Los gobierno de Colombia y México, países base de los narcotraficantes de América Latina, siempre afirmaron que luchaban en perfecto acoplamiento contra las mafias. Hoy, ante la actividad indetenible de los cárteles y la evidencia de descoordinación, buscan revisar sus vínculos.
Mariano Herrán, fiscal especial para la Atención de los Delitos contra la Salud de México, anunció este martes que se pondrá en contacto con el general José Serrano, director de la policía de Colombia.
Así mismo, México designará a un representante antidrogas en Colombia, para mejorar la coordinación entre las dos partes, dijo Herrán.
Serrano señaló el lunes a la radioemisora mexicana Red que no cuenta con interlocutor directo en el gobierno de Ernesto Zedillo para coordinar la lucha antidrogas.
Para el general, es difícil trabajar con México, pues las estructuras y el personal para la lucha contra los narcotraficantes han cambiado varias veces en los últimos años. También afirmó que México es ahora el primer centro de operaciones del narcotráfico en América Latina.
De 1993 a la fecha el gobierno de México entregó primero a civiles, luego a militares y finalmente otra vez a civiles el mando del combate contra la drogas.
Herrán, quien se hizo cargo en marzo de la fiscalía, tras la destitución de un general involucrado con los cárteles de la droga, prometió comunicarse con Serrano, con quien habló por última vez hace dos meses, para explicarle la situación mexicana y afinar acuerdos.
El funcionario dijo que, a pesar del "intenso" combate contra las mafias locales y a la lucha que también libran las autoridades colombianas contra los cárteles, la cocaína llega a México en grandes cantidades desde Colombia.
Al respecto, informó que en los siete primeros meses del año, la policía y los militares mexicanos confiscaron 26 toneladas de cocaína procedentes de Colombia, tres toneladas más que en todo 1993, el año de mayor éxito en materia de incautación de esa droga.
Herrán reconoció que, pese al alto volumen de droga confiscada, se calcula que otras 26 toneldas de cocaína habrían pasado a Estados Unidos entre enero y julio.
México es el principal centro de tránsito de estupefacientes a Estados Unidos y el mayor de lavado de dinero del narcotráfico en América Latina, según coinciden en señalar Washington y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Serrano advirtió que, debido al éxito de la lucha antinarcóticos en Colombia, los cárteles mexicanos se hacen cargo de los mayores volúmenes de contrabando de heroína y cocaína.
Herrán señaló que no le interesa entrar en polémica con el funcionario colombiano, sino abrir nuevos cauces de coordinación para atacar a las mafias. Agregó que la Procuraduría enviará un representante permanente a Bogotá, para mejorar la relación con Colombia.
México tiene firmados programas de cooperación antidrogas con 24 países y forma parte de todas las convenciones internacionales y regionales en materia de combate al narcotráfico.
Su principal socio en el área antidrogas es Estados Unidos, el principal consumidor de estupefacientes del planeta. La relación con Colombia, considerado el centro mundial de producción de cocaína, es "especialmente cercana", de acuerdo con documentos oficiales.
A propuesta del gobierno mexicano, en diciembre de 1996 la Asamblea General de la ONU resolvió programar para junio de 1998 un período extraordinario de sesiones dedicado exclusivamente a fortalcer la cooperación internacional contra las drogas.
Las bandas locales de narcotraficantes, asociadas con cárteles colombianos, obtienen ganancias anuales entre 15.000 y 30.000 millones de dólares, según Investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Los narcotraficantes destinan alrededor de 500 millones de dólares a corromper a las autoridades mexicanas. Es decir, 200 millones más que el presupuesto anual de la Procuraduría de México, estima la DEA, agencia antidrogas de Estados Unidos. (FIN/IPS/dc/ff/ip/97
