La liberación y deportación a Jordania hoy del jeque Ahmad Yasin, uno de los fundadores del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), se debe más al deterioro de su salud que a un cambio de idea del gobierno de Israel.
Mediante la liberación de Yasin, un hombre ciego, paralítico y frágil de 61 años, el primer ministro Benjamin Netanyahu quiso evitar que ese líder muriera en una cárcel de Israel, un hecho que podría desencadenar una insurrección de los palestinos.
El rey Hussein de Jordania dijo que Yasin es libre de regresar a la ciudad de Gaza, en territorio de autogobierno palestino, una vez que mejore su salud, pero el portavoz de Netanyahu advirtió que no se le permitiría retornar.
En un mensaje telefónico a sus seguidores en su franja de Gaza natal, Yasin exhortó a luchar contra la ocupación israelí de los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania, demostrando así que no realizó ningún arreglo para su liberación.
El líder islámico tiene una larga historia de firmeza y tenacidad. Nacido en 1936 en un hogar de terratenientes en la aldea de Jora, cerca de la actual frontera norte de la franja de Gaza, Yasin y sus familiares se refugiaron en un campamento durante la guerra árabe-israelí de 1948-49 y luego de ella.
Yasin se incorporó a la Hermandad Musulmana a mediados de la década de 1950, pocos años después de sufrir lesiones que lo dejaron paralítico de la cintura hacia abajo en un encuentro deportivo.
Pese a ser encarcelado varias veces, primero por las autoridades de Egipto (que administró la franja de Gaza entre 1949 y 1967) y luego de Israel, Yasin, graduado en lengua inglesa en la Universidad Ain Shams de El Cairo y profesor de oficio, nunca dejó de ser un activista islámico.
Cuando Israel ocupó la franja de Gaza en junio de 1967, Yasin estaba en prisión por ser miembro de la Hermandad Musulmana, proscripta por las autoridades de Egipto. Tras ser liberado, retomó sus clases y encabezó la reorganizada Hermandad.
Yasin exhortó a sus seguidores a combatir los males sociales y morales de la sociedad y a llevar una vida piadosa, y arguyó que la islamización de la sociedad es una precondición para el establecimiento de un estado islámico en una Palestina liberada.
Así, Yasin promovía la resistencia a la ocupación de Israel sin declararla abiertamente.
En 1973, Israel le otorgó permiso para establecer el Centro Islámico, una organización de caridad que administraba instituciones sociales, religiosas y de bienestar como escuelas, clínicas y mezquitas.
La creación del Centro permitió a Yasin recibir el "zakat" o 2,5 por ciento del impuesto religioso a los musulmanes.
Cuando la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) emergió como la fuerza política dominante en los territorios ocupados a mediados de los años 70, Israel decidió estimular el crecimiento del Centro Islámico.
El brigadier general Yitzhak Segev, entonces gobernador militar de la franja de Gaza, relató a David Shipler, jefe de la oficina de Jerusalén del periódico The New York Times entre 1979 y 1984, cómo financió al movimiento islámico para contrarrestar a la OLP y los comunistas.
"El gobierno de Israel me dio un presupuesto, y la administración militar (de la franja de Gaza) lo entregó a las mezquitas'. Las mezquitas a las que Segev canalizó el dinero del gobierno estaban administradas por el Centro Islámico.
Moshe Arens, ministro de Defensa de Israel desde febrero de 1983 a septiembre de 1984, confirmó en un libro de memorias la complicidad de los militares y el servicio de seguridad israelí conocido como Shabak (por su acrónimo en hebrero) con el Centro Islámico.
"No hay duda de que, en cierto periodo, los gobernantes de Israel consideraron al fundamentalismo islámico un fenómeno fuerte, que podría contrarrestar a la OLP. Hubo incluso una tentativa del ejército y de la Shabak de oponer a los fundamentalistas islámicos contra la OLP", escribió Arens.
Durante la gestión de Arens, la administración israelí comenzó a modificar su política, debido en cierta medida al surgimiento de otro grupo funamentalista, la Jihad Islámica, de decidida actitud militante contra Israel.
Israel detuvo a Yasin en abril de 1984 por posesión ilegal de armas, y lo condenó a 13 años de prisión. Pero fue puesto en libertad en mayo de 1985, en un intercambio de prisioneros con el Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General, una facción de la OLP.
Yasin reanudó su trabajo social en la oficina del Centro Islámico de la ciudad de Gaza, con el propósito de oponerse a las tendencia secular del movimiento palestino.
Pero al estallar la intifada, en diciembre de 1987, Yasin y sus colegas del Centro Islámico no pudieron resistir la presión de las bases nacionalistas, que exigían unirse a la lucha política contra los ocupantes israelíes.
El resultado fue la fundación en enero de 1988 de Hamas, acrónimo de Harkat al Muqawama al Islami (Movimiento de Resistencia Islámica) como brazo militante del Centro Islámico/Hermandad Musulmana.
En agosto del mismo año, los dirigentes de Hamas consignaron su ideología y propósitos en una carta pública, en la que se comprometieron a luchar "por levantar la bandera de Dios en cada centímetro de Palestina", y crearon la clandestina Brigada Izz al Din Qassam, su organización armada.
Al crecer la intifada y adquirir solidez Hamas, las autoridades israelíes decidieron actuar contra esa fuerza emergente.
En mayo de 1989 detuvieron a 250 activistas de Hamas, entre los que encontraba Yasin. Este fue acusado de conspirar para secuestrar y matar a dos soldados israelíes, hallado culpable y sentenciado a 15 años de prisión.
La condena sólo aumentó el prestigio de Yasin entre sus seguidores. En varias ocasiones, los militantes de Hamas pusieron la liberación de Yasin al tope de sus demandas para la entrega de soldados secuestrados, pero Israel nunca aceptó esa exigencia.
El gobierno de Israel rechazó rotudnamente esa exigencia y Yasin, casi ciego, permaneció en prisión.
Finalmente, Israel comenzó a liberar a prisioneros palestinos, tras la firma del llmado acuerdo de Oslo I, en septiembre de 1993, que puso en marcha el proceso de paz de Medio Oriente.
Los reclusos debían firmar, para obtener la libertad, una declaración de renuncia a la violencia y de apoyo al acuerdo, y algunos activistas de Hamas aprovecharon la ocasión para salir de la prisión. Pero Yasin, casi ciego detenido en una cárcel de la ciudad ribereña de Natanya, no firmó el documento.
La operación suicida de militantes fundamentalistas en la estación de autobús de Beit Lid, realizada en enero de 1995 a poco metros de la celda de Yasin y con un saldo de 22 soldados israelíes, causó "dolor" al dirigente islámico Yasin, según dijo al diario israelí Ma'ariv.
Pero también afirmó que "la ocupación israelí y la violencia contra los palestinos son la causa, y no el efecto, de la violenta rasistencia. No me pidan que denuncie la violencia, pues estoy bajo la ocupación y la persecución de ustedes. El cese de la violencia debe ser bilateral, y no unilateral".
Al parecer, Yasin no ha modificado hasta hoy su análisis de las relaciones entre israelíes y palestinos.
También debe destacarse que, al ponerlo en libertad, por la razón que fuese, el gobierno de Israel ha abierto posibilidades antes inexistentes. (FIN/IPS/tra-en/dh/rj/ml-ff/ip/97