Se trata sólo de una mala hierba, pero provoca tantos perjuicios a la población de Zambia que el gobierno debe comprometer gran parte de sus magros recursos para combatirla.
En Zambia se llama "kariba", en Tanzania "gugu maji", y su nombre castellano es "jacinto de agua". Cualquiera sea su nombre, esta enorme planta de origen sudamericano provoca miseria en varios países del mundo, desde India hasta Uganda y Sudán, debido a su rapidísimo ritmo de reproducción.
La hierba está obstruyendo el río Kafue, principal fuente de agua en Zambia. La planta se sumerge un metro en el agua, cubre una vasta superficie del río y crece al alarmante ritmo de 10 metros por día.
Como si eso no fuera suficiente, el jacinto de agua, como en una película de terror, ha logrado extenderse hasta centrales de energía y amenaza con derribar puentes.
El Kafue, desde su curso superior en la provincia del Noroeste hasta su confluencia con el río Zambezi, en el sur, constituye la base de actividades económicas como la minería, agricultura, pesca y generación de energía, así como de asentamientos urbanos y rurales.
Preocupado, el presidente Frederick Chiluba convocó a sus ministros para encontrar una solución inmediata antes de que el costo de la erradicación de la planta se vuelva prohibitivo.
"La dejamos extenderse demasiado. Debemos actuar ahora o nos costará muchísimo dinero en el futuro", urgió el presidente tras realizar inspecciones locales junto con sus ministros de Trabajo y Abastecimiento, Comunicaciones, Agricultura, Ambiente y Recursos Naturales.
Chiluba sabe que le aguarda una tarea colosal, ya que intentos pasados de remover la hierba mala, incluso uno del ejército en 1994, resultaron infructíferos.
Ahora, los ambientalistas creen que la situación ha empeorado debido a que los fertilizantes y nutrientes agrícolas arrastrados desde las granjas enriquecieron a la planta.
Se trata de pésimas noticias para muchos, dado que el Kafue es la única fuente confiable de agua para la provincia de Copperbelt y la capital Lusaka.
Además, del río se extrae 15 por ciento de la pesca total nacional, y muchas haciendas azucareras de la provincia del Sur, que emplean a miles de trabajadores, dependen del Kafue para su irrigación.
Uno de los problemas más graves causados por el jacinto fue su invasión de las turbinas de la Corporación de Suministro de Electricidad de Zambia, que provocó una pérdida de agua de hasta 40 por ciento y en consecuencia una reducción de la provisión de energía.
La mala hierba también volvió al Kafue virtualmente intransitable. En Copperbelt, extensiones de hasta siete kilómetros están cubiertas, y un manto de jacintos cubre 28 kilómetros del río en su parte sur.
La planta comenzó incluso a amenazar la estabilidad de un puente vital sobre el Kafue, que une el norte de Zambia con la provincia del Sur.
Según el experto Thomas Sakala, de la Universidad de Zambia, cinco metros de la hierba ejercen una presión equivalente a una tonelada de peso sobre cada uno de los pilares del puente.
El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales estableció la Comisión Directiva para el Control de Hierbas en la Cuenca del Río Kafue.
William Harrington, ministro de Ambiente, informó a Panos Features que su cartera solicitó ayuda financiera a más de 30 organizaciones para la erradicación inmediata de la hierba por medios químicos y su control a largo plazo.
Pero el dinero no garantiza el éxito contra el jacinto. El gobierno gastó recientemente cerca de 100.000 dólares para remover físicamente la hierba del río Kafubu, afluente del Kafue, sólo para verla reaparecer luego de tres meses.
Existen cuatro formas de controlar el jacinto: manual, mecánica, química y biológica. En los métodos manual y mecánico, la planta es removida con manos, rastrillos, azadas o botes especiales.
Los productos químicos tales como los herbicidas son utilizados en casos extremos.
En el método biológico, se utiliza una especie particular de escarabajo que, al igual que el jacinto, tiene origen en América del Sur y se caracteriza por su apetito voraz por la hierba.
El gobierno de Zambia ya obtuvo los coleópteros de Australia y los liberó en el Kafue, mientras el Consejo Nacional de Investigación Científica cría más.
El proyecto es implementado junto con el Consejo Científico de la Commonwealth y el Instituto Sudafricano para la Protección de las Plantas.
La Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional, administradora del proyecto, controla los efectos de los escarabajos sobre la hierba prestando especial atención a la seguridad de las comunidades que viven junto al río.
Desafortunadamente, un intento anterior de combatir los jacintos con escarabajos fracasó en 1990 debido a que la descarga de aguas residuales y el ruido de las fábricas impedía la reproducción de los insectos. (FIN/PANOS/tra-en/pl/dds/ml/en/97)
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