La larva de la mosca doméstica, el más eficaz transmisor de gérmenes, se utiliza en China para producir un medicamento curativo de diversas enfermedades de la piel, desde escaldaduras hasta éscaras.
Antes de su muerte, el entomólogo Li Genjun, de la Universidad de Shandong, investigó la mosca durante 16 años. Actualmente, el equipo de investigación que él dirigía trabaja junto con el Grupo Shunda en la elaboración del medicamento en Zibo, provincia de Shandong.
La colaboración de ambos equipos concluyó en la fabricación de un nuevo fármaco, Kun Zhi, un aceite para aplicar sobre escaldaduras, quemaduras, grietas, éscaras y otras lesiones dérmicas.
La preparación, de color marrón rojizo, se produce en base a larvas maduras disecadas. El aceite comenzó a producirse comercialmente en abril de este año y llegó a las farmacias en junio.
"Para casi todas las personas, resulta increíble que una criatura tan desagradable y despreciada pueda tener un uso médico", manifestó Wang Gan, presidente del Grupo Shunda.
La medicina tradicional china siempre empleó sustancias extrañas para muchos occidentales, como almizcle, piel vieja de cigarra, cuernos de antílope, hormigas y cáscara seca de tangerina, pero nunca antes se habían utilizado moscas.
Zhao Zhongkui, asistente del difunto Li y actual director técnico de la Fábrica de Proteínas de Insectos Shunda, destacó que la producción del aceite Kun Zhi es la culminación de la dedicación de Li durante 16 años al estudio de la mosca.
El profesor murió de un ataque cardíaco en 1994, mientras trabajaba en el desarrollo de un lubricante para aviones.
La inmunidad de la propia mosca a los virus es atribuible a una proteína antiviral, había explicado Li. Sólo una pequeña cantidad de esa proteína es necesaria para matar ciertos virus, y pocos fármacos actuales pueden lograr eso, había dicho.
Para extraer la proteína, el personal de Li estableció un criadero de moscas, "igual que lo hacemos con pollos o peces", dijo Zhao.
Debido a que las moscas se reproducen rápidamente y una pareja puede producir hasta 266 millones de huevos durante un verano, la proteína antiviral se obtiene en abundancia.
"Estos huevos se convierten en larvas en cinco días, y luego de cuatro meses, esas larvas constituyen unas 600 toneladas de proteína bruta", explicó Zhao.
En el criadero de moscas del Laboratorio de Proteína de Insectos Shunda, construido en 1994, las moscas y las larvas se encuentran en ambientes separados, con temperatura, luz solar y humedad controladas.
Cada ambiente posee unas 60 cajas de vidrio, en cada una de las cuales hay entre 7.000 y 8.000 moscas. Las larvas se crían en estantes, sobre lechos de salvado de trigo húmedo y otros granos.
"Dos kilogramos de larvas maduras pueden convertirse en un kilogramo de larvas secas, la materia prima para la extracción de aceite", dijo Zhao.
El criadero está siendo ampliado para aumentar su capacidad de producción hasta 1.000 toneladas de larvas disecadas el próximo año.
El procesamiento de Kun Zhi, que se envasa en tubos de plástico de 20 gramos cada uno, se completa en el compañía farmacéutica Linzi, donde el laboratorio Shunda alquila una sala, aunque pronto construirá una instalación propia.
El laboratorio produce actualmente un millón de tubos de aceite, pero pretende aumentar su producción a cuatro millones en 1998.
El aceite de mosca fue experimentado entre 1993 y 1996 en dos hospitales chinos especializados en quemaduras.
"Se trata de un probado analgésico e inhibidor de virus. Posee la propiedad única de limitar la propagación de los virus y formar una membrana sobre la herida que la protege de los gérmenes", afirmó Chen Shoumei, dermatólogo del Hospital Central de Zibo, que probó el medicamento.
Los estudios demostraron que las heridas tratadas con el aceite no se infectan con virus. "El índice de cura de Kun Zhi es de 90 por ciento", sostuvo Chen.
La mayoría de los pacientes opinan que el aceite da resultado, pero algunos experimentaron una alergia a la sustancia. Aparte de este efecto secundario, el color y el olor del medicamento pueden resultar desagradables.
"Es fascinante curarse con un remedio hecho con moscas", dijo Feng Xiaomei, de 25 años, quien se quemó un antebrazo con aceite hirviendo. "Pero me dio resultado, por eso me gusta, excepto por el olor", agregó.
Ante estos comentarios, Chen dijo que quizá se agregue alguna hierba al aceite para mejorar su olor y aroma. (FIN/IPS/tra-en/cf/js/ml/he-sc/97