El presidente cubano Fidel Castro decidió celebrar en privado sus 71 años, que cumple hoy, o al menos así lo sugiere la ausencia total de información oficial y hasta de rumores sobre el acontecimiento.
Reservado en su vida privada, Castro dijo una vez que prefiere pasar su cumpleaños "trabajando", pero habitualmente, sus seguidores preparan alguna fiesta infantil y esperan que se presente, aunque sea brevemente.
La ausencia de rumores, que suelen propagarse con varios días de antelación, contrastó con el homenaje de 13.000 niños, los mensajes de felicitación, las marchas conmemorativas, los reportes de prensa y los trabajos voluntarios del pasado año.
"Es que a Fidel no le gustan esas cosas. El año pasado tuvo que aceptar porque cumplía 70 años", dijo un militante del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC).
Así y todo, el recinto ferial ExpoCuba, situado en la periferia de La Habana, anunció para este miércoles festejos infantiles que incluirán un pastel gigante y el espectáculo titulado "Un regalo para tí".
Independientemente de los gustos personales de Castro, los aires que soplan en estos días en Cuba no son precisamente de fiesta y deben preocupar al hombre que tiene sobre sus hombros la máxima responsabilidad en el PCC y en el gobierno.
En apariencia, todo sigue igual. La población se concentra en el esfuerzo por sobrevivir en tiempos de crisis, los más jóvenes aprovechan el verano para ir a la playa y los medios de comunicación trasmiten mensajes optimistas sobre la resistencia de la isla y los avances de la economía.
Pero la caída este año de la cosecha de azúcar a niveles aún no anunciados tiene en estado de alerta a más de un experto. En efecto, los problemas de la industria azucarera ponen en entredicho la superación de la peor crisis económica sufrida por el país en la segunda mitad de este siglo, que ya lleva siete años.
Las tensiones entre La Habana y Washington crecen por día y, para colmo, una ola de atentados a instalaciones turísticas amenazan con desestabilizar la principal fuente de divisas de la isla.
Dos artefactos explotaron el 12 de julio en los hoteles Capri y Nacional y otro el 4 de este mes en el Melía Cohiba, todos en La Habana, sin causar daños materiales de importancia, pero generando incertidumbre en la población.
En medio de tantas tensiones, Castro delegó en su hermano Raúl, número dos en el gobierno cubano, el tradicional discurso del 26 de julio, Día de la Rebeldía.
Por esta vez, los medios de comunicación se mostraron más cautelosos que en ocasiones anteriores en sus referencias a la fecha del cumpleaños de Castro y los homenajes se reducen al señalamiento de alguno que otro objetivo cumplido en la producción.
La televisión trasmitió en la víspera un anuncio comenzado con un coro de voces que nombraban a Fidel y con la imagen del presidente. Pero no estaba dedicado específicamente a Castro, sino al V Congreso del Partido Comunista, convocado para octubre.
Una pista de aterrizaje de 1.800 metros fue terminada en el aeropuerto internacional del balneario de Varadero, como parte de las obras que se ejecutan para impulsar el turismo en el principal polo turístico de Cuba, a 140 kilómetros de La Habana.
El Jardín Botánico Nacional, que ocupa unas 600 hectáreas en las afueras de la capital, anunció con un día de antelación que este miércoles ofrecerá una programación recreativa "especial" para niños y jóvenes.
Autoridades del Partido Comunista y miembros del gobierno organizan en todas las provincias actividades especiales para esta fecha que, de alguna manera, se dedican al cumpleaños del hombre que lleva casi 38 años en el poder.
"Volvería a hacer todo lo que he hecho, pero mejor", dijo Castro en agosto del último año.
El presidente cubano nació el 13 de agosto de 1926 en Birán, una localidad de la provincia oriental de Holguín, situada a 771 kilómetros al este de La Habana.
Tercer hijo de la familia Castro Ruz, fue educado por los jesuitas, se hizo abogado, demandó a Fulgencio Batista por su golpe de estado de 1952, se puso al frente de la lucha contra esa dictadura y en 1959 bajó triunfante de la Sierra Maestra.
Castro recibe a diario tantas exigencias de elecciones libres que lo saquen del poder como mensajes de apoyo por su liderazgo, por el mantenimiento del socialismo en la isla y por su política de enfrentamiento a Estados Unidos. (FIN/IPS/da/ff/ip/97