La Compañía Telefónica de España ganó hoy una importante batalla, quizás decisiva, en la llamada guerra de la televisión digital que disputa con el Grupo Prisa, editor del diario El País.
Telefónica informó este jueves que adquirió al empresario Antonio Asensio el 25 por ciento de las acciones de la privada Antena 3TV, hasta este miércoles asociada al Grupo Prisa en el lanzamiento del Canal Satélite Digital y a cuyo control accede en sociedad con dos bancos locales.
Además, compró a Asensio 51 por ciento de las acciones de una sociedad gestora de medios audivisuales, titular de derechos de transmisión de 27 equipos de fútbol, entre ellos los que atraen una mayor atención del público.
Telefónica, recientemente privatizada pero en la que el Estado conserva el control de la gestión, con el apoyo de Asensio y otros grupos menores se enfrentó a finales de 1996 con Prisa, grupo que controla Canal Plus, el único de pago en España.
El motivo del enfrentamiento fue la disputa por la naciente televisión digital, un sector del mercado audiovisual llamado a convertirse en vanguardia en los próximos años.
Cuando parecía que Telefónica había vencido, el grupo Prisa y Asensio llegaron a un acuerdo en la noche del 24 de diciembre para gestionar conjuntamente los derechos del fútbol.
La guerra parecía haberse definido en contra de Telefónica, pues el fútbol se presenta como el mayor negocio que se transmitirá por los múltiples canales de la televisión digital.
Pero a continuación el gobierno del centroderechista José María Aznar entendió que el pacto de Prisa y Asensio vulneraba la librecompetencia y envió con urgencia un proyecto de ley al parlamento.
En lo esencial ese proyecto, después convertido en ley, dispuso que los grandes acontecimientos deportivos debían transmitirse en televisión abierta, sin costo para los televidentes.
La medida, todavía en discusión ante las autoridades de la Unión Europea (UE), desvalorizaba los contratos firmados por Asensio y compartidos con Prisa.
Este jueves Asensio volvió a cambiar de frente, cuando todavía las miradas estaban puestas en la decisión que adoptaría la UE sobre esa ley y en la inevitable apelación del gobierno español al Tribunal Europeo de Justicia, si el dictamen era en su contra.
La reacción del máximo ejecutivo de Prisa y director fundador de El País, Juan Luis Cebrián, fue dura.
"Se trata de una nueva intromisión en los medios de comunicación del gobierno, a través de un amigo personal del presidente", dijo refiriéndose a Juan Villalonga, presidente de Telefónica y amigo personal desde la infancia de José María Aznar.
El secretario general del opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Joaquín Almunia, afirmó que se trata de una operación al servicio de los intereses particulares de Aznar y del Partido Popular en el gobierno.
El PSOE apoyó en todo momento al Grupo Prisa y, a su vez, recibió apoyo de éste, a través del Canal Plus, El País y la Cadena Ser, la mayor radiodifusora privada de España.
Almunia agregó que su partido se dirigirá al Tribunal Europeo de Competencia, por considerar que el acuerdo vulnera las leyes que prohiben los monopolios.
El portavoz del gobierno, Miguel Angel Rodríguez, al ser consultado en rueda de prensa sobre el carácter político del acuerdo, lo rechazó. Y afirmó que si el pacto del 24 de diciembre fue considerado meramente comercial por quienes lo firmaron,no entendía que fuera congruente que ahora dijeran lo contrario.
Es un acuerdo comercial, y nada más, concluyó. La medida del acuerdo la puede dar la evaluación que Telefónica dijo este jueves haber realizado del total de Antena 3TV, sin contar los derechos del fútbol: 650 millones de dólares. (FIN/IPS/td/dg/cr-if/97