SRI LANKA: Mujeres tamiles hacen la guerra pero no la dirigen

Cuando los guerrilleros del grupo étnico tamil atacaron las líneas de defensa del gobierno en el norte de Sri Lanka en julio, admitieron haber perdido 130 combatientes, de los cuales 40 eran mujeres.

En una batalla anterior, una fuerza especialmente entrenada dirigida por mujeres había paralizado las operaciones del gobierno durante más de dos semanas. Al final, el grupo guerrillero Tigres para la Liberación de Tamil Eelam admitió la pérdida de 140 miembros, 89 de ellos mujeres.

Unas 3.000 mujeres integran el grupo rebelde, que lucha por un estado independiente en el nordeste de la isla, situada al sur de India, para la minoría étnica tamil.

En los últimos tres meses, mientras los Tigres luchan para evitar que una estratégica carretera en el área bajo su control sea dominada por el ejército, muchas mujeres perdieron la vida combatiendo en la vanguardia. Como sus compañeros hombres, las caídas son veneradas como "heroínas".

Para los críticos del grupo insurgente, la repentina importancia de las mujeres evidencia la escasez de hombres combatientes y las dificultades que enfrentan los líderes para reclutar nuevos guerreros.

"La incorporación de mujeres y niños es resultado de la necesidad de tener una reserva constante de mandos y personal", dijo la Relatora Especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre Violencia contra la Mujer, Radhika Coomaraswamy, en una conferencia.

Pero para los Tigres, sus mandos femeninos son el máximo símbolo de liberación de la mujer. De hecho, en una sociedad que sigue dominada por el hombre, el uso de ideas y terminología feminista parece ser un imán poderoso que atrae a las mujeres a la organización.

"Hoy, las jóvenes tomaron las armas para liberar nuestra tierra. Las mujeres tendrán éxito en su lucha por la emancipación sólo si se movilizan detrás de una organización de liberación que las convertirá en revolucionarias", expresó la líder guerrillera Velupillai Prabhakaran el Día Internacional de la Mujer, en 1992.

Ideas similares se encuentran en un libro escrito por Adele Ann, la esposa australiana del ideólogo del grupo, Anton Balasingham, y miembro del ala femenina que, según versiones de testigos, participa en las batallas fuertemente armada.

En su "Mujeres Combatientes de Tigres de Liberación", publicado en 1993 por el grupo y leído por los reclutas, Ann escribió que la decisión de una mujer tamil de unirse a los Tigres "dice a la sociedad que no están satisfechas con el status quo social; son mujeres independientes que desafían la autoridad".

El Frente de Mujeres de los Tigres de Liberación fue creado en 1983, pero el primer grupo de mujeres recibió entrenamiento para la guerra en Tamil Nadu, India, recién en 1985. Su primer enfrentamiento con el gobierno de Sri Lanka fue en julio de 1986.

Entre 1987 y 1989 tuvo lugar el mayor reclutamiento de mujeres, ya que también fueron las más perjudicadas por la guerra.

Hoy, las mujeres que se unen a la guerrilla son más jóvenes, apenas adolescentes, y por esta razónno tienen una educación acabada.

"Se unen por el fatalismo general que prevalece en la sociedad tamil", dijo Rajan Hoole, de la Universidad de Profesores de Derechos Humanos de Jaffna, organización que en los últimos 10 años documentó la guerra y sus consecuencias sobre la sociedad.

La migración de los hombres hacia el oeste también fue un importante factor para que las mujeres, sintiéndose "impotentes" y buscando una forma de realización, se enrolaran en el movimiento guerrillero, sostuvo Hoole.

"Esta carta quizá te irrite, pero la decisión de unirme a los Tigres fue correcta", escribió una joven recluta a su hermano, miembro de un ex grupo militante, hoy con sede en Colombo.

"¿Qué fue lo que lograste? Tu grupo y otros tamiles que depusieron las armas y se unieron al gobierno de Sri Lanka son traidores de nuestra causa. Lo único que hicieron en Colombo es preocuparse por sus estómagos y ayudar a algunos líderes tamiles a amasar fortuna", prosigue la carta.

"Aunque podrías haber hecho algo, no lo hiciste. Yo sí quiero hacerlo. Quedarme en casa para convertirme en viuda o esperar que los soldados abusen sexualmente de mí no es vida para mí", concluyó la recluta.

Con su poderosa doble ideología de liberación, tanto de la nación como de la mujer tamil, los Tigres lograron, más que otros grupos armados del mundo, formar un ala femenina que pretende demostrar la igualdad entre los géneros de manera distinta a la aceptada por la teoría feminista.

Sin embargo, grupos feministas y otros cuestionan la ideología de liberación de las mujeres del grupo armado y señalan los casos de Tigres que utilizan a sus mandos femeninos para oprimir mujeres tamiles fuera de la organización.

En uno de sus informes, la Universidad de Profesores de Jaffna documentó que el grupo mantenía a unas 200 mujeres tamiles en prisión por su supuesta oposición al grupo, las cuales recibieron un tratamiento brutal de parte de las mujeres guerrilleras.

"Cuando surgió la necesidad de reclutar mujeres, también fue necesario hallar la ideología y el discurso apropiados para convencerlas de que estaban en una gran misión", afirmó Hoole.

Coomaraswamy arguyó que el reclutamiento de mujeres en el grupo guerrillero fue el resultado del cambio ideológico, surgido de la necesidad, en la manera que los hombres tamiles ven a las mujeres.

"A pesar de la celebración de las mujeres guerrilleras por los ideólogos de los Tigres de Tamil, aún no hay evidencia de que las mujeres son parte del proceso de toma de decisiones de la élite. No proponen las ideas, sino que se limitan a implementar la política de los hombres", afirmó.

El debate promete extenderse hasta que concluya la guerra. Pero la verdadera prueba de igualdad entre los sexos surgirá sólo cuando la paz reine otra vez en la sociedad tamil. (FIN/IPS/tra-en/ss/an/aq-ml/pr-ip/97

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