La imagen del Che presidirá la inauguración el lunes en la capital de Cuba del XIV Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.
El guerrillero cubano-argentino Ernesto Che Guevara será el motivo de una exposición de unas 300 obras de arte, entre carteles, cuadros y esculturas, de un disco de canciones, de una muestra fotográfica y de no pocos libros y revistas.
"Esa cara familiar alivia, influye en el vínculo desproporcionado entre una figura tan grande y uno mismo", dijo el pintor cubano Roberto Fabelo, encargado de una de las piezas que integrarán la escenografía de la gala inaugural.
Unos 5.000 jóvenes extranjeros se reunirán en La Habana del lunes próximo el 5 de agosto en un intento por rescatar una idea que surgió a raíz del final de la Segunda Guerra Mundial.
La fiesta de La Habana se realiza pocas semanas después del traslado a la isla de los restos del mítico guerrillero, desenterrados de donde fueron sepultados en Bolivia en 19867.
Pero la idea de dedicar el festival al Che fue tomada hace meses y coincidió con la decisión del gobierno de Cuba de nombrar oficialmente 1997 "Año del 30 aniversario de la caída en combate del Guerrillero Heroico y sus compañeros".
"Hijos de pueblos varios, nos anima una misma ilusión", cantaron 17.000 jóvenes de 71 países que el verano de 1947 llegaron a Checoslovaquia para lanzar un llamado a "la paz estable y duradera", inaugurando encuentros de este tipo.
Los festivales continuaron en Hungría, República Democrática Alemana, Rumania, Polonia, Unión Soviética, Austria, Finlandia, Bulgaria, Cuba y República Democrática de Corea.
La última cita, en Pyongyang en 1989, pareció poner el punto final a la lista de encuentros en una década marcada por la desintegración de la Unión Soviética, la caída del Muro de Berlín y la crisis del comunismo.
"Lo primero que ha cambiado es el mundo", dijo en marzo el presidente de la comisión organizadora del encuentro, Rogelio Polanco, que reconoció que el movimiento de los festivales se debilitó mucho en los últimos años.
"Este XIV festival ocurre en un mundo unipolar, donde se ha globalizado toda la riqueza y también la pobreza, donde la idea de los paradigmas y los sueños ha tratado de ser borrada", afirmó.
La idea de retomar los encuentros juveniles de esta clase fue propuesta en La Habana durante el festival "Cuba Vive", una fiesta juvenil internacional de solidaridad con la isla que se celebró en agosto de 1995.
La iniciativa, convocada por la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba (UJC), pretendía convertir el aniversario de los dirturbios anntigubernamentales del 5 de agosto de 1994 en una manifestación de apoyo a la revolución cubana y al presidente Fidel Castro.
"Los que vienen al festival no lo hacen a un país perfecto", dijo este sábado la primera secretaria de la UJC, Victoria Velázquez.
Para las autoridades el encuentro podría contribuir a divulgar una imagen más exacta del sistema socialista que rige en la isla, de los efectos de la crisis económica de los últimos siete años y del bloqueo estadounidense.
De acuerdo con los reportes oficiales más de 12.000 familias cubanas se brindaron para recibir en sus casas a los delegados extranjeros que acuden a la cita que se organizó bajo el principio del autofinanciamiento.
El costo del festival se estima en algo más de un millón de dólares.
Los participantes pagaron un paquete de 250 dólares por la estancia de ocho días, recibieron 70 por ciento de descuento si viajaban por la empresa de bandera Cubana de Aviación y visitarán La Habana y el interior del país.
"Además de conocer Cuba, es la imagen del Che", dijo un mexicano que viajó a la isla para aprovechar los descuentos de la temporada pero no tiene la intención de acreditarse como delegado al evento.
Estimados aseguran que más de 10.000 extranjeros, entre delegados y turistas, podrían llegar a la isla por estos días, impulsados, entre otras cosas, por el atractivo que conserva el Che como símbolo de rebeldía y romanticismo. (FIN/IPS/da/dg/ip-cr/97
