/DERECHOS HUMANOS/HONDURAS: CIA emplazada a desclasificar datos sobre desaparecidos

El Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos emplazó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a desclasificar en el corto plazo informaciones sobre los desaparecidos políticos de los años ochenta en Honduras.

En una carta enviada a la CIA, el grupo de Inteligencia del Senado en Washington manifiesta que ese organismo estatal debe entregar en particular toda la documentación acerca del sacerdote estadounidense James Carney, secuestrado en 1992.

Según testimonios, Carney fue detenido por los cuerpos represivos hondureños cuando oficiaba una misa en la región oriental del país.

La determinación del Senado estaodunidense obedece a las prostestas pacíficas que desde hace cinco días mantienen en Tegucigalpa los familiares del religioso, conocido popularmente en el país como el "padre Guadalupe".

El sacerdote jesuita Joseph Mulligan, quien acompaña en las protestas a los parientes del padre Guadalupe, indicó que la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa le entregó una nota donde el Comité de Inteligencia del Senado hacía la petición sobre la desclasificación al director de la CIA, George Tenet.

De acuerdo a Mulligan, el trámite puede durar un mes. "Permaneceremos aquí hasta obtener respuestas concretas, pues por ahora el gobierno del presidente Bill Clinton sólo ha sido promesas vacías en este aspecto", dijo.

La Central de Inteligencia ha entregado en los últimos dos años a Honduras una serie de documentos desclasificados sobre el caso de los desaparecidos políticos, pero no sirven como evidencia para entablar juicios a los responsables porque están tachados en sus partes fundamentales.

Leo Valladares, representante del estatal Comisionado de los Derechos Humanos, dijo este lunes a IPS que toda la información desclasificada dada por la CIA es "una burla a la dignidad hondureña porque los documentos vienen borrosos, evidenciando que quieren proteger así a los verdaderos responsables".

Valladares indicó que la acción de protesta pacífica llevada a cabo por los parientes del padre Guadalupe es una muestra "del cansancio de promesas a que se está llegando con el gobierno estadounidense, que esta vez se confía en que suelte algo más concreto para esclarecer el caso del padre Guadalupe".

Informes preliminares aducen que el sacerdote James Carney o padre Guadalupe, fue muerto por miembros del ejército hondureño y su cuerpo desmembrado y regado por varios rincones que conforman el amplio departamento de Olancho, en la región nor-oriental, donde él trabajaba con grupos campesinos.

Los parientes del sacerdote permanecen desde hace cinco días apostados en las afueras de la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa, pese a que el embajador James Creagan les ha pedido abandonar el sitio a cambio de "agilizar" su petición.

Honduras conoció en la década pasada fuertes violaciones a los derechos humanos, como la desaparición forzada de 184 personas por causas político-ideológica, a cargo de los cuerpos represivos del Estado en complicidad con la CIA de Estados Unidos, según un informe oficial difundido en 1993.

El Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras sostiene que el papel que la CIA jugó en esa década en Tegucigalpa fue mucho más violento que el que asumió en Guatemala, donde se comprobó su vinculación directa con las Fuerzas Armadas durante la represión política.

En Honduras, la administración del presidente Clinton prometió hace un año "acelerar" la desclasificación de los documentos sobre los desaparecidos, por los cuales se entabla juicio a 13 oficiales, activos y en retiro, que se mantienen prófugos desde año y medio. (FIN/IPS/tm/dg/ip-hd/97)

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