/DERECHOS HUMANOS/CHINA: Hacia la democracia de las bases

Nuevas señales de una apertura hacia la democracia en China sugieren la posibilidad de futuras elecciones directas para municipios y más altos niveles de gobierno.

En la vía de los hechos, el gobierno central ya no es la autoridad última, y en muchas áreas del gigantesco país asiático, los gobernantes provinciales y de condado tienen enorme libertad para decidir cómo gestionar los asuntos locales.

Hasta ahora, en un país con 4.000 años de historia feudal y un régimen comunista de casi cinco décadas, la sola mención de la democracia asustaba a la gente.

La idea de que "China necesita una mano de hierro, de lo contrario habrá un alzamiento" solía escucharse para justificar el estricto control estatal del poder. Pero la línea oficial se oye en los últimos tiempos en un lenguaje menos amenazador.

Zu Zhenxin, secretario del Partido Comunista de Changzhou, próspera ciudad en la provincia costera de Jiangsu, habla elocuentemente sobre "dificultades técnicas" para que las autoridades de los municipios sean electas directamente por la población.

"Los municipios en China a veces tienen la población de un pequeño país de Europa, por lo que realizar elecciones es un asunto muy sofisticado", dijo Yu Zhenxin.

La visión de este líder local de 3,3 millones de personas se hace eco de una declaración del presidente Jiang Zeming, también secretario general del Partido Comunista, durante una entrevista con el Washington Post antes de su visita a Estados Unidos esta semana.

Interrogado sobre la posibilidad de celebrar elecciones democráticas de autoridades públicas, Jiang se preguntó "¿cómo pueden las elecciones de estilo estadounidense organizarse en China, cuando tenemos más de 1.200 millones de personas y más de 100 millones que no pueden leer ni escribir?".

Los tiempos han cambiado, y en lugar de rechazar las elecciones directas sobre bases ideológicas, como solía hacer el Partido Comunista Chino no hace mucho, los dirigentes partidarios señalan dificultades técnicas como grandes poblaciones y un alto número de analfabetos.

A pesar de sus afirmaciones de que la democracia es imposible en el contexto chino, durante mediados de los años '80, China se embarcó en un proyecto nacional para establecer una democracia de base sobre "comités de villas" electos directamente.

La Ley Orgánica sobre Comités de Villas fue aprobada en 1987, y desde entonces numerosos intentos fueron hechos por instalar un sistema para que la población local participe y supervise el gobierno municipal.

Casi 800 millones de chinos viven y trabajan en áreas rurales. Sobre el nivel de las villas, se encuentran los de municipio, condado, prefectura y los gobiernos provincial y nacional. En el nivel del municipio y por encima, los congresos y gobiernos son electos o designados indirectamente.

En el reciente 15 Congreso del Partido, Jiang sugirió que la democracia a nivel de las bases sería extendida, y muchos lo tomaron como señal de que también se celebrarían elecciones a nivel de los municipios.

"Los órganos de base de poder y las organizaciones de masa autogobernadas en áreas urbanas y rurales deben establecer un sólido sistema de elecciones democráticas", dijo en su discurso de apertura del Congreso.

El área en que esta libertad es más visible es el ámbito de la economía, que ha sido el factor decisivo en el desarrollo de China durante los últimos 20 años.

En Changzhou, por ejemplo, el gobierno y los líderes del partido decidieron reescribir la política de desarrollo económico de las autoridades centrales y buscar "un zapato que les quede más cómodo".

En momentos en que China impulsa una política de "tomar lo grande y dejar lo pequeño" para reestructurar el enquilosado sector estatal, Changzhou está haciendo lo contrario.

En lugar de respaldar las grandes empresas estatales y crear corporaciones transprovinciales, según postuló el 15 Congreso del Partido, Changzhou optó por estimular a los llamados "pequeños gigantes económicos".

Estas pequeñas empresas representan 98 por ciento de todas las empresas de esta ciudad sobre el valle del río Yangtzé.

"Estas compañías son cruciales para la economía local, ya que brindan la mayoría de los empleos para los agricultores convertidos en trabajadores", dijo Yu, quien sabe que nada puede ser una mayor amenaza para la economía y la estabilidad local que el desempleo, que en todo el país afecta a unos 30 millones.

La ciudad ha tomado la iniciativa para buscar un remedio e impulsar a las pequeñas fábricas para que las cosas no empeoren, como sucedió en el noreste del país.

En las tres provincias del noreste, donde se construyeron las mayores industrias en los años 50, la crisis se agudiza día a día, con el cierre de las fábricas y miles de despidos.

Changzou instaló un banco local, el Banco Urbano Cooperativo de China, el cual deberá dar préstamos a pequeñas empresas y ayudarlas a adquirir nueva tecnología.

La dirigencia de Changzhou cree que, mientras las empresas locales generen ingresos por impuestos y creen empleo, no importa si son grandes o pequeñas.

"La libertad de los líderes locales para hacer sus propias apuestas al éxito sugiere el cambiante papel del estado local en China", dijo Dali Yang, profesor adjunto de ciencia política en la Universidad de Chicago. (FIN/IPS/tra-en/ab/ral/lp/hd-ip/97

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