Un alto funcionario de la Organización Paramericana de la Salud (
La propuesta fue elevada este sábado al Parlamento Latinoamerciano (Parlatino) por el coordinador de Programas Especiales de Vacunación e Inmunización de la OPS, el médico brasileño Claudio Silveira.
El fenómeno de las "enfermedades reemergentes" ya se observa en todas partes, no sólo en países en desarrollo, observó. Un ejemplo es el sarampión, que volvió con fuerza en Sao Paulo, o la difteria.
Silveira participó en la reunión de la Comisión de Salud del Parlatino, el viernes y sábado en Sao Paulo, donde recomendó que los parlamentos de cada país latinoamericano aprueben leyes que obliguen a los gobiernos a atribuir un presupuesto fijo a la vacunación.
"No se puede descuidar, la vacunación debe de ser un proceso continuo, permanente", dijo. "Una vacunación que se deja de hacer hoy representa el riesgo de una epidemia futura", argumentó.
Ello incluye enfermedades como la poliomielitis, considerada extinta en Brasil desde 1989 y en América Latina desde 1991. Para acentuar que no hay triunfo definitivo en esa área, dijo que este año se descubrió el virus de la parálisis infantil en Canadá.
En Canadá el excelente control sanitario permitió evitar la reintroducción del virus, pero el riesgo es mucho mayor en los países latinoamericanos, señaló.
La ilusión de la erradicación estimula la desviación de los recursos, siempre escasos en los países en desarrollo, hacia el combate a otras enfermedades.
Por ello hay necesidad de una ley que otorgue un porcentaje fijo del presupuesto a la vacunación, explicó.
En Estados Unidos también resurgiendo enfermedades consideradas "erradicadas", contra las cuales la vacunación había disminuido, argumentó.
El sarampión, que vuelve a preocupar en Sao Paulo en estos días, al registrarse un brote casi epidémico, es ejemplar en este sentido, subrayó Silveira.
En 1987 una epidemia en Sao Paulo, Cuba y el Caribe de habla inglesa fue combatida con masivas campañas de vacunación. Cuatro años después se consideró erradicada la enfermedad.
Pero la ciudad brasileña se convirtió en "una isla cercada de sarampión por todos lados", porque en el resto del país no hubo el mismo esfuerzo. Siempre sobran algunos portadores del virus, locales o provenientes del exterior, que pueden originar nuevos brotes, concluyó. (FIN/IPS/mo/dg/he-pr/97