Apenas un puñado de los 54 líderes mundiales que se reunirán la semana próxima en la cumbre de la Comunidad Británica de Naciones en Edimburgo están libres de cuestionamientos en materia de derechos humanos.
"La Comunidad ganará una nueva viabilidad al convertirse en una alianza más activa en materia de derechos humanos, en un mundo donde su implementación cae con frecuencia detrás de las declaraciones", dijo el ex canciller de Bangladesh Kamal Hossain.
"Existen informes conmovedores de brutales violaciones a los derechos humanos en muchas de nuestras sociedades", agregó Hossain, quien se desempeña como asesor de asuntos humanitarios de la Comunidad.
"Demuestren al mundo que no solo prestan atención a los derechos humanos de la boca para afuera", reclamó la no gubernamental Artículo 19, organización radicada en Londres que combate la censura contra los medios de comunicación.
Los derechos humanos, de un modo u otro, serán el centro de muchas de las deliberaciones en la Cumbre de Jefes de Gobierno de la Comunidad Británica de Naciones que se celebrará en Edimburgo, capital de Escocia, entre los días 24 y 27.
La imagen de la Comunidad se ha erosionado debido a los abusos contra las personas en muchos de sus países, como Camerún, Fiji, Gambia, Kenia, Nigeria y Sierra Leona.
Un Grupo de Acción Ministerial de la Comunidad (CMAG) de ocho miembros ha estudiado la situación en los regímenes más opresivos y la expondrá ante la cumbre de Edimburgo. Pero también hay denuncias de violaciones en otros países menos cuestionados, como India, Malasia, Pakistán, Zambia y la propia Gran Bretaña.
"Es evidente que los gobiernos de varios países de la Comunidad, no solo aquellos observados por el CMAG, se consolidaron a través del asesinato", dijo la directora ejecutiva de Artículo 19, Frances D'Souza.
"Deben implementarse mecanismos firmes y transparentes en la reunión de este año para obligar a los gobiernos a informar con regularidad sus avances en materia de derechos humanos", añadió la activista.
Artículo 19 está preocupado por las notorias violaciones en Gambia, Nigeria y Sierra Leona, pero también por los abusos y la ausencia de libertad de prensa en Camerún y la readmisión en el grupo de Fiji, a pesar de que una dictadura derrocó a un régimen elegido por la ciudadanía.
Además, la organización cuestiona la violencia política en Kenia, patrocinada por el gobierno contra la oposición, y la "cultura del secreto oficial y el abuso contra las libertades civiles" por la ausencia de legislaciones contra la libertad de expresión en la propia antigua metrópolis, Gran Bretaña.
"La credibilidad de la Comunidad aún está en juicio", según la Iniciativa de Derechos Humanos de la Comunidad Británica de Naciones (CHRI), organización radicada en Nueva Delhi, en su informe a la cumbre.
La CHRI es reconocida como organización no gubernamental internacional independiente y recibe respaldo de la propia Comunidad, así como asesoramiento de Kamal Hossain.
"La cumbre debe asegurar que la Comunidad sigue siendo válida a través de acciones reales, prácticas y oportunas en cuestiones como buen gobierno, derechos humanos, desarrollo sustentable, justicia social, equidad e igualdad", agrega el informe.
India firmó esta semana la Convención de Naciones Unidas contra la Tortura y Otros Tratamientos de Castigo Crueles, Inhumanos y Degradantes (CAT), en respuesta a las críticas de la CHRI y otras organizaciones previas a la reunión de jefes de gobierno.
La CHRI criticó la persistencia de "intolerancia étnica y religiosa" con "horribles consecuencias" en los países de la Comunidad tan diversos como Australia, Canadá, Gran Bretaña, India, Kenia, Nigeria, Nueva Zelanda, Pakistán, Papúa-Nueva Guinea, Sri Lanka y Sudáfrica.
"No hay políticas adecuadas hacia los pueblos indígenas, sean de Malasia, India o Bangladesh. La transición a la democracia está trabada por factores étnicos en Kenia, Zambia y Pakistán y los conflictos raciales son endémicos en Chipre", advirtió la organización.
Los esfuerzos de la Comunidad para abordar los derechos humanos recibieron críticas de algunos países asiáticos, en especial Malasia, quienes consideran que se trata de valores occidentales ajenos a sus culturas.
En ese sentido, los derechos humanos son calificados de asuntos preocupantes al grupo ABC de la Comunidad (Australia, Gran Bretaña y Canadá).
El secretario general de la Comunidad, Emeka Anyaouku, sostuvo en una reunión preparatoria el jueves que Occidente privilegia los derechso civiles y políticos, mientras Asia destaca los económicos y sociales.
"La Comunidad se adhiere a una visión holística de los derechos humanos, constituidos por los derechos civiles y políticos y los económicos, sociales y culturales, entre ellos el derecho al desarrollo", explicó.
"Se sabe que los derechos humanos no pueden sobrevivir en un estómago vacío", agregó.
Pero Hossain replicó que la Comunidad debe oponerse a "aquellas voces que claman que los derechos humanos son un concepto occidental que se pretende imponer a Africa y Asia".
"Después de todo, si se nos preguntara cuáles son las figuras más heroicas en la lucha por los derechos humanos, mencionaría a Mahatma Gandhi y Nelson Mandela, un asiático y un africano. Sus luchas contra el colonialismo y el apartheid ayudó a sus pueblos a redescubrirse a sí mismos", dijo a IPS.
"Es importante que se alcen voces asiáticas y africanas para afirmar que quienes rechazan los valores de los derechos humanos no representan a todos los asiáticos y africanos. ¿Por qué estos valores vinculantes son vistos como extraños?", se preguntó. (FIN/IPS/tra-en/dds/rj/mj/hd/97