ARGENTINA: Preocupa situación de Brasil por crisis bursátil

La crisis financiera que sacudió los mercados de todo el mundo hizo ahora epicentro en Brasil, el gigante latinoamericano y principal cliente de Argentina, que le destina 30 por ciento de sus exportaciones anuales.

El gobierno argentino, los economistas y operadores bursátiles confian en que el socio mayor en el Mercosur seguirá resistiendo la presión financiera y no devaluará el real, su moneda, aunque tenga que seguir vendiendo buena parte de sus reservas.

Brasil se deshizo de más de 15 por ciento de sus reservas y este jueves la tendencia bursátil seguía manifestando desconfianza de los mercados. Las tasas de interés llegaron a 40 por ciento anual, pero las autoridades aseguran que aguantarán el chubasco.

Como casi todas las plazas financieras del mundo, Argentina sufrió primero los efectos de la caída de la bolsa en Hong Kong, un país que tiene un sistema de convertibilidad similar al que rige aquí. Pero este martes se había recuperado y ahora el temor viene de Brasil.

El ministro de Economía de Argentina, Roque Fernández, asegura que el sistema se mantendrá si hay ataques especulativos, advirtió que podrían bajar los salarios si la presión subsiste, y admitió que la tasa de interés interbancaria subió de siete a 12 y 15 por ciento anual.

El presidente de la Unión Industrial Argentina, Claudio Sebastiani, aseguró estar tranquilo porque Brasil "tiene reservas para aguantar", aunque reconoció que "los especuladores le están haciendo una pulseada al Banco Central" de ese país, presionando para que devalúe.

En este sentido, las empresas que exportan a Brasil están preocupadas por la posibilidad de que el mercado se retraiga y se vean afectadas sus ventas. Sobre el total de ventas, 55 por ciento son manufacturas de origen industrial y hay autos y lácteos que sólo van a ese mercado.

El economista Roberto Lavagna consideró que para que la crisis se detenga es condición necesaria que se estabilice la bolsa de Nueva York, que hoy es la que manifiesta la mayor influencia sobre la región.

Lavagna observó que el gobierno brasileño está mostrando una actitud "prudente y realista" y que están decididos a no devaluar, pero admitió que "a veces la presión de los mercados es muy fuerte".

En 1996, Argentina exportó a Brasil por un total de 6.605 millones de dólares. Este año, la Secretaría de Industria estima que las ventas externas a ese país pueden llegar a 8.000 millones.

Brasil arrastra un déficit comercial que este año podría terminar en 15.000 millones de dólares, que si se suma al déficit de cuenta corriente llega a 30.000 millones. Para reducirlo, puede bajar el ritmo de actividad, devaluar o restringir las importaciones.

El economista argentino Pedro Lacoste sostuvo que si persiste la presión sobre Brasil, Argentina no tiene la opción de una respuesta cambiaria debido a sus sistema de convertibilidad. A su juicio, la alternativa sería una recesión "peor a la de 1995".

En ese año Argentina fue el país latinoamericano que sufrió más crudamente las consecuencias de la devaluación de México y la ola de desconfianza de los inversores latinoamericanos. La economía retrocedió en 1995 casi cinco por ciento y el desempleo aumentó.

En 1996, la economía se recuperó 5,5 por ciento y para este año se prevé un crecimiento del producto interno bruto de ocho por ciento. (FIN/IPS/mv/dg/if/97)

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