PARAGUAY: La oposición prepara su lucha electoral ante Oviedo

La oposición paraguaya comienza desde hoy una campaña electoral de siete meses, en la que por primera vez en medio siglo tiene la posibilidad de llegar al gobierno, según reconocen en el mismo oficialismo, y concretar la alternancia desconocida por varias generaciones.

Tres semanas de elecciones internas dividieron en tres al partido de gobierno, afirmaron los liderazgos en la oposición y su unión detrás de la fórmula conjunta de su Alianza a la Presidencia.

El poder en el coloradismo quedó repartido entre el general retirado Lino Oviedo, candidato proclamado por el tribunal electoral, el titular del partido, Luis María Argaña, que impugnó los resultados, y el Presidente de la República, Juan Carlos Wasmosy.

La derrota interna del candidato gubernista llevó a Wasmosy a prometer su prescindencia y no reconocer la victoria de Oviedo hasta que no se diluciden varios reclamos.

Los abogados de Argaña pidieron el lunes 29 la impugnación de las votaciones internas al Supremo Tribunal Electoral (STE), argumentando supuesto fraude.

El recurso se elevará a la Corte Suprema de Justicia en caso de no prosperar en el STE. Se lo considera una táctica dilatoria para negociar espacios de poder, ya que enlentecería el recuento de votos en 16 días.

La tardanza en la legitimación del resultado del 7 de setiembre responde también al pedido de la Secretaría de Estado de Estados Unidos, que aprovechó la estancia de Wasmosy en la ONU para pedirle que interponga las vías legales posibles que puedan evitar la postulación.

"No es un secreto que mi gobierno no entiende cómo es posible que una persona que amenazó con el uso de la fuerza" pueda ser, "17 meses después, el candidato a presidente de un país democrático", confesó el embajador estadounidense Robert Service.

Las denuncias del Poder Ejecutivo contra Oviedo por sedición durante la crisis militar de abril de 1996 y de un senador por robo de equipos estatales para intervenir teléfonos siguen su lento curso judicial.

El fiscal general del Estado, Aníbal Cabrera, acusó al Poder Judicial "por el retardo en producir sentencia, condenatoria o absolutoria", pues sólo un fallo firme -sin posible apelación- podría impedir la postulación.

Oviedo, ex comandante del Ejército, sostuvo que tiene más poder que antes sobre las Fuerzas Armadas y prometió que llevará a la cárcel a Wasmosy, ante lo cual el primer mandatario lo trató de "charlatán".

El primer senador del futuro bloque parlamentario de la oposición, el liberal José Fernández, considera que "los atrasos en la definición colorada ayudarán a la Alianza".

El diputado y candidato a senador socialista Euclides Acevedo sugirió formar "un gran frente democrático", incluyendo a políticos colorados desconformes, "o se corre peligro de fracaso electoral".

Quien no está de acuerdo con este análisis es Carlos Filizzola, candidato a vicepresidente por la alianza opositora, presidente del centroizquierdista Encuentro Nacional y ex alcalde de Asunción (1991-1996) por el movimiento independiente Asunción para Todos.

Filizzola cree que la oposición finalmente demostró "madurez política para los renunciamientos", según dijo luego de la reunión en que se instaló el comité para la campaña electoral conjunta de siete meses y 10 días.

El candidato presidencial Domingo Laíno, titular del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), admitió que para competir contará "con aportes de empresarios que respaldan la alternancia porque beneficiará al pueblo".

La historiadora y analista independiente Milda Rivarola opinó que es la primer vez en la historia que el Partido Colorado "en vez de adelantarse a su tiempo, va hacia atrás, lo cual le puede arrojar fuera del gobierno".

Coincide con ella el principal operador argañista, Enrique Nogués, para quien la Asociación Nacional Republicana (ANR) -nombre oficial del coloradismo- corre serio riesgo de terminar en el llano.

En caso de no prosperar sus recursos, en el Partido Colorado deberán convivir hasta mayo de 1998 un primer mandatario, un presidente partidario y un candidato oficial distanciados, que se restarán apoyo mutuo.

Ello perjudicaría las perspectivas electorales oficialistas frente a los demás sectores, que ya suman la mayoría absoluta en el Congreso.

Los colorados han gobernado por 50 años, desde el golpe de Estado del general y entonces presidente, Higinio Morínigo, en 1947.

El 3 de febrero de 1989 el general Andrés Rodríguez encabezó un golpe de Estado que terminó con 35 años de dictadura de su consuegro, el general Alfredo Stroessner, a quien envió exiliado a Brasil.

En los comicios generales del 1 de mayo siguiente, Rodríguez triunfó por mayoría absoluta sobre Domingo Laíno, dirigente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), retornado del exilio meses antes.

El PLRA aceptó la derrota como aporte a la reinstitucionalización, luego de tres días de cuestionamientos a consecuencia de denuncias de fraude.

En las elecciones de 1993, los liberales no acordaron una fórmula común para las elecciones nacionales con el Encuentro Nacional (EN), coalición de grupos y personalidades de centro izquierda y movimientos escindidos del Partido Colorado.

Las encuestas convencieron a los encuentristas por entonces, que su candidato, el empresario algodonero Guillermo Caballero Vargas, podía ganarles al candidato oficialista Juan Carlos Wasmosy y al liberal Laíno, sin necesidad de alianzas.

El error costó caro a las aspiraciones de los partidarios de la alternancia, aunque dejó con mayoría en el Congreso a la suma de los partidos de oposición, que han aumentado su coordinación en este quinquenio.

En 1995 fue el propio Caballero Vargas quien le propuso al líder del PLRA que encabezara la fórmula, con un encuentrista como candidato a la vicepresidencia.

Dos años de marchas y contramarchas precedieron al acuerdo sellado el año pasado y que permitió a la oposición mantenerse al frente de la alcaldía de la capital, en los comicios municipales de noviembre de 1996.

La fórmula se repite ahora a nivel nacional para establecer los lugares que cada partido ocupa en la lista común a ambas cámaras legislativas y candidatos a gobernadores, a presentarse en las elecciones del 10 de mayo de 1998.

Las votaciones primarias de setiembre que terminaron el domingo 28 ratificaron a los actuales titulares de los partidos Liberal Radical Auténtico y Encuentro Nacional, Domingo Laíno y Carlos Filizzola, como candidatos a presidente y vicepresidente por la Alianza.

En la competencia por el gobierno tendrían al general retirado Lino Oviedo, ex comandante en jefe del Ejército, al que se le acusa de haber resistido su destitución, amenazando con derrocar a Wasmosy y matar a su vicepresidente. (FIN/IPS/cm/dam-jc/ip/97

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