/AMBIENTE/ECUADOR: EEUU respalda campaña contra pesca furtiva en Galápagos

La prohibición de ingreso en Estados Unidos de productos de las islas Galápagos sin documentación en forma es "uno de los primeros pasos" para proteger los recursos marinos de ese archipiélago de Ecuador, afirmó la ministra ecuatoriana de Medio Ambiente, Flor Valverde.

La prohibición impuesta por Washington, que fue comunicada el lunes por la embajada estadounidense en Ecuador, afecta especialmente al pepino de mar y las aletas de tiburón.

Valverde explicó que se trata de la respuesta de Estados Unidos a una petición realizada en marzo por las autoridades ecuatorianas.

La legislación ecuatoriana declara ilegal el comercio de pepino de mar y de tiburón, dos especies en desaparición en el mar de Galápagos.

El gobierno de Ecuador solicitó la colaboración internacional para combatir la captura de especies en riesgo de extinción en las aguas de Galápagos, una práctica que pone en peligro el ecosistema del archipiélago.

En realidad, Estados Unidos sólo ha aplicado la vigente ley Lacey, que prohibe la importación de productos del mar cuya obtención sea violatoria de la legislación del país de origen, señaló Valverde.

"Creo que se ha dado uno de los primeros pasos para frenar el saqueo de los recursos marinos del archipiélago", dijo la ministra, aunque puntualizó que el problema está aún lejos de ser resuelto.

En efecto, Estados Unidos es destino de sólo una mínima parte del tráfico de las especies que se intenta proteger. La mayor demanda, tanto del pepino de mar como de cetáceos, procede de Japón, Corea del Sur y, principalmente, de Taiwan.

Según directivos del Parque Nacional Galápagos, 85 por ciento de la pesca ilegal tiene a Asia de destino final.

La alta demanda de esos productos ha resultado en la presencia en las islas de "bandas organizadas de pescadores ilegales", comentó a IPS Linda Cayot, de la Estación Científica Charles Darwin.

En los últimos meses se han registrado enfrentamientos armados entre personal del Parque Nacional y pescadores furtivos.

"Si no se consigue frenar el alto consumo de productos en peligro de extinción, poco se podrá hacer a nivel local", advirtió Cayot. La pesca ilegal "es un problema de pobreza", agregó

Los guardias del Parque Nacional Galápagos requisaron en el último año unos 170.000 pepinos de mar y 400 aletas de tiburón. Se calcula que los decomisos realizados representan sólo 40 por ciento del volumen de la pesca furtiva.

Valverde informó que el siguiente paso del gobierno de Ecuador, el más difícil, será buscar la colaboración de los países de mayor consumo de productos ilegales de las Galápagos.

La Organización de Naciones Unidas declaró a las Galápagos patrimonio natural de la humanidad por las Naciones Unidas y, por lo tanto, la protección de esas islas "es responsabilidad de todos, ecuatorianos o no", observó la ministra.

"Sólo con la colaboración de todos podremos asegurar nuestro propio patrimonio", concluyó. (FIN/IPS/mg/ff/en/97

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