HAITI: Preocupan limitaciones de Canadá a la inmigración

Los planes de Canadá de introducir nuevas leyes de inmigración en 1998 preocupan a Haití, ya que reducirán drásticamente el número de sus ciudadanos elegibles para la residencia permanente en el país norteamericano.

El nuevo plan, denominado "Por una Canadá más fuerte", prevé la llegada de 192.700 nuevos inmigrantes y 32.000 refugiados el año próximo. A la vez, introduce un incentivo para inversores, en especial del sudeste de Asia.

El número de nuevos inmigrantes que serán admitidos en la franco hablante provincia de Quebec, según disposiciones de reunificación familiar, caerá de 17.664 a 7.000. Esta reducción afectará especialmente a los haitianos, quienes a menudo eligen vivir en Quebec por la facilidad de la lengua.

Oficialmente, el nuevo plan favorece la inmigración de inversores, profesionales y trabajadores especializados, pero los expertos lo consideran una masa de nuevas restricciones que tienden a desalentar la inmigración de los más desfavorecidos.

La publicación del plan se produjo al mismo tiempo que la presentación de varias quejas de maltrato de inmigrantes solicitantes y algunos ciudadanos canadienses de origen haitiano en la embajada canadiense en Puerto Príncipe ante el Ministerio de Relaciones Exteriores de Canadá.

Eric Faustin, director de la Oficina de la Comunidad Cristiana de Haitianos en Montreal (BCCHM), compiló un voluminoso documento con las denuncias.

Faustin dijo a IPS que las quejas varían de "una recepción arrogante y casi sarcástica" en la embajada, al rechazo arbitrario del procesamiento de algunas peticiones de inmigración.

La embajada canadiense en Puerto Príncipe exigió de los candidatos a la reunificación familiar la presentación de pruebas de ADN para verificar que los pasaportes que presenten sean efectivamente suyos.

El nuevo requisito para procesar las solicitudes, además de ser muy caro, está directamente conectado al creciente número de solicitudes, dijo el director del BCCHM.

Aunque Faustin destaca que es demasiado pronto para montar una gran protesta, considera preocupantes a las nuevas políticas canadienses. "Invitamos a todos los demandantes a luchar por sus derechos con la cancillería canadiense y, en caso de fracasar, buscar todo recurso legal posible", dijo.

Alistair Boulton, abogado de Toronto especialista en casos de inmigración, cree que el gobierno canadiense comete "un gran error" al favorecer a los inmigrantes ricos por sobre aquellos de menos recursos.

El número de visas de inmigrantes entregadas a candidatos a la reunificación familiar en la provincia de Quebec pasó de 12.885 en 1992 a 8.865 en 1996, y se espera que caiga aún más a fin de 1997. (FIN/IPS/tra-en/imc/sz/lp/pr-ip/97

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