La Justicia Militar de México manifestó hoy su indignación con el general Jesús Gutiérrez, ex jefe antidrogas, quien acusó al secretario de Defensa y a familiares del presidente Ernesto Zedillo de tener vínculos con narcotraficantes.
Gutiérrez, quien fue detenido en febrero acusado de brindar protección al narcotraficante Amado Carrillo, "enloda a gente honesta para justificar sus conductas", dijo el procurador general de la Justicia Militar, Rafael Macedo.
El ex jefe antidrogas aseguró este jueves ante un juez que socios del Carrillo, quien murió en julio luego someterse a una la operación de cirugía plástica, se reunieron los últimos dos años tres veces con el secretario de Defensa, Enrique Cervantes, para negociar acuerdos.
Sin presentar pruebas, Gutiérrez añadió que familiares de Zedillo y de su esposa mantienen vínculos con el cártel encabezado por los hermanos Arellano Félix, a los que Estados Unidos considera delincuentes sanguinarios y ofrece dos millones de dólares por su captura.
Macedo reconoció que un socio de Carrillo se reunió una vez con un funcionario de la Secretaría de Defensa, pero sin saber en el momento de la cita que se trataba de un narcotraficante.
Gutiérrez, quien en más de cuatro décadas de servicio militar recibió numerosas condecoraciones, declaró que está siendo perseguido por su conocimiento de los vínculos entre narcotraficantes e importantes personalidades del mundo político y económico de México.
El militar asegura se acercó a Carrillo, con el objetivo de detenerlo. Añadió que sus superiores estaban al tanto de esa estrategia.
Tras la detención de Gutiérrez, otros generales y militares han sido destituidos en el marco de un proceso de depuración ordenado por Zedillo y el secretario de Defensa.
Organismos humanitarios recibieron las últimas semanas denuncias de los familiares de los militares investigados sobre detenciones violentas, allanamientos, incomunicación de detenidos y torturas. (FIN/IPS/dc/ag/ip/97