El brote de dengue que alarmó a la población de Cuba a mediados de junio y afectó a unas 2.000 personas se encuentra totalmente controlado, según el Ministerio de Salud Pública.
Un informe presentado por el ministro Carlos Dotres, a la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) aseguró que los casos se concentraron en Santiago de Cuba, 967 kilómetros al este de la capital.
El documento, citado por medios de prensa locales, asegura que los primeros casos de la afección se detectaron en febrero y a fines de mayo, con las lluvias, hubo un incremento de los enfermos, que en total no sobrepasaron los 2.000.
Aunque las estadísticas de posibles fallecidos aún no es conocida, fuentes oficiales informaron que del total de afectados sólo cinco por ciento padeció dengue hemorrágico, y de éstos todos eran adultos.
Todos los casos que aparecieron en otras lugares del país fueron "importados" desde Santiago de Cuba y nunca repondieron a la infección por focos autóctonos del mosquito, aseguró el alto funcionario de Salud.
Dotres afirmó que sólo 21 por ciento de las personas hospitalizadas en esa ciudad de manera preventiva, por presentar síntomas semejantes a los del dengue, padecían realmente la enfermedad transmitida por el mosquito aedes aegypti.
El sistema de salud pública cubano habilitó más de 2.000 camas en esa ciudad, orientó el ingreso de toda persona reportada con fiebre alta e inició una campaña intensiva contra el mosquito para eliminar la vía de transmisión.
La confirmación oficial del brote tuvo lugar el 18 de junio, ante los rumores que hablaban de una epidemia de dengue en Santiago de Cuba y de los primeros casos en varios municipios de La Habana.
Este es el primer brote de dengue reportado en la isla desde la epidemia de dengue hemorrágico de 1981 que arrojó, en sólo cuatro meses, 324.000 casos y 158 muertos, 101 de los cuales fueron menores de 15 años.
El dengue es una enfermedad que en su forma común provoca jaquecas, fiebre, dolores de cabeza y diarreas, y en su manifestación más grave causa hemorragias, convulsiones e incluso la muerte.
Fuentes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) aseguran que en los últimos 20 años los países infectados con el mosquito reportaron epidemias explosivas.
"Entre los años 1981 y 1996 un total de 25 países han reportado más de 41.000 casos de dengue. Venezuela reportó la mayoría de los casos (22.000), seguida por Cuba, Colombia, Nicaragua y México", según el reporte de la OPS.
La razón principal del retorno de la enfermedad fue el fracaso de un programa de erradicación del aedes aegypti aprobado por el consejo directivo de la OPS en 1947.
En estos momentos no hay vacuna disponible contra el dengue y, de acuerdo con la OPS, se necesitarán al menos cinco años o más para obtener un compuesto vacunal para uso general, especialmente para niños.
Expertos de la región se reunieron en Caracas del 21 al 25 de abril para formular un plan hemisférico para combatir el aedes aegypti como única manera de prevenir los brotes de dengue y dengue hemorrágico.
El Ministerio de Salud Pública aseguró que los casos reportados en Cuba no justifican alarma si se tiene en cuenta que en el continente se reportaron más de 284.000 casos en 1995 y 250.707 en 1996.
Dotres aseguró que gracias al sistema de vigilancia epidemiológica cubano se logró detectar a tiempo el primer caso de la afección, se tomaron las medidas oportunas y ahora no existe ningun nivel de transmisión.
Las autoridades sanitarias establecieron como causas que contribuyeron al brote en la ciudad de Santiago de Cuba las condiciones higiénico-sanitarias, las intensas lluvias de mayo y la actual situación climatológica, un verano fuerte con alta humedad.
"La política es mantener las campañas de erradicación del mosquito, pues el problema del dengue no es solamente de las acciones de salud pública sino también de toda la población en la prevención y control de vectores", dijo Dotres a la prensa cubana.
En La Habana y Santiago de Cuba se mantiene la fumigación constante y los llamados a la población para eliminar embases de agua estancada, latas, neumáticos viejos o cualquier objeto que pudiera almacenar agua y convertirse en un posible foco del mosquito aedes aegypti. (FIN/IPS/da/ag/he/97