El cuerpo de bomberos de la capital de Ecuador pidió el miércoles auxilio al gobierno y a la población de la ciudad para enfrentar la ola de incendios forestales producidos en los últimos meses.
"No podemos dar abasto", dijo Jaime Benalcázar, jefe del cuerpo de bomberos de Quito, quien reveló que se han registrado 500 incendios forestales en los alrededores de la capital "que han absorbido prácticamente todo nuestro presupuesto".
En julio se registraron 260 incendios, "en comparación a los 60 que se presentaron el año pasado en el mismo período", anotó Benalcázar, al exhortar a los pobladores a "tomar medidas de precaución, denunciar a tiempo los brotes de fuego y brindar toda la colaboración posible a los bomberos".
De acuerdo a las investigaciones de los bomberos muchos de los incendios han sido provocados intencionalmente, pero la policía no ha podido capturar a los responsables "pues las denuncias son tardías", apuntó Benalcázar.
Según las autoridades ambientales del municipio de Quito, los daños a los bosques que rodean la ciudad, sobre todo los ubicados en el volcán Pichincha, en el extremo occidental de la capital, son incuantificables pues en ellos se alojan varias especies de aves, como los colibríes, y mamíferos menores.
"Nos estamos convirtiendo en espectadores de los incendios", comentó a IPS Ramiro Hernández, miembro del cuerpo de bomberos, "no podemos cumplir con nuestro trabajo", pues "no tenemos equipos y los pocos que hay están dañados de tanto uso".
La mayor parte de los vehículos utilizados por los bomberos de todo el país son de 1970. "Hemos tenido que inventar maneras para reparar los tanques de agua, las mangueras, las bombas hidráulicas y tantos otros problemas que se nos presentan todos los días", dijo Hernández.
Según Benalcázar, el problema sólo se podrá resolver "con la colaboración de la población y con más recursos económicos para reparar y comprar más equipos, así como para contratar más personal y dar incentivos a nuestros bomberos, que trabajan en condiciones heroicas".
Los bomberos que tienen un contrato reciben un salario mensual de 60 dólares en promedio, mientras que los voluntarios, que representan el 75 por ciento del total, trabajan sin remuneración alguna.
Los cerca de dos millones de dólares anuales que el cuerpo de bomberos recibe como presupuesto, "apenas sirven para cubrir los salarios", aseguró Luis Hidalgo, jefe de los bomberos de la ciudad portuaria de Guayaquil. (FIN/IPS/mg/jc/en/97