(Consumers International-IPS) El Instituto Brasileño de Defensa del Consumidor (IDEC), envió recientemente una carta a la Secretaría de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud planteando su posición contraria a la venta de medicamentos en los supermercados.
Ese tipo de venta está actualmente prohibida por la ley en Brasil, salvo en hoteles o establecimientos para alojar huéspedes, por lo que IDEC estima que al menos se debería cambiar la legislación para permitir la venta de medicamentos en los supermercados y otros lugares.
En su comunicación al Ministerio de Salud, el Instituto pide que la propuesta de venta de fármacos sin prescripción médica en farmacias y droguerías sea revisada con la participación de entidades de defensa de los consumidores y de vigilancia de medicamentos, de acuerdo a la resolución del Consejo Nacional de Salud.
El Instituto ha expresado estar en contra de la venta de fármacos -incluso de vitaminas y otros complementos nutritivos- en lugares que no sean farmacias, por considerar que llevará a un aumento considerable de los riesgos al consumidor "debido a la deficiente fiscalización y reglamentación de productos farmacéuticos en el país".
Justificar la venta de medicamentos en supermercados y otros sitios como una medida de reducción de precios o de defensa de los intereses del consumidor es "por lo menos demagógico", señala IDEC.
No hay problemas de acceso respecto a la distribución de los establecimientos, según la misma fuente, porque de acuerdo al Consejo Federal de Farmacias, en 1996 habían 24.571 farmacias, 26.231 droguerías y 985 farmacias homeopáticas, un total de 51.787 establecimientos.
Esto da un promedio de uno por cada tres mil habitantes, "una de las más altas concentraciones del mundo", de acuerdo a IDEC.
No hay evidencia de que la existencia de ese gran número de establecimientos haya contribuido a disminuir los precios para el consumidor, dice IDEC; "al contrario, el mercado farmacéutico brasileño ha aumentado de tamaño siete veces desde 1989 y 1996, manteniéndose casi constante el número de unidades vendidas y representando un gran aumento en el precio promedio del medicamento".
IDEC plantea que si actualmente las farmacias no verifican adecuadamente los productos que comercializan, un supermercado va a tener mucho menos condiciones técnicas para verificar detalles como registro, fecha de vencimiento y otros factores.
"La ampliación del ámbito de venta de productos que no requieren prescripción sin haber hecho un saneamiento previo de la oferta de esos productos, sólo acarreará la ampliación de los riesgos al consumidor", según la mayor organización de consumidores brasileña, asociada a Consumers International. (FIN/Consumers International-IPS/97