Los servicios de salud no han podido mantener el ritmo del deterioro de la calidad de vida en las ciudades, coincidieron los delegados a la conferencia anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los expertos llamaron a las armas a médicos, enfermeros y otros funcionarios sanitarios para que asuman un papel más activo al respecto, concluyó de la Conferencia Internacional sobre Salud de 1997 celebrada en la capital del estado de Maryland, Estados Unidos.
Algunos conferencistas sostuvieron en los tres días de deliberaciones que terminaron el miércoles que las políticas económicas de libre mercado exacerban los problemas de salud.
Al mismo tiempo, consideraron que estas políticas contribuyen a diseminar "la mortal epidemia de tabaco" en el mundo en desarrollo, pues las restricciones a ese hábito en el mundo industrializado instó a las empresas tabacaleras a incrementar sus operaciones en el resto del planeta.
En los últimos años, mientras se exandían los servicios básicos de salud como la inmunización, los problemas médicos continuaban aumentando, en especial en las ciudades, según Greg Goldstein, coordinador del programa Ciudades Saludables de la OMS.
Goldstein atribuyó estos inconvenientes a "la creciente brecha entre ricos y pobres".
Luego de mejorar su cobertura y mejorar los servicios básicos, los médicos encontrar modos de "influenciar en las condiciones de vida" que se deterioran en la mayoría de las ciudades del mundo, incluso en los países industrializados.
"Deberemos considerar importantes asuntos macroeconómicos" para lograr esa influencia, sostuvo Andrew Haines, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Londres.
Al igual que Goldstein, Haines atribuyó los crecientes problemas de salud a las disparidades cada vez mayores en materia económica, que, afirmó, son resultado directo de las políticas de libre mercado que ubican su prioridad en los beneficios de las empresas.
El catedrático británico advirtió que, si bien el vínculo entre economía y salud consta entre los resultados de numerosas investigaciones en los últimos 15 años, no se han implementado aún políticas públicas al respecto.
Dos causas de este fracaso son la debilidad de los ministros de Salud dentro de gobiernos que concentran su gestión en asuntos comerciales y financieros y al hecho de que los políticos subestiman el costo económico de la atención sanitaria dirigida a los más pobres, dijo Haines.
La urbanización es una de las consecuencias de las políticas de libre mercado, y el impacto de esta tendencia en la salud pública se nota claramente en Tanzania, sostuvo la experta de la OMS Eileen Petit-Mshana.
En el país africano, la proporción entre la población urbana y la rural pasó de 15-85 en los años 80 a 40-60 en 1997. La población de Dar es Salaam se duplicó desde entonces, sin que la infraestructura se expandiera al mismo ritmo, explicó.
Menos de seis por ciento de los hogares están conectados a redes de saneamiento y, como consecuencia, la incidencia de enfermedades infecciosas como fiebre tifoidea, malaria y cólera "aumentan todos los años", afirmó Petit-Mshana.
La relación entre políticas económicas y deterioro de la salud es aun más directa en el caso del tabaquismo, según los conferencistas que participaron en un panel sobre la "crisis sanitaria mundial" que ha originado el hábito.
Jonathan Samet, presidente del Departamento de Epidemiología en la Escuela de Higiene y Salud Pública de la Universidad John Hopkins, sostuvo que la caída de la cantidad de fumadores en Estados Unidos obligó a las empresas tabacaleras a trasladar sus operaciones a Asia, Rusia y Europa oriental.
Barbara Zolty, del programa de la OMS sobre Abuso de Sustancias, reclamó a la Organización Mundial del Comercio (OMC) una participación en el combate a la difusión de la "epidemia de tabaquismo".
Si no se toman medidas, el tabaco causará unos 10 millones de muertes al año en el 2020, más aun que la suma de decesos atribuidos al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), la tuberculosis y complicaciones de parto, dijo. Setenta por ciento de esas muertes ocurrirán en los países en desarrollo.
El tabaco es un "producto adictivo", por lo que la OMC no debería considerarlo como otros bienes para los que procura eliminar barreras comerciales, sostuvo Zolty.
En Chile, los profesionales de la medicina lograron mejorar la salud de los niños y niñas que asisten a la escuela a través de un trabajo conjunto con los educadores, explicó María de la Paz Guzmán Llona, directora de un programa en tal sentido establecido por el Ministerio de Educación del país latinoamericano en 1992. (FIN/IPS/tra-en/pz/mk/mj/he dv pr/97