A treinta años de su muerte, Ernesto Che Guevara regresó a Cuba en medio de una tendencia cada vez más generalizada a sustituir la idealización de su imagen por una vuelta reflexiva a su pensamiento.
Para buena parte de los habitantes de la isla el descubrimiento de los restos del Che en la localidad boliviana de Vallegrande y su traslado a este país en julio pasado sólo aumentó la dimensión humana del guerrillero cubano-argentino.
Un hombre de carne y hueso, con más virtudes que defectos pero con defectos, con aciertos y desaciertos, es la imagen que se va imponiendo en Cuba, donde durante años el Che se vio como un modelo casi "inalcanzable", pero nunca como un santo.
Al mismo tiempo, rescatar la obra que dejó en escritos o discursos, algunos de ellos nunca reeditados, aparece como un imperativo en este país caribeño que intenta salvar un proyecto nacional de desarrollo de orientación socialista.
Para Luis Suárez Salazar, especialista en Ciencias Políticas y profesor adjunto de la Facultad de Filosofía de la Universidad de La Habana, se impone acudir al pensamiento guevariano "sin nostalgias, apologías ni dogmatismos".
El análisis de Suárez fue publicado con el título "América Latina y el Caribe: Herencia y vigencia de la obra del Che" en un número de julio de la revista Tricontinental que se edita en Cuba por la Organización de Solidaridad de los Pueblos de Africa, Asia y América Latina (OSPAAAL)
El académico parte de reconocer que "cualquier esfuerzo por dilucidar la actualidad, las herencias y vigencias del patrimonio revolucionario del Guerrillero Heroico" tendrá que tomar en cuenta los cambios que sufrió el mundo en las últimas tres décadas.
Sin embargo, advierte que "sería una simplificación de marca mayor aseverar que los problemas actuales del continente son radicalmente distintos a los que existían en aquellos definitorios años 60".
"La región no ha dejado de ser compulsivamente 'adicta' a los capitales y empréstitos externos, lo cual produce y reproduce diariamente un círculo vicioso que hipoteca cualquier proyecto de desarrollo autónomo socialmente sostenible", opina el académico.
En Cuba las condiciones también cambiaron sustancialmente con la desintegración de la Unión Soviética y la caída del Muro de Berlín, que parecieron decretar el fin del marxismo como ideología, del socialismo como sistema y de todas las utopías.
La crisis económica iniciada en 1990 y que ya dura siete años tuvo momentos alcanzó todas las esferas de la vida, pero no hizo desistir a las autoridades de llevar adelante la readecuación del socialismo a las características de la isla.
Para Suárez "volver a una lectura dialéctica de la obra del Che" se hace necesario para delucidar las causas que "determinaron el derrumbe de los 'modelos' socialistas europeos, y a no confundir éstas con malformaciones innatas de esa formación económico-social".
El Che fue en los años 60 uno de los protagonistas de una polémica que a juicio del sociólogo cubano Aurelio Alonso iba más allá de un estricto debate técnico-económico sobre el sistema presupuestario, la ley del valor y las nuevas relaciones de producción en el socialismo.
"Todavía hoy nos perdemos en la discusión de si tenía o no razón en lo que pensaba del mercado, o en su defensa de un esquema centralizado para la economía", afirma el investigador del Centro de Estudios Sociológicos y Sociológicos.
"Se trataba de mucho más. Nada menos que de la polémica sobre el socialismo: es decir, sobre si el camino trillado por las experiencias del Este era el único, si habría para Cuba otro más idóneo que aquel; e incluso si, tal vez, aquél se orientaba al fracaso", asegura Alonso.
En su trabajo "Marxismo y espacio de debate en la Revolución Cubana", Alonso advierte que el valor del pensamiento guevariano no está en que "haya podido arribar a las respuestas" sino en que "tal vez fue quien mejor logró situarse desde entoneces ante las preguntas".
Expertos estiman que el rescate de esa polémica del Che sobre el socialismo, publicada en la revista del entonces Ministerio de Industrias que él dirigía, cobra gran importancia en Cuba para los que intentan buscar un marco teórico al sistema socialista.
El pensamiento del guerrillero cubano-argentino es recurrente en toda una larga lista de artículos teóricos que, con enfoques diversos, vienen apareciendo en los dos últimos años en las páginas de Temas, una revista financiada por el fondo cubano para el Desarrollo de la Cultura.
Reedición de libros, testimonios hasta ahora inéditos, coloquios en los más diversos círculos intelectuales se suceden en la isla desde inicios de este año y no se prevé un final de los debates con la celebración del 30 aniversario de su muerte en Bolivia.
Por el contrario, justo para ese día y totalmente a propósito las autoridades cubanas tienen previsto el inicio del quinto congreso del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC) que trazará la estrategia política y económica del país para los próximos cinco años.
Las autoridades dedicaron al Che las celebraciones y debates del XIV Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que reunió en agosto a más de 11.000 extranjeros y prevén para este mes un homenaje más solemne en concordancia con las honras fúnebres que se extenderán del día 11 al 17. (FIN/IPS/da/dg/ip-cr/97