Al presidente de Perú Alberto Fujimori, el riesgo de una catástrofe natural parece favorecerlo políticamente.
Perú comenzó a ser afectado en agosto pasado por la cálida corriente marina conocida como El Niño, que provoca en varios lugares del mundo inundaciones, vientos huracanados o sequías.
Para evitar que se repita el impacto de 1992, cuando el fenómeno generó más de 2.000 muertes y miles de millones de dólares en pérdidas materiales en varios países, Naciones Unidas recomendó este año a todos los gobiernos adoptar medidas preventivas, tarea que Fujimori inició con singular entusiasmo.
Recorriendo en bicicleta polvorientos parajes de Piura, en la costa norte de Perú, la zona que se prevé sea la más afectada por el Niño, Fujimori espectacularizó esta semana las medidas de prevención de su gobierno.
El ministro indio Chari visitó Perú para firmar un convenio bilateral de cooperación agrícola, y aparentemente no esperaba que su anfitrión lo llevara a Piura para ver las obras de emergencia contra los previsibles efectos de El Niño.
"En India tienen experiencia contra las inundaciones y hemos pedido a nuestro visitante su opinión sobre la forestación que estamos preparando en Piura aprovechando el exceso de agua que traerá la corriente de El Niño", explicó Fujimori.
La oposición acusa a Fujimori de aprovechar las obras de prevención contra la posible catástrofe para buscar protagonismo con el propósito de recuperar popularidad y mejorar sus posibilidades de ser reelegido por segunda vez consecutiva.
Fujimori tenía hasta 1996 más de 60 por ciento de votación potencial, pero bajó este año a 22 por ciento después de graves denuncias sobre casos de corrupción y violaciones a los derechos humanos atribuidos a sus colaboradores civiles y militares.
En agosto, tras anunciar una política de promoción de empleo y ofrecer subsidios, su popularidad remontó a 34 por ciento, pero se ha detenido allí, un nivel insuficiente para imponerse en el referendo que necesita ganar para una reforma constitucional que le permita postular por segunda vez consecutiva.
"El desastre que más le interesa evitar es el electoral. Fujimori ha replanteado su estrategia electoral para imponer su segunda e ilegal reelección consecutiva, politizando innecesariamente la campaña de prevención contra El Niño", afirma el congresista Fernando Olivera.
Para limpiar drenes de las zonas inundables, reforzar puentes y edificios, proteger viviendas y efectuar otras obras, Fujimori destinó 130 millones de dólares que ya han comenzado a gastarse, suma que probablemente será duplicada antes de diciembre.
En los ultimos 40 días, el presidente ha visitado nueve veces las zonas costeras de los departamentos de Piura y Lambayeque, en donde se espera que ocurran las más graves inundaciones, entre noviembre y enero.
Felipe Huaman, director general de Metereología del instituto oficial encargado de las predicciones climáticas, afirmó este miércoles que los efectos de El Niño podrían ser "letales para la economía del país en términos cuantitativos".
Según su informe, aunque todavía no se ha producido el pico del fenómeno, la producción agrícola de casi todos los valles costeros registra pérdidas por la virtual desaparición del invierno en este año.
"En las sierras, especialmente en la zona sur, los llamados friajes, es decir extremas heladas y sequías, han arruinado cosechas y matado ganado camilido, que es la base de la economía familiar de las comunidades indígenas en la región", señaló.
Añadió que la pesca, el segundo rubro de exportación de Perú después de la minería, también es afectada por la elevación de la temperatura marina, que provoca la desaparición de las especies que se capturan habitualmente y para las cuales están equipadas las embarcaciones y las plantas industriales.
Los adversarios políticos de Fujimori que denunciaron la intención presidencial de favorecer su campaña electoral mediante un plan de obras públicas no encuentran el modo de impedir que Fujimori saque partido de la situación de emergencia generada por El Niño.
"Si bien no podemos oponernos a las inversiones públicas contra la emergencia, estaremos atentos para denunciar si Fujimori desvía recursos de otros programas igualmente importantes, como la ayuda social a las zonas deprimidas", dijo Flavio López, dirigente en Lima del partido Acción Popular.
Por su parte, la economista Silvia Rojas, comentarista en el semanario opositor La República, estimó que el efecto combinado de la reducción de las exportaciones agropecuarias y pesqueras y el incremento de los gastos públicos por las obras de emergencia tendrán un impacto inflacionista.
"Según el Banco Central de Reserva, la corriente de El Niño hará perder a los exportadores agrarios 300 millones de dólares, la reducción de las cosechas elevará los precios internos…Un panorama complicado para un régimen como el de Fujimori", concluyó (FIN/IPS/al/dg/ip/97)