La Alianza opositora argentina admitió hoy como "mal menor" las medidas de ajuste anunciadas por Brasil para defender su moneda, que tendrán impacto recesivo en este país.
No sólo los presidentes de Argentina y Brasil intentaron mostrarse como aliados ante la nueva medicina fiscal que deberá ingerir el socio mayor del Mercosur para ahorrar 20.000 millones de reales (18.000 millones de dólares).
En efecto, la nueva oposición argentina la aceptó como alternativa a la devaluación de la moneda brasileña, una decisión que podría haber deteriorado la confianza de los inversores.
El referente económico de la Alianza, José Luis Machinea, sostuvo que el ajuste en Brasil provocará una desaceleración de la actividad en Argentina, pero es "el mejor" camino posible para evitar la temida devaluación del real.
El ajuste dispuesto por el gobierno brasileño "sin duda será recesivo para Brasil y para Argentina. Pero una devaluación habría sido una catástrofe, porque además de recesión, traería problemas de competitividad y mucha incertidumbre financiera" en la subregión, advirtió Machinea.
Brasil es el primer destino de las exportaciones argentinas. Argentina coloca 30 por ciento de sus ventas externas en ese país, principalmente automóviles, alimentos y petróleo. Se trata de unos 8.000 millones de dólares anuales que hoy están entre paréntesis.
La Cámara de Exportadores de Argentina cree que las medidas de ajuste fiscal en Brasil podrían provocar una caída de 15 por ciento en las exportaciones. El impacto podría ser menor si el ajuste fuera bien recibido por los mercados y se frenara la especulación.
"Por supuesto que nos afecta todo lo que pase en Brasil", admitió el presidente argentino Carlos Menem en Brasilia, poco después de reunirse con su colega brasileño Fernando Henrique Carodoso y firmar un comunicado en el que ambos cierran filas tras la estabilidad subregional.
Los exportadores argentinos consideran que las importaciones se reducirán como efecto lógico en Brasil si cae el consumo. Una economía que se ajusta tratará de vender más y comprar menos, y esta será la tendencia para 1998.
La crisis de los mercados de acciones que comenzó en el sudeste de Asia y se expandió por todo el mundo repercutió en Brasil, que sufrió una persistente caída de valores bursátiles. Para frenar la tendencia, el gobierno podía devaluar o adoptar medidas de ajuste como las que anunció.
La bolsa de Buenos Aires también fue afectada, aunque no tan profundamente como el mercado brasileño. Al comenzar esta semana, el anuncio de medidas en Brasil tranquilizó a los operadores de Sao Paulo, pero preocupó a los argentinos.
La bolsa de Buenos Aires cayó 5,7 por ciento el lunes, debido a las perspectivas de recesión, que ensombrecieron las esperanzas de productores y exportadores.
Las acciones de las empresas automovilísticas retrocedieron hasta 20 por ciento. Se trata de uno de los principales rubros de exportación.
Antes de la crisis financiera que puso a prueba la estabilidad monetaria de Brasil, el gobierno de Cardoso tenía previsto para 1998 un crecimiento de cuatro por ciento. Ahora, el pronóstico descendió a dos por ciento.
Machinea consideró que el crecimiento de Argentina será probablemente de cuatro por ciento en 1998, frente a una expectativa previa de 5,9. Ese menor crecimiento afectará la recaudación impositiva y frenará el leve aumento que registraba la tasa de empleo.
"Quizás habrá que prever algún ajuste adicional", comentó ó Machinea, un economista de las filas de la Unión Cívica Radical, el partido centrista que a principios de agosto se coligó con el centroizquierdista Frente País Solidario para ganar las elecciones legislativas del 26 de octubre.
El referente de la Alianza también observó que Argentina debe explorar nuevos mercados, para evitar lo que llamó la "Brasildepdendencia". Señaló que en los últimos dos años se incrementaron las ventas a Brasil y disminuyó la colocación de mercaderías en el resto del mundo.
Machinea propuso, para acabar con la concentración de las ventas en el mercado brasileño, estimular las exportaciones que no vayan al Mercosur. Al respecto, recomendó la devolución de impuestos internos en tiempo y forma a los exportadores, y acompañar al sector privado en la ofensiva por conquistar nuevos mercados. (FIN/IPS/mv/ff/if/97
