Los presidentes de Honduras, Carlos Reina, y de El Salvador, Armando Calderón Sol, acordaron hoy suscribir en noviembre un protocolo que pondrá fin a conlictos suscitados en la frontera tras un fallo limítrofe de 1992.
Los mandatarios, que asistieron en Tegucigalpa a la firma de un acuerdo con fundaciones privadas de ambos países para impulsar la construcción de una carretera interoceánica que agilizará el comercio y la integración, indicaron que el tema fronterizo será resuelto en el corto plazo.
El protocolo, cuyo contenido aún se desconoce, busca en principio dar respuesta a las demandas sociales de los pobladores de la zona fronteriza, especialmente los salvadoreños que quedaron del lado de los nuevos territorios adjudicados a Honduras.
Ests pobladores se resisten a acatar el fallo emitido por la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Holanda, en septiembre de 1992, que dio a Honduras dos de los tres tercios de los territorios en disputa.
En los últimos dos años, los habitantes de esa zona, ubicada en la región central hondureña, protagonizaron protestas en demanda de la doble nacionalidad, una medida que prohibe la Constitución hondureña.
Según Reina, con la suscripción del compromiso se "borrará cualquier duda, retraso o mala interpretación que haya podido surgir entre dos países hermanos que anhelan la paz, la integración y la unión política de América Central".
Calderón Sol indicó a su vez que el protocolo asegura un fiel cumplimiento a la sentencia emitida por la Corte de La Haya.
"Estamos dispuestos a demarcar la frontera y acatar todo lo expuesto en esa sentencia como muestra de voluntad política de los países a respetar el Estado de Derecho a nivel de naciones e internacionalmente", dijo.
Los habitantes de la zona fronteriza piden ante todo que se les respete su derecho a la propiedad de tierras adquiridas antes del fallo y que ambos países desarrollen obras físicas y sociales que permitan salir del atraso a esos poblados.
Los casi 20.000 pobladores salvadoreños que quedaron en territorio hondureño formaron parte de la base social de la ex guerrilla en San Salvador, y en más de una ocasión se han enfrentado a la autoridad hondureña que impide la salida ilegal de madera.
Esos choques tensionaron en algún momento la relación diplomática entre ambos países, cuyas cancillerías elevaron el problema al más alto nivel bilateral ante la imposibilidad de llegar a acuerdos que facilitarán la solución en la frontera.
Los dos presidentes iniciaron conversaciones al respecto hace un año.
Honduras y El Salvador sostuvieron en 1969 una corta guerra de 100 horas por problemas fronterizos. Ahora son dos de los países centroamericanos que más fuertemente impulsan la integración centroamericana. (FIN/IPS/tm/dg/ip-if/97
