se tratará de una manera muy directa y muy abierta, como siempre se ha hecho en estas cumbres, pero dado el rango de sus participantes nada será agresivo", explicó el jefe de la diplomacia venezolana.
Recordó, además, que "cuando surgió la iniciativa de las cumbres no se habló de una Cumbre Iberoamericana Democrática sino de una realidad de hecho y una comunidad donde Cuba estuvo englobada desde el principio y no hay razón para desglosarla".
Para Burelli ese impensado desglosamiento "será menos fácil en la medida que haya intereses extraños para que ello suceda", en una alusión a versiones de que Estados Unidos trata de impedir que Cuba sea sede de la Cumbre de 1999 y alejarla del grupo.
"Somos una familia, como lo es la Organización del Atlántico Norte, por ejemplo", y esa realidad es algo que recién comienza a percibirse desde fuera del grupo que comparten las afines lenguas del castellano y el portugués, destacdó.
Burelli es un defensor del balance positivo de las colonizaciones española y portuguesa en América porque a diferencia de las realizadas por los ingleses o los franceses. "Aquí se volcaron y se fundieron y transmitieron no sólo su cultura sino su sangre y se quedaron en nosotros", señaló.
Sin embargo, planteó que Francia supo sostener una comunidad francófona de naciones y Gran Bretaña tuvo un logro similar, mientras que los iberoamericanos comienzan recien a los 500 años de la llegada de España a América, a reencontrarse en una comunidad propia.
Aseguró que esa identidad colectiva hace que los mandatarios "vayan muy al grano, participen mucho y aborden todos los problemas de manera muy concreta", sobre todo durante lo que se ha convertido en la parte más sustancial y menos divulgada de estas cumbres: el conclave sin testigos del último día.
También permite, en esta ocasión específica, que el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas Kofi Annan perciba como invitado especial "qué significamos, la concreción política y humana de lo que somos y nos tome en cuenta por lo que representamos como bloque", en su primer contacto con América Latina.
Sobre la paradoja de que se discuta sobre ética democrática cuando todas las instituciones son acusadas de estar minadas por la corrupción, el mal funcionamiento y el descrédito, Burelli dijo que "precisamente es eso que lo hace necesario".
Para el ministro, los gobiernos tienen la responsabilidad de resolver los males de sus países y al abordar temas como la corrupción, derechos humanos o transparencia electoral en forma colectiva, se crea una sombrilla que da peso a las iniciativas nacionales que puedan servir de ejemplo positivo a los otros.
Explicó que, por ejemplo, el gobierno venezolano no creyó que con el lanzamiento de una campaña continental que dio vida a una convención interamericana contra la corrupción, "este drama iba a ser eliminado". Pero sí ayudó "a crear una conciencia contra ella y a acabar con la impunidad".
Pero a la hora de situarse anticipadamente en el domingo 9, Burelli no duda que el mayor resultado de la cumbre sea el que se dé en materia de cooperación, que en el plano iberoamericano tiene como destino la formación y educación y se basa en una filosofía de cooparticipación alejada del asistencialismo.
En ese sentido, Burelli destacó el plan para que de Margarita salga un proyecto para potenciar la pequeña y mediana industria, propuesto por Venezuela, para promover a ese sector como "el germen de un nuevo desarrollo sostenible y sostenido", asentado en la producción colectiva. (FIN/IPS/eg/dg/ip-if/97
