Un paro general anunciado en Argentina para este jueves, contra el proyecto de flexibilización laboral y el modelo económico, presenta a la nueva alianza política opositora un primer desafío, al obligarla a tomar partido en asuntos sensibles para el electorado.
La huelga es organizada desde hace un mes por el Congreso de Trabajadores Argentinos y el Movimiento de los Trabajadores Argentinos, dos nucleamientos sindicales separados de la mayoritaria Confederación General del Trabajo (CGT), que se identifica con el gobierno de Carlos Menem.
Los sindicatos convocantes cuentan con las simpatías de la oposición, pero el paro incomoda a dirigentes políticos que intentan presentarse como alternativa al gobierno de Menem, que ya lleva ocho años.
La Alianza para el Trabajo, la Jusicia y la Educación, conformada hace nueve días por la centrista Unión Cívica Radical (UCR) y el centroizquierdista Frente País Solidario (Frepaso) replicó a acusaciones del gobierno que la identifican con la inestabilidad económica.
El referente económico de la Alianza, José Luis Machinea, se pronunció enfáticamente en favor de la estabilidad, la apertura económica, las privatizaciones y la reforma laboral.
Pero sus palabras no fueron aceptadas por todos los aliancistas. La sindicalista Alicia Castro, diputada de la Alianza, dijo a IPS que "las declaraciones de Machinea fueron inoportunas, apresuradas, y carecen de consenso" en la oposición.
Mientras, los empresarios exigieron definiciones más concretas a la nueva oposición política.
"La designación de Machinea cayó bien, porque es un economista con ideas serias. Pero seguimos advirtiendo incoherencias dentro de la Alianza que esperamos se vayan limando a medida que estén más cerca de acceder al poder", señaló Jorge di Fiori, presidente de la Cámara de Comercio.
Como telón de fondo de los asuntos en discusión aparecen datos oficiales según los cuales, 61 por ciento de la población económicamente activa está desocupada, subocupada o tiene contratos precarios o ilegales.
Así mismo, el libro de ensayo más vendido en los tres últimos meses en Argentina es "El horror económico", de Viviane Forrester, que describe de manera crítica la "extinción del trabajo".
La decisión de la UCR y el Frepaso de coligarse apunta a las elecciones legislativas de octubre, para las que elaboraron una agenda parlamentaria común, pero también a las presidenciales de 1999.
La coalición ofrece mejorar el funcionamiento del modelo neoliberal, con una mejor administración de los recursos económicos y una justicia más independiente.
Respecto del trabajo, los dos partidos hicieron propuestas para crear empleo, pero ahora deberán acordar un programa común.
La huelga del jueves, que estará acompañada del corte de rutas en las provincias y ollas populares en paseos públicos, se realiza contra el modelo econmico que, a juicio de los organizadores, es responsable del actual desempleo de 16,4 por ciento.
Los promotores de la movilización protestan también contra las normas de flexibilizacin de los contratos de trabajo.
"Este modelo econmico sólo da derechos a los grupos monopólicos", mientras "destruye empleos, margina a los desocupados y obliga a los que conservan su puesto a aceptar jornadas más largas con salarios magros y condiciones de desprotección total", afirmó la diputada Castro.
Afiliada al Movimiento de Trabajadores, la Asociación de Aeronavegantes de Argentina, de Castro, se opone a un acuerdo que la CGT firmó con el gobierno.
El acuerdo dispone la caducidad en tres años de 603 convenios colectivos de trabajo, que son ley para los sindicatos, y obliga a éstos a negociar desde cero las nuevas normas de contratación.
Los empresarios quieren que los convenios caduquen en dos años, y plantean la eliminación de otros derechos adquiridos, sobre vacaciones y aguinaldo. También exigen beneficios fiscales para la contratación de jóvenes sin experiencia y una reducción de las indemnizaciones por despido.
La UCR y el Frepaso coinciden en la necesidad de una reforma laboral, pero difieren con el gobierno y los empresarios en las características que debe adoptar la flexibilización.
La estrategia del gobierno de identificar a los aliancistas con el caos económico obligó a éstos a moderar su respaldo a la huelga. Sus principales refrentes consideran que el paro no es la mejor vía para solucionar los problemas.
Castro coincidió en que las soluciones al desempleo son difíciles, porque se avanzó mucho en la globalización de la economía y la apertura del mercado. No obstante, considera que resta un margen de maniobra que permite, por ejemplo, gravar las ganancias de empresas privatizadas, como lo hace el gobierno laborista en Gran Bretaña. (FIN/IPS/mv/ff/lb ip/97