ARGENTINA: Estabilidad estará asegurada si Hong Kong no devalúa

El peso argentino estará a salvo de todo embate mientras las autoridades de Hong Kong sostengan su propia moneda, que está bajo ataque de los especuladores que ya derribaron el resto de los mercados de cambios de Asia sudoriental.

Al menos así lo afirman los economistas. El más explícito fue José Espert, de la consultora Econométrica, quien advirtió que Argentina "debe rogar que Hong Kong no devalúe".

Las turbulencias financieras del sudeste asiático se concentran desde la semana última en Hong Kong, que se convirtió en foco de una generalizada caída de los principales mercados de acciones del mundo.

Como Argentina, Hong Kong aplica un sistema de caja de convertibilidad como mecanismo de estabilización, y mantiene invariable la cotización del dólar estadounidense en 7,8 dólares locales desde hace 14 años.

En diálogo con IPS, el economista Eduardo Curia consideró que el sistema de convertibilidad de Argentina, vigente hace seis años, "está por definición más expuesto a los ruidos externos", y no descartó una corrida cambiaria o bancaria si la crisis asiática persiste.

De hecho, ya aumentaron el lunes las tasas de interés interbancarias, un hecho interpretado como síntoma de que el costo del dinero crecerá en la medida en que los inversores vendan acciones y bonos para convertirlos en dinero líquido.

El presidente Carlos Menem aseguró este martes que la economía argentina "está solida y estable", pese a la caída de la bolsa, que acumuló 24 por ciento de pérdidas en tres jornadas y sigue en baja. Lo mismo reiteró el presidente de la Bolsa de Comercio, Julio Macchi.

Macchi sostuvo que la declinación de las acciones no responde a problemas internos, sino que es producto del nerviosismo que reina en el mercado mundial. "Argentina no puede sustraerse a ese clima", dijo.

Sin embargo, el Ministerio de Economía ensaya algunas medidas para el caso en que la crisis persista y, en primer lugar, resolvió frenar el endeudamiento del Estado. En lo que va del año, el gobierno colocó más de 16.000 millones de dólares de deuda.

"La única manera de corregir los desbalances en este sistema es con recesión", advirtió Curia, que si bien pertenece al gobernante Partido Justicialista, siempre fue crítico del modelo de convertibilidad dispuesto en 1991 por el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo.

La convertibilidad permitió a Argentina controlar la inflación. Con su puesta en marcha, el Banco Central perdió capacidad de emitir dinero. Cada peso -la unidad local- debe ser respaldado por un dólar de reserva, y el sistema no parece haber sentido el impacto de la tensión financiera internacional.

Los operadores bursátiles confían en que las reservas argentinas resistan el terremoto originado en las bolsas, aunque nadie descarta que esta crisis dejará secuelas en la economía real.

La convertibilidad favoreció en Argentina un crecimiento económico de siete por ciento anual hasta 1995, cuando el país recibió el impacto de la crisis mexicana. El retroceso fue ese año de 4,4 por ciento, pero en 1996 comenzó la recuperación con más de cinco por ciento de crecimiento.

El gobierno aguardaba para este año un aumento de la actividad de ocho por ciento, y si bien se teme la volatilidad de los capitales, también se señala que el sistema financiero del país es ahora más sólido que en 1995, pues quedó concentrado en los bancos más solventes. (FIN/IPS/mv/ff/if/97

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