CONGO-KINSHASA: Gobierno oculta pruebas de masacre

Dos grupos de derechos humanos publicaron pruebas hoy de que el gobierno de la República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire) estuvo involucrado en la matanza de miles de refugiados ruandeses.

Human Rights Watch/Africa (HRW) y la Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos (FIDH) emitieron un informe que contiene fotografías de supuestas fosas comunes y testimonios recogidos durante una reciente misión de seis semanas en el este del país africano que confirman la masacre.

Ambos grupos atribuyen los asesinatos a la entonces rebelde Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación de Congo-Zaire (ADFL), encabezada por Laurent Kabila y su aliado, el Ejército Popular Ruandés (EPR).

Kabila, actual presidente de la RDC, derrocó en mayo al dictador Mobutu Sese Seko, quien falleció el mes pasado en Marruecos.

"HRW y FIDH visitaron una franja de 80 kilómetros de carretera en una región de la RDC lejana a las áreas donde tuvieron lugar los combates, junto a la cual refugiados civiles fueron masacrados por miembros de la alianza rebelde y el EPR", sostiene el informe.

"En esa área, HRW y FIDH fotografiaron fosas comunes y numerosos cadáveres en descomposición, entre los cuales se podía distinguir claramente cuerpos de mujeres y niños. Muchos de los cráneos tenían agujeros o estaban fracturados, lo cual sugiere que fueron golpeados con un objeto contundente", agrega.

Ambas organizaciones entregaron sus pruebas a investigadores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a los que el secretario general Kofi Annan ordenó retirarse temporalmente debido a la falta de colaboración del gobierno congoleño, que no les permitió visitar los sitios de las supuestas masacres.

"Este informe y estas fotografías son exactamente lo que Kabila y sus aliados intentan esconder", sostuvo Peter Takirambudde, director ejecutivo de HRW/Africa.

"Una delegación de alto nivel de investigadores de la ONU está paralizada en Kinshasa desde el 24 de agosto. Les dimos todas nuestras pruebas sobre las masacres, y ya es hora de que Kabila los deje salir de la capital para que hagan su trabajo", añadió.

La misión de la ONU, integrada por tres miembros y encabezada por el juez togoleño Atsu-Koffi Amega, llegó a Nueva York el martes. Los colaboradores del equipo permanecen en Kinshasa aguardando el retorno de los investigadores, informó el portavoz Fred Eckhard.

Kinshasa desmintió haber obstaculizado la misión investigadora, pero exhortó a la organización mundial a concentrarse solamente en el este de Congo (donde se originaron los informes sobre las masacres) y no en ciudades occidentales como Mbandaka.

"Las responsabilidades del equipo están en la parte oriental de nuestro país, donde se concentra el mayor grupo de refugiados ruandeses", dijo a IPS el canciller congoleño Bizima Karaha.

El canciller sugirió que quizá la ONU no quiera una investigación completa de los campamentos de refugiados porque éstos estaban dirigidos por ex soldados y paramilitares de Ruanda que participaron del genocidio de 1994 en ese país, que el foro mundial poco hizo por evitar.

"Alguien los describió como campamentos de refugiados cuando en realidad eran militares. Les dieron tratamiento de refugiados, pero muchos de ellos habían participado del genocidio", afirmó Karaha.

Sin embargo, si el grupo investigador visita esos sitios primero, luego "podrá ir a cualquier parte y recibirá colaboración", aseguró.

El nuevo informe, no obstante, despierta sospechas de que la obstaculización de Kinshasa tiene por finalidad dar tiempo a destruir las pruebas de matanzas en otros sitios. Ambos grupos de derechos humanos sostienen que muchas zonas remotas del país aún contienen fosas comunes y cuerpos en descomposición.

Desde hace un año, sostiene el informe, "las autoridades realizan esfuerzos concertados para ocultar pruebas de las masacres de civiles" y "limpian los sitios de los asesinatos" en gran parte del este de Congo.

No obstante, quedan algunas pruebas de la matanza de los refugiados que se establecieron en campamentos de Zaire desde 1994, luego de huir de Ruanda.

"Desde el comienzo de la guerra (contra Mobutu) hasta ahora, la AFDL o sus aliados, en particular los ruandeses o los de origen tutsi, perpetraron una gran masacre de civiles, predominantemente refugiados, así como de algunos congoleños", asegura el informe.

Además, "el bloqueo intencional de toda ayuda humanitaria a los refugiados civiles por las tropas de la AFDL probablemente causó miles de muertes más".

Los grupos de derechos humanos acusan al EPR de haber colaborado en la matanza "en venganza por el genocidio de 1994, en el que murieron hasta un millón de tutsis y hutus moderados" a manos de las mismas fuerzas armadas de extremistas hutu que dominaban los campamentos de refugiados.

El informe cita al teniente coronel James Kabarebe, un comandante de campo que vivió en Uganda, como el oficial más poderoso de la RDC hasta la fecha y el de mayor responsabilidad por el destino de los refugiados.

Pero el comando militar incluye también oficiales claramente secundados por el EPR, entre ellos comandantes que pelearon bajo los seudónimos de David, Wilson y Richard.

Varios de los comandantes participaron en una masacre de más de 1.300 personas perpetrada en Mbandaka en mayo de este año, según el documento.

El informe también sugiere la presencia de tropas estadounidenses en el país africano.

"Periodistas europeos que citaron a agentes de inteligencia de Francia y otras fuentes afirmaron que Estados Unidos tenía sus propios soldados en la RDC", dice el documento.

Agrega que "testigos de Kinshasa y Goma informaron a HRW y FIDH que vieron militares estadounidenses en territorio congoleño en diferentes ocasiones entre noviembre de 1996 y agosto de 1997".

Una fuente diplomática dijo a The Boston Globe que los soldados y oficiales estadounidenses sólo estaban allí para observar a la AFDL. Funcionarios de Estados Unidos negaron toda participación en la guerra de Zaire, y algunos señalaron que se trata de una información francesa errónea.

De manera similar, Karaha rechazó las afirmaciones sobre la participación ruandesa en la campaña, calificándolas como "pura propaganda".

Pero funcionarios del gobierno de Ruanda, entre ellos el vicepresidente y comandante del ejército Paul Kagame, admitieron a la prensa que tropas ruandesas participaron al menos en las batallas del este contra el ejército de Mobutu. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/ml/hd/97

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