La guerra civil en Congo dio origen a una emisora de radio y otra de televisión controladas por el ex presidente Denis Sassou Nguesso, en las que trabaja una nueva camada de peculiares periodistas.
Los informativistas de Telé Libertés leen las noticias de uniforme de combate y con sus armas a la vista de los espectadores. Así ataviados también concurren a sus puestos de trabajo sus colegas de Radio Liberté, según informes procedentes de Brazzaville, la capital.
El fenómeno provocó la sorpresa de no pocos congoleños, algunos de los cuales critican a los periodistas.
"Esto me hace acordar a la época del partido único. No se puede ser soldado y periodista al mismo tiempo. Deberían elegir entre apoyar a Sassou con las armas o hacerlo con el micrófono. Creo que no están de acuerdo con la democracia", dijo Nkenko Jean, un profesor de enseñanza media.
Las dos emisoras fueron fundadas después del estallido el 5 de junio de la guerra civil en Brazzaville entre los partidarios de a Sassou y los del presidente Pascal Lissouba.
Unas 3.000 personas murieron en la guerra, según estimaciones extraoficiales. El enfrentamiento comenzó cuando los partidarios de Sassou resistieron el arresto de dos milicianos acusados de fomentar incidentes de violencia en el norte de Congo.
Ambas emisoras se dedican a criticar el desempeño de Lissouba en el gobierno que encabeza desde que fue elegido en las urnas en 1992. El mandatario es acusado de llevar el país a la ruina y, además, cuestionado por aspectos de su vida privada.
"Es evidente que no les gusta el gobierno. ¿Qué se podía esperar de periodistas armados sino insultos y calumnias? Lissouba hizo esto, Lissouba hizo lo otro… eso es todo lo que tienen para decir", dijo un funcionario de la presidencia de Congo que reclamó reserva sobre su identidad.
Los empleados de Radio Liberté y Telé Libertés son reclutados entre periodistas y funcionarios estatales que optaron por respaldar a Sassou Nguesso por razones étnicas o de origen geográfico. La mayoría son del grupo étnico del ex presidente, el mbochi, de la región septentrional de Cuvette.
Se trató de una elección libérrima, afirmó Edounga Essou Faustin, informativista de Radio Liberté que antes trabajaba para la estatal Radio Congo. "Uno siempre tiene que tomar decisiones. Nosotros hicimos la nuestra. Democracia también es la libertad de elegir", dijo.
"Nos decidimos porque sabemos el riesgo que corremos con este gobierno, que fue nuestro principal empleador. Hemos elegido cambiar de patrón. Es nuestro derecho, ¿no?", sostuvo Edounga.
El informativista justificó el porte de armas permanente de que hacen alarde él y colegas. Lo hacen por protección, aseguró. "Somos un país en guerra. Por eso algunos de nosotros vestimos uniforme militar y portamos un arma para protegernos en caso de un ataque", manifestó.
Los periodistas de las dos emisoras opositoras se alinearon con Sassou Nguesso porque fueron marginados de los medios estatales, según Robert Mokono, un estudiante de periodismo.
"A algunos periodistas se les prohíbe aparecer en radio o televisión por su simpatía con la oposición. Son buenos profesionales que pasaron años sin leer una noticia por sus opiniones. Ahora, se sienten libres", opinó Mokono.
La aparición de las nuevas emisoras merece una bienvenida, según el estudiante.
"Es raro escuchar una versión diferente a la de los medios estatales. Nos hemos acostumbrado a recibir una parte de la historia. Hoy, podemos escuchar las dos campanas y sacar nuestras propias conclusiones", dijo.
Un funcionario del Ministerio de Correo y Telecomunicaciones sentenció, en cambio, que "los medios de Sassou son estaciones pirata".
"No obedecen ninguna reglamentación sobre medios. ¿Quién les asignó las frecuencias? Nadie. Ninguna institución. Por lo tanto, están operando en la ilegalidad", afirmó.
La Ley de Libertad de Prensa, sancionada por Lissouba en 1996, regula la creación de medios de comunicación. Pero el gobierno no estableció las reglamentaciones de la norma, lo que impide, de hecho, su aplicación.
"La creación de los medios de Sassou es una respuesta al letargo de Lissouba, que se resiste a emitir los decretos reglamentarios. En cualquier caso, la ley dice que hay libertad para fundar esas empresas. No creo Sassou haga nada ilegal", dijo el comentarista cultural Pindi Mamansono.
Los medios estatales deben ocupar ahora la mayor parte de su tiempo de emisión en réplicas a la información que difunden las dos emisoras de Sassou Nguesso, en especial con insultos al ex presidente y sus milicias.
"Un día, escuché en Radio Congo que mercenarios de Ruanda estaban peleando en filas de Sassou. Los periodistas llegaron a pedir a los oyentes que arresten a cualquiera que parezca ruandés", dijo a IPS la empresaria Dorothee Samba.
La polarización política también es evidente en la prensa de Congo. Casi no existen publicaciones independientes. Aun cuando no lo declaren de forma explícita, casi todos los periódicos se dedican a difundir en exclusiva textos a favor de alguno de los bandos en pugna.
Algunos analistas atribuyen la crisis política que se abate sobre Congo al tratamiento de la información en los medios estatales y privados, tanto electrónicos como de prensa.
"Hace tres meses, los diarios vinculados con la coalición gobernante Bloque Presidencial informaron de la inminencia de un golpe de estado liderado por Sassou Nguesso. Al mismo tiempo, los de la oposición informaron sobre planes para asesinar al ex presidente", escribió el periodista Mathieu Bakima.
"Lo que vimos en los medios de ambos bandos fueron improperios, llamados velados a continuar con los combates. Mientras tanto, más y más periodistas en otros países en desarrollo trabajan en la prevención de conflictos", agregó Bakima en La Rue Meurt, periódico cercano a la oposición.
No es ésta la primera vez que un conflicto es la causa de la creación de emisoras de radio en Congo. También ocurrió en 1993, cuando simpatizantes de Lissouba y el alcalde de Brazzaville, Bernard Kolelas, se embarcaron en una disputa por desacuerdos en torno a los resultados de las elecciones.
Durante los episodios de violencia que se registraron entonces, Kolelas fundó Radio Alliance. Dos periodistas de la emisora murieron cuando las fuerzas de Lissouba bombardearon su sede.
"Nuestros políticos son bien conscientes del poder de la información, en especial en tiempos de guerra. Por eso están preocupados por el control de los medios", comentó Dorothee Samba.
Mientras tanto, la guerra continúa a pesar del cese del fuego alcanzado el lunes y promovido por el presidente de Gabón, Omar Bongo, y el representante especial de Naciones Unidas y la Organización para la Unidad Africana, Mohamed Shanoun.
Las negociaciones entre Lissouba y Sassou Nguesso prosiguen en Libreville, Gabón.
Sassou Nguesso pretende la instauración de un gobierno de unidad nacional durante un período de transición de dos años hasta la celebración de elecciones. Lissouba, por su parte, aspira a prolongar su período presidencial, que debe concluir este mes, hasta octubre, cuando se realizarían comicios. (FIN/IPS/nrn/kb/mj/cr ip/97