La tendencia hacia el consumo y la producción sustentables en el Norte industrializado abre nuevas posibilidades comerciales en beneficio del Sur en desarrollo, de acuerdo con un informe difundido en Londres.
Las nuevas modas se caracterizan por normas más estrictas, la imposición de nuevas prácticas empresariales y la inquietud de los consumidores por el ambiente, según el informe del Instituto Internacional del Ambiente y Desarrollo (IIED).
Entre estas tendencias figura la avidez de los consumidores residentes en países industrializados por la adquisición de alimentos "orgánicos", cultivados sin pesticidas.
El informe destaca entre los productores que optaron por la vía sustentable a la mayor fábrica textil de India, productores de refrigeradores que no dañan la capa de ozono de Egipto y de botones en las selvas de Ecuador.
Nick Robins, del IIED, cree que este tipo de exportaciones está accediendo a los grandes mercados con buenos volúmenes y aceptación de los consumidores.
"Los países en desarrollo ya ganan unos 500 millones de dólares por las exportaciones orgánicas", sostuvo.
La empresa india Century Textiles and Industries Limited, en Mumbay (ex Bombay), exporta 75 por ciento de su producción a países que integran la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que reúne a las naciones más industrializadas del planeta.
Century atribuye su éxito a la buena calidad de sus productos y a su adaptación a las nuevas tendencias del mercado.
Cuando Alemania prohibió la importación de productos textiles que contuvieran tintas nocivas al ambiente, el gobierno de India brindó información y asistencia técnica a las industrias del ramo para que pudieran cumplir con esos requisitos.
En poco tiempo, Century modificó su producción para cumplir con Eco-Tex, la norma independiente que clasifica a las telas cuyo proceso de elaboración no daña el ambiente.
Aunque los costos de producción se elevaron, la certificación de Eco-Tex permitió a Century aumentar los precios entre ocho y 10 por ciento. Al mismo tiempo, su mercado se amplió 10 por ciento solo en el primer año.
Mientras tanto, el gobierno de Egipto estableció un programa de asistencia a las fábricas de refrigeradores que prevé la eliminación en 1998 de gases clorofluorocarbonos (CFC), que contribuyen con el adelgazamiento de la capa de ozono.
El Cairo otorga exenciones impositivas a los productores de refrigeradores sin CFC, controla a las sustancias nocivas para el ambiente que ingresan a territorio egipcio, suspende las licencias de los usuarios de productos que dañan el ozono y fija criterios de fabricación.
Electrostar Refrigerators Manufacturing, de Giza, El Cairo, vio la oportunidad para conseguir nuevos mercados en Medio Oriente y está modificando con esa finalidad sus equipos de producción.
El Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal pagará la mitad del costo de la conversión y el resto lo hará la compañía. El aumento del precio permitirá recuperar el dinero, pues, según analistas de mercado, los consumidores están dispuestos a pagar más para proteger al ambiente.
Se estima, también, que las ventas de Electrostar dentro de Egipto aumentarán 10 por ciento.
Pero el dinero no lo es todo. La Iniciativa Taguá en Ecuador aprovecha el creciente interés de los consumidores en los productos naturales para generar puestos de trabajo destinados a personas que dependen de la selva e incentivar la preservación de las selvas húmedas.
Las comunidades de Río Santiago y Cayapa, próximas a la reserva Cotacachi Cayapas, fabrican botones para ropa de los frutos de la tagua, especie de palma, extrayendo las cáscaras y recortando las semillas secas.
Una empresa en la que se asociaron las comunidades y organizaciones no gubernamentales de Estados Unidos y Ecuador brindó asistencia en materia técnica y de mercadotecnia, capacitación y acceso a créditos.
Se creó así la infraestructura necesaria para secar y quitar las cáscaras a las semillas antes de embarcarlas, con lo que se incrementó su valor y se redujo el costo de transporte.
Los distribuidores de los botones se contactaron con fabricantes de ropa y se vincularon con mercados nacionales e internacionales.
Desde que se lanzó la iniciativa en 1990, se sustentaron mil empleos, se crearon 1.800 y cinco por ciento de 300.000 dólares obtenidos por las ventas fueron destinados por el proyecto a empresas locales y al desarrollo de la comunidad en materia de conservación de los ecosistemas del lugar.
Más de 60 grandes fabricantes de ropa de todo el mundo utilizan los botones de Taguá.
Los consumidores están detrás del auge de la producción sustentable, pero los expertos afirman que no habrá un cambio significativo a menos que los gobiernos recompensen a los productores y consumidores que sigan esa tendencia y castiguen a quienes destruyen el denominado "capital natural".
Una manera de fomentar el consumo y la producción no depredadora es asegurar precios que reflejen los verdaderos costos sociales y ambientales.
El informe reconoce que se requiere una cooperación internacional sin precedentes, ya que los países no pueden tomar por su cuenta decisiones que afecten el ambiente mundial.
Muchos países en desarrollo temen que las nuevas reglas ambientales se conviertan en otro tipo de proteccionismo que reduzcan el acceso de sus productos a los mercados del mundo desarrollado y aumenten los costos de producción, lo que perjudicarí su competitividad. (FIN/IPS/tra-en/sl/rj/aq-mj/if en/97
