ENERGIA: Industria nuclear reclama una segunda oportunidad

La industria nuclear mundial, afectada por el creciente rechazo público y una disminución de la demanda de centrales atómicas, se proclama como la mejor opción para prevenir el cambio climático.

La estrategia de la industria consiste en presentarse como una tecnología alternativa y limpia, que puede satisfacer las crecientes necesidades de energía sin emitir peligrosos gases invernadero, señalan expertos nucleares y ambientalistas.

Se prevé que representantes de la industria sustentarán este argumento en la conferencia sobre cambio climático que se celebrará en Kioto, Japón, en diciembre.

La tercera conferencia de partes de la Convención Marco sobre Cambio Climático pretende fijar nuevos objetivos obligatorios para la reducción de la emisión de gases invernadero (principalmente dióxido de carbono), que elevan la temperatura de la atmósfera y contribuyen al recalentamiento planetario.

Pero mientras los gobiernos debaten sobre la forma y la proporción de las reducciones, los activistas señalan que el argumento de la industria nuclear está confundiendo la discusión.

Existen señales de que el gobierno de Japón está utilizando la necesidad de reducir las emisiones de gases invernadero para promover su programa atómico, afirmó Jinzaburo Takagi, un químico nuclear que encabeza el Centro de Información Nuclear para los Ciudadanos, de Tokio.

Una subcomisión asesora del Ministerio de Industria y Comercio Internacional afirmó en 1996 que, para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de dióxido de carbono, Japón debe ampliar su capacidad nuclear en 70 gigavatios para el año 2020.

Además, "la industria nuclear invierte millones de dólares en publicidad en todo el mundo", destacó Corin Millais, de la organización ambientalista Greenpeace.

Por ejemplo, un anuncio de la compañía francesa Framatome publicado en revistas como European Voice en junio sostiene que la energía nuclear constituye la solución adecuada para contrarrestar el recalentamiento global, que provoca el aumento del nivel del mar y otros desastres naturales.

"La energía nuclear es generalmente mal entendida y percibida como algo negativo, pero actualmente constituye la forma más limpia, más controlada y menos perjudicial para el ambiente de producir enormes cantidades de energía", dice el anuncio.

"La industria necesita un argumento para sustentarse" en un momento en que casi dejó de recibir pedidos para la construcción de nuevas centrales en países industrializados, señaló Millais en una conferencia sobre energía sustentable celebrada aquí esta semana.

Para fines de 1998, no habrá ningún nuevo reactor en construcción en América del Norte ni en Europa occidental, según un documento publicado en agosto por Greenpeace, titulado "La energía nuclear no es solución para el cambio climático".

Actualmente hay 440 centrales nucleares en todo el mundo. En 1976, la Agencia Internacional de Energía Atómica proyectó que la capacidad nuclear para el año 2000 sería de 2.300 gigavatios, pero la estimación se redujo a sólo 380 gigavatios.

A medida que se reduce la demanda en los mercados industrializados, las empresas de energía nuclear "procuran que los políticos de los países asiáticos acepten sus argumentos", sostuvo Millais.

Japón, Corea del Sur, China y Taiwan ya tienen planes para ampliar sus programas nucleares. Grupos ecologistas consideran preocupante que Asia utilice cada vez más energía nuclear cuando la industria está en decadencia en el resto del mundo.

Los activistas antinucleares rechazan también el argumento de que la energía atómica es más limpia y barata, arguyendo que algunos de los mayores costos de la industria, como el daño a la salud humana y el ambiente debido a accidentes, son difíciles de estimar.

La expansión mundial de la energía nuclear produciría cantidades de desechos radiactivos imposibles de manejar, agravando el actual problema de la escasez de lugares adecuados donde depositarlos.

Enormes cantidades de combustible nuclear usado, del cual se puede extraer plutonio, plantearían una amenaza "colosal" a la seguridad, según un estudio realizado en 1995 por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático.

Pese a estos argumentos, los activistas prevén que la industria nuclear "acudirá a Kioto con todas sus fuerzas".

En cuanto a la posibilidad de que la energía atómica constituya la solución para evitar el recalentamiento global, Millais dijo: "es una fantasía". (FIN/IPS/tra-en/js/ml/en/97

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