El Fondo Monetario Internacional (FMI) adoptará un papel más activo en la lucha contra la corrupción en sus países miembros, aun al costo de generar "tensiones" con los gobiernos.
Los directores ejecutivos de la agencia presentaron directrices para atacar el delito y promover lo que se ha acordado denominar "buena gestión de gobierno".
Las pautas advierten al personal de la agencia prepararse para "enfrentar cierta tensión en la relación de trabajo con las autoridades de los países, en casos específicos que potencialmente involucren prácticas corruptas".
La directiva presentada este lunes apareció tras casi un año de negociaciones entre los países miembros y críticas de que la agencia toleró y en ocasiones favoreció la corrupción, más recientemente en los gobiernos de Daniel Arap Moi en Kenia y Mobutu Sese Seko en Zaire.
Siguiendo al Banco Mundial, la agencia define la corrupción como "el abuso de posiciones públicas con fines privados".
Aunque destaca que la participación del FMI en la gestión de gobierno debe limitarse a los aspectos económicos, los directores exhortaron a las autoridades de la agencia a promover las medidas contra la corrupción imponiendo condiciones a los préstamos y programas.
Otra medida a adoptarse es la evaluación rutinaria de la transparencia y la responsabilidad durante revisiones económicas periódicas llevadas a cabo por la agencia y sus miembros individuales.
Asimismo, el personal deberá ser "más activo" en la búsqueda de políticas específicas y reformas gubernamentales con el fin de reducir las oportunidades de corrupción y fraude.
Un trabajo más cercano con el Banco Mundial, que adoptó la línea de promover la visión de los donantes de la reforma en áreas como servicios civiles, derechos de propiedad y prácticas de asignación de contratos, también se orienta hacia el control de la corrupción.
El FMI se involucrará primariamente con "reformas institucionales del tesoro, preparación de presupuestos y aprobación de procedimientos, administración de impuestos, contabilidad, mecanismos de auditoría, operaciones de bancos centrales, y funcionamiento de estadísticas oficiales".
La agencia buscará también mayor influencia sobre los precedimientos mediante los cuales los gobiernos controlan sus gastos y recaudan impuestos.
La esencia de todo esto, dijo el director ejecutivo del FMI, Michel Camdessus al Club Económico de Nueva York el mes pasado, es que "cada país que busque mantener su influencia en el mercado acepte los temas asociados con la buena gestión de gobierno".
Activistas y analistas respondieron con preocupación ante la última iniciativa, ya que podría "llevar al FMI a ámbitos a los que no pertenece", dijo Angela Wood, del Proyecto Reforma de Bretton Woods, con sede en Londres.
Los temores de Wood tienen eco en autoridades de ayuda al desarrollo y analistas en esta capital, quienes afirman que el FMI aún debe lograr el éxito en su misión central, ayudando a los miembros a alcanzar la estabilidad macroeconómica.
"Este debería ser el foco de la institución, y no intentar ampliar su campo de acción", dijo Wood.
La agencia ha tenido éxito en la mejora de la balanza de pagos de algunos países, admiten los críticos, pero esta reducción de la brecha entre los ingresos y gastos nacionales típicamente se produjo a un alto costo en términos de desigualdad social, la cual se ha acentuado.
El jueves de la semana pasada el FMI suspendió sus préstamos a Nairobi, una medida presentada en la prensa financiera como evidencia del compromiso de la agencia con el principio de la buena gestión de gobierno.
Autoridades de la ayuda al desarrollo se quejan de que el FMI tardó demasiado en tomar la medida. Una fuente que no dio su nombre dimo que "el FMI ignoró temas de buena gestión de gobierno en Kenia una y otra vez".
Las críticas sobre el tratamiento del FMI de sus relaciones con Zaire bajo el gobierno de Mobutu continúan amenazando a la agencia. En mayo, fue acusada en la portada del Financial Times de Londres de ayudar a Mobutu a amasar una fortuna de 4.000 millones de dólares.
"En 1982 el FMI (…) recibió una descripción detallada de la corrupción financiera del Señor Mobutu", aseguró el diario, y agregó que, "no obstante, la presión política occidental a favor de Mobutu hizo que la asistencia financiera del FMI a Zaire aumentara sustancialmente tras el informe".
El FMI y el Banco Mundial situaron la corrupción en el centro del debate durante sus reuniones anuales en octubre, y fueron directamente criticados por sus países miembros, en especial del mundo en desarrollo, por buscar expandir su mandato e interferir en la política soberana. (FIN/IPS/tra-en/aa/lp/dv-if/97