La utilización de herbicidas para la destrucción de las plantaciones de coca, amapola y marihuana de Colombia plantea serios riesgos ambientales.
La decisión de aplicar del herbivida tebuthiurón en una fase experimental de 90 días para reemplazar el glifosato, un granulado cuestionado en Estados Unidos, fue tomada por el Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE), del que forman parte siete ministerios y la policía antinarcóticos.
En el Consejo no tiene asiento el máximo organismo de control ambiental del país, lo que, según el ministro de esa cartera, Eduardo Verano, es "lamentable, porque allí se toman decisiones trascendentales para el manejo ambiental".
Verano anunció el lunes 21 que no concederá la licencia para importar el tebuthiurón, "por ser altamente perjudicial para el medio ambiente".
El funcionario divulgó un estudio técnico según el cual el herbicida "actúa lentamente, es tomado por las raíces de las plantas y trasladado al follaje y presenta una alta residualidad y riesgos de contaminación de aguas subterráneas".
El informe indica igualmente que este herbicida es utilizado de manera restringida en Estados Unidos para control total de vegetación en zonas industriales. Pese a que no causa daño directo al hombre, su mediana toxicidad afecta al medio ambiente, agrega.
El producto no es selectivo, lo que significa que acaba con toda la cobertura vegetal y el efecto de sus residuos en la tierra duran entre nueve y 18 meses.
La decisión del ministro del Medio Ambiente fue avalada por la productora y comercializadora del tebuthiurón, la multinacional Dow Elanco, que anunció que no venderá el herbicida en Colombia, pese a que perderá al menos seis millones de dólares, porque lo considera "un gran riesgo ambiental".
El director antinarcóticos de la policía (que ejecuta el plan de erradicación de cultivos), Leonardo Gallego, afirmó que la aplicación del tebuthiurón fue decidida por el CNE cumpliendo "todos los requisitos de ley, que incluyen el visto bueno del Ministerio de Salud y del Instituto Colombiano Agropecuario".
Almabeatriz Rengifo, ministra de Justicia y presidenta del CNE, señaló que "no va a ser posible" iniciar la etapa de experimentación con el tebuthiurón.
La decisión de Verano es la primera de este tipo de una instancia gubernamental desde 1985, cuando comenzó a emplearse el glifosato para la erradicación de cultivos ilícitos en la Sierra Nevada de Santa Marta, donde aún no se conoce una evaluación oficial del impacto causado al medio ambiente.
Armando Lacera, director del Departamento de Química de la Universidad del Magdalena, afirmó que la aplicación del tebuthiurón constituiría un nuevo atentado contra el ecosistema.
La Sierra Nevada, ubicada en el norte de Colombia y considerada por la Comisión de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura patrimonio de la humanidad por su riqueza en biodiversidad, sufrió un gran deterioro con el uso del glifosato.
"Aunque no hay certeza científica comprobada, el nacimiento de 280 niños con deformaciones físicas" en el departamento del Magdalena sería una de las consecuencias del uso del glifosato en la Sierra Nevada, afirmó el experto al diario El Espectador.
El uso del glifosato, que Estados Unidos considera ineficaz para la erradicación de cultivos porque pierde su poder en zonas con alta lluviosidad, ha sido criticado por organizaciones no gubernamentales defensoras del medio ambiente por los daños que causa a la flora, fauna y a la salud humana.
Una fuente gubernamental que pidió no ser identificada dijo a IPS que en Colombia no existen estudios sobre los daños que causan estos herbicidas al medio ambiente, en parte por los altos costos de esos informes y por el riesgo que implica trasladar expertos a las zonas de cultivos ilícitos.
No obstante, el deterioro ambiental se inicia desde que el narcotraficante escoge el terreno para la siembra y luego prosigue cuando los desechos químicos derivados del proceso de elaboración de la droga en los laboratorios son vertidos a cursos de agua.
La polémica sobre los herbicidas apenas empieza, puesto que el tebuthiurón podría ser reemplazado por el imazapyr, que también fue aprobado por el CNE para el programa de erradicación de cultivos.
El imazapyr es altamente tóxico, pero su utilización está autorizada por el Ministerio de Salud en cultivos de arroz y palma africana. (FIN/IPS/yf/dg/ip-en/97