Durante casi toda su vida, la mayor parte de los habitantes de esta localidad, que alguna vez fue exclusivamente de negros, no tuvieron opinión de contenido ni de forma sobre lo que escuchaban en la radio.
Los residentes de Soweto, en el área metropolitana de Johannesburgo, eran meros objetivos de la industria de la radiodifusión, estatal y dominada por blancos, pensada para mantener a la mayoría negra y pobre desinformada sobre los 0acontecimientos políticos de su propio país y del exterior.
Ahora, tres años después del fin del apartheid, las cosas comienzan a cambiar con la ayuda de tres radios comunitarias. Una de ellas, "The voice of Soweto" (La voz de Soweto), está establecida fuera de la localidad. Las otras son Buwa Community Radio y Soweto Community Radio (SCR), que tiene la mayor audiencia.
El servicio de SCR se concentra en hechos locales presentados en cuatro idiomas nativos, alternados con la popular música "kwaito", que es el opio de los jóvenes. También ofrece programas sobre género y salud.
Sin embargo, las cosas están lejos de ser perfectas en un medio comunitario que sólo tiene dos años de vida y carece de experiencia y capacitación adecuadas, así como problemas de administración.
"Cuando empezamos, la mayoría de nosotros no sabía lo que era la radio comunitaria y no tenía un punto de referencia", pero "luchamos para definirlo, y ahora estamos conquistando una posición en el mercado", declaró el director de SCR, Tebogo Pooe.
Las primeras licencias transitorias fueron otorgadas en diciembre de 1994 por el organismo regulador, la Autoridad Independiente de Radiodifusión (IBA). Se estima que las radios comunitarias tienen una audiencia de 1,5 millones de personas en todo el país.
Pero de acuerdo con la Autoridad, el sector aún es inexperiente, lucha por mantenerse a flote y precisa una mayor participación de la comunidad.
"Ya sea debido a la novedad del sector o a otras razones, la mayoría de las comunidades no estaban enteradas del establecimiento de radios comunitarias en sus áreas", destacó el IBA en una Revisión de la Industria (1995-1996) que aún no fue publicada.
"Esto promovió una falta de responsabilización en la mayoría de esas radios que a la vez disminuyó el nivel de participación comunitaria", agrega la Revisión.
La distribución geográfica de las estaciones continúa siendo desigual en favor de áreas desarrolladas históricamente. Por ejemplo, en las provincias del Norte y Cabo del Norte, las menos desarrolladas, hay sólo una emisora de radio por cada una, frente a 25 en la provincia capital de Gauteng.
Y aun en Gauteng, los pobres tienen menos acceso que los demás. Soweto, por ejemplo, tiene tres millones de habitantes y sólo tres estaciones de radio.
Aunque la IBA tiene como mandato otorgar acceso a comunidades históricamente desaventajadas, aún hay más dueños blancos de emisoras radiales comunitarias (particularmente hablantes de la lengua afrikaans) que de cualquier otra raza, cultura o lenguaje, dice el informe.
Los desafíos son enormes. Algunas estaciones no han podido atraer patrocinadores, por ejemplo, mientras otras deben buscar una forma de compatibilizar la publicidad con el carácter de "radio no comercial".
Sin embargo, estaciones como Soweto Community Radio están logrando incursionar en sus comunidades.
"Cosas simples como saber dónde ubicar una organización que se ocupa del abuso infantil son importantes para nosotros", manifestó el residente Thembi Ngcobo.
"Aun escuchar sobre problemas de otros similares a los nuestros tiene un efecto curativo", agregó.
SCR difunde su material a 108.000 personas de diversos orígenes, culturas y lenguajes, y está destinada principalmente a jóvenes y mujeres, explicó Ndondo Dube, gerente de proyectos especiales.
La estación es conducida por un grupo de 22 jóvenes y entusiastas voluntarios que se hacen un tiempo para hablarle a Soweto cada día.
"Somos una plataforma de información y queremos facilitarle a los habitantes de Soweto el acceso al conocimiento sobre temas como política gubernamental", expresó Dube. (FIN/IPS/tra-en/gm/pm/ml/cr/97