Los presidentes de los cuatro Países Amigos de Colombia instaron hoy a la guerrilla a que escuche los deseos de paz expresados por millones de electores durante los comicios del 26 de octubre, mientras el mandatario de esa nación, Ernesto Samper, propuso una agenda de paz de seis puntos.
La pacificación de Colombia se transformó en el objetivo colectivo de la Comunidad Iberoamericana durante la Cumbre de 22 jefes de Estado y de gobierno que se celebró este fin de semana en la isla venezolana de Margarita.
Samper también obtuvo el compromiso del presidente cubano Fidel Castro de que usará su influencia a favor de que los dos grupos alzados en armas en Colombia desde hace cuatro décadas se sienten a una mesa de negociación con el gobierno de su país.
En rueda de prensa, Samper planteó por vez primera la agenda formal de negociación a los dos grupos guerrilleros alzados en armas en su país, con seis puntos, parte de los cuales había anticipado como propuestas previamente.
Esa agenda esta conformada por la humanización de la guerra y el respeto a los derechos humanos, la reforma agraria, la política petrolera, la justicia social dentro del modelo de desarrollo nacional, la seguridad ciudadana y el papel de las Fuerzas Armadas en el país.
Los gobernantes de Costa Rica, España, México y Venezuela emitieron un comunicado de cuatro puntos, en el cual plantearon que la población colombiana mostró en las urnas su rechazo a la violencia, al votar masivamente por una propuesta a favor de la paz interna.
También reiteraron su voluntad de transformarse en facilitadores de la creación de las condiciones necesarias para acercar a las partes en conflicto y participar en cualquier esfuerzo con ese objetivo.
El comunicado de los Países Amigos de Colombia fue el fruto de un encuentro con entre los cuatro mandatarios y Samper, y según precisó el presidente venezolano, Rafael Caldera, no se trata de una mediación, sino de facilitar la paz.
En ese sentido, Caldera dijo que "es indispensable que podamos merecer la confianza de las partes" en pugna y no sólo del gobierno colombiano.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) no han dicho hasta ahora si aprueban la conformación formal de un Grupo de Amigos de la pacificación colombiana, según el modelo de Guatemala y El Salvador.
Samper precisó que el proceso que busca abrir no es para culminarse en su gobierno y que problamente durará varios gobiernos más, pero que hay que comenzar a dialogar y a buscar la paz a toda costa, porque la demora en alcanzarla se mide en muchas vidas humanas.
También precisó que la guerra interna supone a Colombia una perdida equivalente a cuatro por ciento del producto interno bruto, en lo que son recursos que se sustraen a políticas de desarrollo que podrían mejorar las condiciones de vida de la población de su país. (FIN/IPS/eg/ip/97
