Los rebrotes inflacionarios de Venezuela y Ecuador y las deflaciones en Paraguay, Bolivia y Costa Rica marcaron durante septiembre un disímil cuadro en el comportamiento de los índices de precios en América Latina.
De acuerdo a los datos oficiales que recopilan regularmente los corresponsales de IPS, en la región se mantiene en general la tendencia a una menor inflación, aunque algunos países sufrieron sobresaltos en el pasado mes.
Es el caso de Chile, que en septiembre tuvo un incremento del índice de precios al consumidor (IPC) de 0,9 por ciento, que fue la tasa mensual más alta desde abril de 1996, atribuida al impacto del fenómeno climático de El Niño.
El Niño repercute en la agricultura y en Chile hizo disminuir la oferta de alimentos perecibles de temporada, lo cual empujó la tendencia anual del IPC a seis por ciento, medio punto por encima de la meta de inflación de 5,5 por ciento para 1997.
En Venezuela, el IPC de 3,3 por ciento de septiembre fue también la tasa mensual más alta del año y la mayor de América Latina, para llevar la tendencia anualizada de la inflación a casi 40 por ciento.
El gobierno de Rafael Caldera ha tenido que reajustar en torno a ese porcentaje de 40 por ciento su meta inicial de 25 por ciento, aunque en medios empresariales se plantea que el año cerrará con una inflación de 45 por ciento.
Ecuador tuvo igualmente en septiembre su índice mensual más elevado del año, de 2,3 por ciento, como consecuencia de los mayores gastos de consumo originados por el inicio del año lectivo en las provincias de la sierra andina.
Con una proyección anualizada del IPC en torno a 30 por ciento, la economía ecuatoriana se mantiene como la segunda de mayor inflación en América Latina, detrás de la de Venezuela, y a considerable distancia de los demás países.
Todas las otras economías de inflación relativamente alta en el contexto regional, como Colombia, Honduras, México y Uruguay, mostraron al culminar septiembre tendencias anuales del IPC por debajo de 20 por ciento.
De acuerdo a la información disponible a la fecha, en Bolivia, Costa Rica y Paraguay hubo deflación o "inflación menos de cero" en septiembre, situación que se va haciendo cada vez más frecuente en el escenario latinoamericano.
En coincidencia con el primer mes completo del nuevo gobierno del general Hugo Banzer, en Bolivia la caída de la inflación en el mes fue de 1,05 por ciento.
La economía paraguaya tuvo un IPC negativo de 0,1 por ciento en septiembre tras una caída de 0,2 por ciento en agosto y consigna ya cuatro meses de deflación en el curso de 1997, lo cual reafirma temores de una depresión.
En Costa Rica, en cambio, la deflación de 0,4 por ciento de septiembre fue la primera del año en curso y permitió rebajar la tendencia anualizada del IPC de un porcentaje en torno a 13 por ciento a 11 por ciento.
Al cierre del tercer trimestre, las mayores economías de la región, como Brasil, México y Argentina muestran rasgos de estabilidad en sus políticas de precios, lo cual reafirma la tendencia regional a la baja de la inflación.
Brasil se encamina a rebajar a siete por ciento la inflación levemente inferior a 10 por ciento que tuvo en 1996, en tanto Argentina podría registrar un incremento insignificante del IPC, de 0,2 por ciento el año pasado a 0,6 por ciento en éste.
México registra a su vez una tasa anualizada de 18,76 por ciento, con una disminución de casi 10 puntos con respecto a la inflación de 27,70 por ciento que el país tuvo en 1996.
La Comisión Económica para América Latina (Cepal) prevé para 1997 una tasa regional ponderada de inflación de 12 por ciento, seis puntos menos que en 1996. (FIN/IPS/ggr/dg/if/97