EEUU-MEXICO: Difícil agenda en nuevo encuentro presidencial

Como siempre sucede antes de un encuentro entre los presidentes de Estados Unidos y México, todo es sonrisas y palabras de aliento entre funcionarios. Sin embargo, al igual que en la última cita, detrás de la parafernalia diplomática recrudecen tensiones y conflictos.

Problemas sobre narcotráfico, comercio, derechos humanos y migración serán los ejes de las conversaciones que mantengan Bill Clinton y Ernesto Zedillo, durante la visita que el segundo realizará jueves y viernes a Estados Unidos.

Según funcionarios, en la cita se aspira aclarar el alcance de un acuerdo bilateral que permite, de acuerdo Estados Unidos, perseguir a narcotraficantes en territorio ajeno, cosa que aunque ya habría sucedido, México lo niega, y otro que autoriza la extradición temporal de capos de la mafias.

En materia de comercio se preve que México reclamará por la persistencia de barreras para la venta de escobas, cemento y hierro. Además protestará por la resistencia a permitir el ingreso de camiones por la zona de frontera, a pesar que existen documentos que garantizan ese tráfico.

En migración, Zedillo y su equipo, integrado por varios secretarios de Estado, buscarán limar asperezas generadas luego que acusaron a su vecino tratar a los inmigrantes como delincuentes.

Recientes estudios indican que de cada 100 indocumentados que ingresan a Estados Unidos sólo 39 son originarios de México. Son embargo, 90 por ciento de los inmigrantes ilegales arrestados por autoridades migratorias son nacidos en ese país latinoamericano.

En todos los temas bilaterales, pero especialmente en migración, el gobierno de Zedillo denunció por diversas vías en los últimos cinco meses que su vecino violó compromisos previos adoptados durante la visita que realizó Clinton a México en mayo pasado.

En el último encuentro entre los mandatarios se firmaron 11 acuerdos de cooperación y dos alianzas.

De la agenda de la próxima cita, la número 55 entre mandatarios de los dos países en los últimos 88 años, quedó fuera la promoción que, según analistas, haría Zedillo frente a diputados del país vecino del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), integrado también por Canadá.

En lo que se considera una de sus más importantes derrotas políticas, Clinton no logró que los diputados le den poder para negociar por "vía rapida" acuerdos de libre comercio con nuevos países. Entre los argumentos usados por los opositores destacó el señalamiento de que el TLC, en vigencia desde 1994, es un fracaso.

El revés, consumado este lunes, dejó a Clinton sin la principal herramienta que prometió llevar a la proxima cumbre hemisférica, a celebrarse en Chile en 1998, con una agenda centrada en avanzar hacia la apertura comercial en el continente.

El gobierno de México, que dice apoyar a Washington en su plan de ampliar el libre comercio en América, sostiene que el TLC es un éxito total, pues disparó el intercambio de su país con Estados Unidos a un ritmo superior a 20 por ciento anual.

Para sectores sindicales independientes y políticos opositores, el acuerdo comercial con Canadá y Estados Unidos es un fracaso, pues provocó desempleo, concentró el comercio y perjudicó al medio ambiente.

En la próxima reunión entre Zedillo y Clinton destacará "en primer lugar la cálida relación entre ambos y subrayará su intención de mantener un contacto frecuente", indicó el embajador de México en Estados Unidos, Jesús Reyes Heroles.

En sus primeras declaraciones a la prensa, desde que asumió el cargo en octubre, Reyes Heroles afirmó que las relaciones entre México y Estados Unidos son hoy mejores que nunca, a pesar de que Washington mantiene desde junio vacante el puesto de embajador en su vecino del sur.

En la visita de Zedillo a Washington y Nueva York, lo central es un encuentro con Clinton para discutir temas bilaterales y citas con empresarios, señaló Reyes Heroler.

En segundo plano estará la firma de un acuerdo de extradición temporal. También CLinton y Zedillo atestiguarán la suscripción, en la sede de la Organización de Estados Americanos, de la nueva Convención Interamericana contra el Tráfico Ilícito de Armas.

El analista internacional Carlos Marentes sostiene que poco cambió la relación entre Estados Unidos y México desde la última cumbre.

Aunque por diplomacia se proyecte otra imagen, Washington sigue mponiendo su política por la fuerza y sin consultar, opinó Marentes. (FIN/IPS/dc/dg/ip-if/97

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