Niños y niñas de Sudán son secuestrados, vendidos como esclavos dentro del país o en naciones árabes y africanas y, a veces, revendidos a sus propios padres, según activistas y políticos del sur del país.
Los secuestros de menores negros incluye en ocasiones la conversión forzada al Islam, pero adultos negros del sur de Sudán comenzaron, a su vez, a esclavizar a niñas árabes, agregaron diversas fuentes a IPS.
Estas versiones han sido negados con persistencia por el gobierno, pero fueron refrendadas esta semana por el reverendo Ambrose Adi, vicepresidente de la Asamblea Nacional por los Derechos Humanos, y Santino Deng, asesor político del gobierno del estado de Bhar El Ghazal Septentrional.
Adi dijo a IPS que el comercio de niños y niñas se ha visto alentado por la guerra civil que hace 14 años enfrenta a las autoridades con los rebeldes negros que luchan en el sur por la constitución de un estado independiente del norte de mayoría musulmana y árabe y que predomina en el gobierno.
Muchos clanes árabes en el estado meridional y fronterizo de Kordofan aprovecharon el caos que provoca el conflicto para esclavizar a niños y niñas dinka, el principal grupo étnico negro de Sudán.
"Muchos menores de Bhar El Ghazal Septentrional fueron tomados esclavos por tribus árabes, en especial de las etnias meseri y baggara, que viven en zonas lindantes con el sur del país", dijo Adi, quien aseguró haber informado al gobierno federal sobre el problema.
El líder religioso acusó también a adultos dinka de secuestrar niñas árabes y llevarlas hacia sus zonas. Muchas de estas niñas son entregadas mediante rescate a sus padres o vendidas como esclavas sexuales a otros clanes dinka, afirmó.
"El problema de la esclavitud es muy complicado. Los árabes están interesados en los niños dinka porque sus padres pagan muchas vacas por rescatarlos. Al mismo tiempo, los dinka se han convertido en los últimos años en traficantes de esclavos", agregó.
Pero Akol Akol, jefe dinka del villorrio Hag Yousef en Jartum, negó esta denuncia y aseguró que las niñas árabes que viven con hombres dinka están casadas con ellos.
"Cuando los árabes incursionan en nuestros poblados, encuentran mujeres árabes viviendo con sus maridos dinka. Las mujeres a las que llaman esclavas son, en realidad, esposas. Están casados", dijo a IPS.
Santino Deng, ex ministro federal de Recursos Animales, dijo a IPS que algunos niños familiares suyos fueron esclavizados por clanes árabes en Bher El Ghazal Septentrional, estado fronterizo con Kordofan.
Deng dijo que clanes árabes tomaron unas 10.000 cabezas de ganado y muchos niños y niñas en incursiones efectuadas este mes a una sola localidad, el distrito de Wangjok, al norte de su poblado natal, Awiel.
Algunos de los prisioneros fueron llevados luego a Awiel, donde sus familiares pagaron por su libertad. El precio era de unos 133 dólares por cada menor y 13 dólares por cada cabeza de ganado.
Niños y niñas secuestrados en una incursión en el área de Shelkon el mes pasado también fueron vendidos a sus familiares en Awiel y en Wau, capital del estado de Bahr El Ghazal Occidental, y hubo al menos secuestros en otras dos zonas, dijo Deng.
El dirigente sostuvo que los secuestradores integran milicias islámicas apostadas en Babanusa, un poblado en el este de Kordofan, donde mantienen cautivos a unos 50.000 niños y niñas dinka. A veces, envían intermediarios a avisar a los poblados que pretenden trocar a esos menores por ganado.
Adi dijo que el parlamento sudanés planea enviar misiones de investigación a Kordofan. De todos modos, Deng dijo a IPS que Naciones Unidas enviará una misión al área para investigar los abusos contra niños y niñas que, agregó, incluyen conversiones forzadas a la religión musulmana.
"Algunos de nuestros hijos son llevados como esclavos y enviados a escuelas coránicas en Djibouti, Mauritania, Gabón, Camerún, Arabia Saudita y Libia", afirmó.
Los secuestros afectan ahora zonas que antes no habían sufrido el tráfico de esclavos, como la provincia de Equatoria Oriental, en el extremo sur del país.
Adi informó que niños y niñas de la etnia toposa fueron secuestrados, según distintas versiones, por orden de Abdalla Kuofelo, ex comisionado del distrito de Kapoeta.
Kuofelo condujo los niños al poblado nororiental de Kasala, donde los instaló en una escuela islámica establecida con fondos del gobierno de Kuwait, sostuvo el activista.
El reverendo Adi no puede asegurar cuántos niños habían sido secuestrados allí, pero estimó que eran muchos. Su grupo emprendió gestiones para que vuelvan al seno de sus familias, muchas de las cuales denunciaron a Kuofelo ante las autoridades.
Khamis, un hombre taposa cuyo hijo, afirma, fue secuestrado a punta de pistola, dijo a IPS que bandas de árabes llegan a capturar bebés en las áreas bajo control del gobierno federal.
"Mi hijo fue secuestrado por un soldado en Kapoeta. Hasta hoy no sé si está vivo, pero algunos niños que fueron liberados hace poco en Juba me dijeron que fue rebautizado Abdalla", se lamentó. (FIN/IPS/tra-en/nb/kb/mj/hd/97